Será en un acto público que se llevará a cabo en el Centro Cultural de Navalcán el 23 de octubre a las 12,00 horas, con el que se homenajea a estas víctimas de la Guerra Civil.
Algunas dudas se despejan y muchos ciudadanos pueden vivir más tranquilos. En 1936 desaparecieron sin dejar rastro; 74 años después sus familiares tienen noticias de sus restos. Son los cuerpos de seis fusilados de la Guerra Civil española que se hallaron en dos parajes de la localidad de Navalcán y que ahora podrán ser devueltos a sus familiares.
El 23 de octubre, a las 12,00 horas en el Centro Cultural de Navalcán, se llevará a cabo un acto simbólico para devolver los restos de los fusilados a sus familias. En febrero de hace tres años se abrieron tres fosas localizadas en los parajes de la Dehesa Nueva y la Cañada de Calabazas para localizar y llevar a cabo las labores de exhumación de los cuerpos de seis hombres.
En la primera fosa se encontraron los restos de Joaquín Sánchez Urdiales, de 38 años y de la familia conocida como ‘Matancha’; de Juan García Blanco, de 41 años perteneciente a los ‘Repica’, y del más joven, que apenas había superado la mayoría de edad, José Cepeda.
Frente a ellos, y cruzando un pequeño arroyo de la Dehesa Nueva, los técnicos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, especializada en exhumación de fosas de la Guerra Civil española, descubrieron el cuerpo de Gregorio Muñoz, de 30 años y de la familia ‘Pirollo’.
En la Cañada de las Calabazas se localizaron los huesos de los cadáveres de los hermanos Lázaro y Mariano Rodríguez Muñoz, de 30 y 27 años, respectivamente.
Marcial Muñoz, miembro de la Asociación para la Memoria Histórica de la Sierra de Gredos y los Montes de Toledo, asegura que «la cantidad de restos hallada ha sido escasa debido a la acidez de la tierra y del ph del agua que es muy agresivo».
En las fosas, junto a los restos, se han encontrado diferentes materiales, como son hebillas de cinturones, proyectiles de balas o botones de uniformes, muestras evidentes de la pertenencia de estos hombres al bando republicano. Como ejemplo, el caso del más joven, José Cepeda, que se hizo miliciano para conseguir un salario y mantener a su familia, le hirieron y regresó a casa para sanarse, los golpistas habían entrado en Navalcán y le mataron.
Los familiares de estas víctimas se muestran satisfechos del trabajo realizado porque dan por concluida una etapa de sus vidas. «Querían recuperar estos restos, hay sentimientos muy fuertes pero también personas que han muerto sin saber que habíamos encontrado a sus desaparecidos», comenta Muñoz.
Tras los trabajos de exhumación para los que se utilizó un georadar, la Sociedad de Ciencias de Aranzadi analizó y examinó los restos. Ahora, casi tres años después, se los entregará por fin a las familias.
Fuente: La Tribuna de Toledo
Autor: M. Herrero
Fecha: 12/09/2010
Algunas dudas se despejan y muchos ciudadanos pueden vivir más tranquilos. En 1936 desaparecieron sin dejar rastro; 74 años después sus familiares tienen noticias de sus restos. Son los cuerpos de seis fusilados de la Guerra Civil española que se hallaron en dos parajes de la localidad de Navalcán y que ahora podrán ser devueltos a sus familiares.
El 23 de octubre, a las 12,00 horas en el Centro Cultural de Navalcán, se llevará a cabo un acto simbólico para devolver los restos de los fusilados a sus familias. En febrero de hace tres años se abrieron tres fosas localizadas en los parajes de la Dehesa Nueva y la Cañada de Calabazas para localizar y llevar a cabo las labores de exhumación de los cuerpos de seis hombres.
En la primera fosa se encontraron los restos de Joaquín Sánchez Urdiales, de 38 años y de la familia conocida como ‘Matancha’; de Juan García Blanco, de 41 años perteneciente a los ‘Repica’, y del más joven, que apenas había superado la mayoría de edad, José Cepeda.
Frente a ellos, y cruzando un pequeño arroyo de la Dehesa Nueva, los técnicos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, especializada en exhumación de fosas de la Guerra Civil española, descubrieron el cuerpo de Gregorio Muñoz, de 30 años y de la familia ‘Pirollo’.
En la Cañada de las Calabazas se localizaron los huesos de los cadáveres de los hermanos Lázaro y Mariano Rodríguez Muñoz, de 30 y 27 años, respectivamente.
Marcial Muñoz, miembro de la Asociación para la Memoria Histórica de la Sierra de Gredos y los Montes de Toledo, asegura que «la cantidad de restos hallada ha sido escasa debido a la acidez de la tierra y del ph del agua que es muy agresivo».
En las fosas, junto a los restos, se han encontrado diferentes materiales, como son hebillas de cinturones, proyectiles de balas o botones de uniformes, muestras evidentes de la pertenencia de estos hombres al bando republicano. Como ejemplo, el caso del más joven, José Cepeda, que se hizo miliciano para conseguir un salario y mantener a su familia, le hirieron y regresó a casa para sanarse, los golpistas habían entrado en Navalcán y le mataron.
Los familiares de estas víctimas se muestran satisfechos del trabajo realizado porque dan por concluida una etapa de sus vidas. «Querían recuperar estos restos, hay sentimientos muy fuertes pero también personas que han muerto sin saber que habíamos encontrado a sus desaparecidos», comenta Muñoz.
Tras los trabajos de exhumación para los que se utilizó un georadar, la Sociedad de Ciencias de Aranzadi analizó y examinó los restos. Ahora, casi tres años después, se los entregará por fin a las familias.
Fuente: La Tribuna de Toledo
Autor: M. Herrero
Fecha: 12/09/2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario