Hace un siglo este año del inicio de las excavaciones arqueológicas de la Cueva del Castillo en Puente Viesgo (Cantabria).
La Cueva del Castillo fue descubierta en 1903 por Hermilio Alcalde del Río, uno de los pioneros de la Prehistoria y descubridor de la mayor parte de los yacimientos prehistóricos que se conocen en la cornisa cantábrica. En 1906 publicó una pequeña monografía titulada "Las Cuevas con Pinturas Prehistóricas de la Provincia de Santander" en la que dio a conocer el descubrimiento de la Cueva del Castillo, Hornos de la Peña y Covalanas con reproducciones de los dibujos de dichas cavidades. Probablemente fue a raíz de esta publicación cuando el Príncipe Alberto I de Mónaco se interesó por primera vez en el Yacimiento del Castillo que visita en 1909 acompañado de Hugo Obermaier (conocido científico de la época), quien, tras escuchar las explicaciones de Alcalde del Río sobre unas catas realizadas en las que había observado diferentes niveles arqueológicos, comprende la importancia del yacimiento y decide el inicio de las excavaciones bajo su mecenazgo.
Los trabajos de investigación se inician en 1910 bajo la dirección de H. Obermaier y continúan durante cinco campañas de verano, hasta 1914 en que se inicia la Primera Guerra Mundial. Dentro del equipo científico había distintas nacionalidades, tal es el caso de Obermaier que era alemán, Breuil, Teilhard de Chardin y Blanc eran franceses y también ingleses como Nelson,Birkner o Burkitt. Todos estos científicos participaron en las excavaciones, si bien el principal colaborador de Obermaier fue Paul Wernert de nacionalidad suiza. Esta variedad de nacionalidades explica el final de las excavaciones, que no el fin del yacimiento.
Durante las cinco campañas de excavaciones en el vestíbulo de la cavidad, profundizaron 18 metros encontrando una secuencia estratigráfica de 25 niveles que abarcan desde el Paleolítico inferior hasta el Bronce medieval,150.000 años de habitación ininterrumpida. Además de la industria lítica y ósea típica de estos periodos, hay que destacar la importante cantidad de arte mueble consistente entre otras piezas, en el famoso "bastón de mando" que fue el primero de los encontrados en la cornisa cantábrica. Dicho bastón es un candil de ciervo perforado en la base, sobre el cual los artistas paleolíticos grabaron un ciervo completo adaptándolo a la forma del cuerno, siendo sin duda una de las más bellas representaciones que se encuentran en el arte mobiliar.
También se encontraron 36 omóplatos de ciervo con representaciones de ciervas grabadas mediante la técnica del "estriado", similares a las que se encuentran en las paredes del interior de la Cueva, lo cual ha permitido situar cronológicamente estas figuras.
Lamentablemente, el resultado de estos trabajos no fue publicado, por lo que se conoció muy poco sobre el yacimiento hasta mediados de los setenta del siglo pasado en que Victoria Cabrera Valdés después de traducir las memorias de la excavación dio a luz tras un parto de 70 años la tan esperada publicación "El yacimiento de la Cueva del Castillo".
A mediados de los ochenta del pasado siglo, Victoria Cabrera reinició las excavaciones que continúan en la actualidad.
A lo largo de próximos artículos, iremos profundizando en los testimonios artísticos que esconde el interior de la cueva.
Fotos: Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria
Autor: José María Ceballos
Fuente: Canal Patrimonio
Fecha: 08/06/2010
La Cueva del Castillo fue descubierta en 1903 por Hermilio Alcalde del Río, uno de los pioneros de la Prehistoria y descubridor de la mayor parte de los yacimientos prehistóricos que se conocen en la cornisa cantábrica. En 1906 publicó una pequeña monografía titulada "Las Cuevas con Pinturas Prehistóricas de la Provincia de Santander" en la que dio a conocer el descubrimiento de la Cueva del Castillo, Hornos de la Peña y Covalanas con reproducciones de los dibujos de dichas cavidades. Probablemente fue a raíz de esta publicación cuando el Príncipe Alberto I de Mónaco se interesó por primera vez en el Yacimiento del Castillo que visita en 1909 acompañado de Hugo Obermaier (conocido científico de la época), quien, tras escuchar las explicaciones de Alcalde del Río sobre unas catas realizadas en las que había observado diferentes niveles arqueológicos, comprende la importancia del yacimiento y decide el inicio de las excavaciones bajo su mecenazgo.
Los trabajos de investigación se inician en 1910 bajo la dirección de H. Obermaier y continúan durante cinco campañas de verano, hasta 1914 en que se inicia la Primera Guerra Mundial. Dentro del equipo científico había distintas nacionalidades, tal es el caso de Obermaier que era alemán, Breuil, Teilhard de Chardin y Blanc eran franceses y también ingleses como Nelson,Birkner o Burkitt. Todos estos científicos participaron en las excavaciones, si bien el principal colaborador de Obermaier fue Paul Wernert de nacionalidad suiza. Esta variedad de nacionalidades explica el final de las excavaciones, que no el fin del yacimiento.
Durante las cinco campañas de excavaciones en el vestíbulo de la cavidad, profundizaron 18 metros encontrando una secuencia estratigráfica de 25 niveles que abarcan desde el Paleolítico inferior hasta el Bronce medieval,150.000 años de habitación ininterrumpida. Además de la industria lítica y ósea típica de estos periodos, hay que destacar la importante cantidad de arte mueble consistente entre otras piezas, en el famoso "bastón de mando" que fue el primero de los encontrados en la cornisa cantábrica. Dicho bastón es un candil de ciervo perforado en la base, sobre el cual los artistas paleolíticos grabaron un ciervo completo adaptándolo a la forma del cuerno, siendo sin duda una de las más bellas representaciones que se encuentran en el arte mobiliar.
También se encontraron 36 omóplatos de ciervo con representaciones de ciervas grabadas mediante la técnica del "estriado", similares a las que se encuentran en las paredes del interior de la Cueva, lo cual ha permitido situar cronológicamente estas figuras.
Lamentablemente, el resultado de estos trabajos no fue publicado, por lo que se conoció muy poco sobre el yacimiento hasta mediados de los setenta del siglo pasado en que Victoria Cabrera Valdés después de traducir las memorias de la excavación dio a luz tras un parto de 70 años la tan esperada publicación "El yacimiento de la Cueva del Castillo".
A mediados de los ochenta del pasado siglo, Victoria Cabrera reinició las excavaciones que continúan en la actualidad.
A lo largo de próximos artículos, iremos profundizando en los testimonios artísticos que esconde el interior de la cueva.
Fotos: Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria
Autor: José María Ceballos
Fuente: Canal Patrimonio
Fecha: 08/06/2010
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