El origen de la Gran Muralla se remonta al siglo III a. C. con Qin Shi Huang, el llamado primer emperador de China (legendario también por su crueldad y por el mausoleo que se mandó construir, con los famosos guerreros de terracota), y el propósito de su construcción fue evitar las invasiones de los bárbaros del norte.
Sin embargo, los tramos mejor conservados proceden justamente del periodo Ming. El actual estudio, que se ha servido de varias tecnologías, como la de posicionamiento global o GPS, establece que la parte levantada durante el periodo Ming se inicia en la sección Hushan, en la provincia de Liaoning (extremo nororiental del país) y termina en el Paso de Jiayu, en la provincia de Gansu (noroeste), atravesando en total ocho provincias.
Las investigaciones todavía no han finalizado, pues aún quedan por revisar los tramos, más antiguos y peor preservados, construidos en las dinastías Qin y Han, por lo que la longitud definitiva de la Gran Muralla todavía está por verificar.
Estudios recientes de arqueólogos chinos han alertado sobre el peligro de destrucción de algunas secciones de la muralla, en concreto la situada en la desértica provincia de Gansu, que podría terminar reducida, en dos décadas, a polvo. El turismo, en zonas más accesibles, también ha llegado a convertirse en una amenaza para su conservación. Por su parte, el director del centro nacional autor del estudio, Shan Jixiang, explicó al diario "
Fuente: ABC Periódico Electrónico S.A.
Publicado: 22/04/09
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