jueves, 11 de noviembre de 2010

Los 'panteones' familiares de Lancia

Una de las grandes riquezas del yacimiento de Lancia son sus necrópolis, las áreas de enterramiento en las que ya se han contabilizado casi doscientas tumbas, fundamentalmente datadas en dos épocas: romana y medieval. Y una de las exhumaciones más sorprendentes es sin duda la del esqueleto completo de un niño de corta edad, procedente de uno de los enterramientos correspondientes a la época medieval de la población, según apreciaba ayer el arqueólogo Gregorio Marcos, responsable de la empresa que se ha hecho cargo de la excavación y quien también ha hecho ver lo singular de haber encontrado individuos y familias enteras con edades muy diferentes.

Marcos ofreció información a este periódico sobre los tipos de enterramiento que se han hallado en la ciudad asturromana: las inhumaciones, es decir, el enterramiento del individuo, de los que se han hallado unos veinte vestigios, todos ellos medievales; y la zona con incineraciones, que suma más de 150 tumbas y que estaría datada casi toda ella en torno al siglo I. En este último caso, las cenizas de la persona muerta se introducían en una urna que a su vez se enterraba en un agujero practicado en el suelo junto a objetos personales del finado -"fíbulas, hebillas o pulseras que previamente también se habían quemado junto al fallecido-".

«Hemos encontrado individuos de todas las edades», explicaba Gregorio Marcos, quien recordaba que su empresa está ultimando el informe definitivo sobre la excavación y que el gobierno autonómico podría tenerlo en, aproximadamente, una semana. También se ha señalado que los restos exhumados ofrecerán información de gran interés sobre el modo de vida de estos ciudadanos de hace dos milenios, desde su longevidad y enfermedades padecidas hasta la alimentación, talla y aspecto físico de los mismos.

Costumbres conservadas
Una línea de trabajo apuntada por el historiador Mario Lozano, coordinador de la plataforma Salvemos Lancia, surge de observar la disposición de las tumbas romanas. «Podemos ver cómo en muchos casos existe un enterramiento principal, situado dentro de una estructura tipo templete o caseta pequeña, mientras que fuera de ella se agrupan otras más simples, como si fueran los miembros de la gens o familia típica del pueblo astur. Esto podría demostrar que los primitivos habitantes de Lancia conservaron parte de sus costumbres y tradiciones, como por ejemplo los usos funerarios, por lo menos durante algún tiempo después de la conquista de la ciudad por parte de las legiones romanas».

El área total de la excavación ha ascendido finalmente a 35.000 metros cuadrados en unos 1.200 metros a lo largo de lo que sería el trazado de la autovía León-Valladolid (A-60) entre las localidades de Mansilla de las Mulas y Villamoros. A pesar de que lo que hasta ahora se conocía con el nombre de Lancia, la ciudad fortificada aupada al cerro del Castro, al pie de estas nuevas excavaciones, se había declarado Bien de Interés Cultural -"máximo grado de protección en la legislación española-" y de que se conocía de manera fidedigna de que el asentamiento se extendía por la llanura, las instituciones eligieron, de entre tres posibles trazados, precisamente el que pasaba al lado de Lancia.

Además de las dos áreas de necrópolis se ha hallado un edificio de planta basilical, un complejo industrial con dos hornos, uno posiblemente romano y otro medieval, los cimientos de unas posibles termas y restos de diversas calzadas, además de numerosos objetos de uso cotidiano.

Fuente: Diario de León
Fecha: 28/10/2010

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