domingo, 6 de febrero de 2011

Humor sapiens: "...mail prehistórico..."

Neandertales, humanos hasta las narices

Las grandes narices que gastaban los neandertales no eran una adaptación al frío. Así lo asegura un nuevo estudio que ha analizado cráneos de Homo sapiens y sus parientes cercanos para poner a prueba una hipótesis sostenida durante décadas.

Desde que, hace más de 180 años, se desenterraron en Bélgica los primeros fósiles neandertales, estos han pasado de ser deformes embrutecidos a un grupo hermano que llegó a compartir lecho y fluidos con los humanos modernos. Muchas de las diferencias físicas entre ambos se han intentado explicar como adaptación a un clima frío, ya que los neandertales supieron vivir en una Europa gélida durante decenas de miles de años.

"Los neandertales eran considerados como los esquimales del Pleistoceno", explica a Público Todd Rae, un paleontólogo de la Universidad de Roehampton (Reino Unido). Las narices grandes también se habían atribuido a las bajas temperaturas, algo que no tenía mucho sentido, según Todd. "Los esquimales tienen caras y narices estrechas", señala. Para poner a prueba la teoría, Rae comparó los senos nasales de humanos modernos y neandertales. La talla de estas cavidades huecas situadas en el interior del cráneo y las fosas nasales se suponía un indicador de esa adaptación al frío, y estudios anteriores decían que los neandertales las tenían más grandes. De esa forma, sus nasos podían calentar mejor el aire frío.

El equipo de Rae ha analizado radiografías y reconstrucciones en tres dimensiones de cráneos bien conservados de neandertales que vivieron en climas fríos y los comparó con los de Homo sapiens de climas templados. Los resultados, publicados en Journal of Human Evolution, no concuerdan con la teoría de la adaptación a temperaturas bajas. "Los senos nasales de los neandertales de climas fríos resultan iguales que los de los humanos modernos europeos", explica Rae. "La nariz ancha no era una adaptación al frío", sentencia.

Otros estudios apoyan su tesis. Los senos nasales se hacen más pequeños cuanto más bajas son las temperaturas, tanto entre primates como roedores. De forma similar, los senos de los esquimales también son más pequeños que los del resto de los humanos de hoy. La moraleja es que hay que pensar en una nueva teoría para descifrar el misterio del rostro neandertal. "Es posible que, en lugar del frío, sea una adaptación a la vida en el bosque, ya que otros rasgos neandertales, como las piernas cortas y la menor estatura, se han propuesto como tales", propone Rae.

El caso no está cerrado. "El estudio presenta unas medidas un poco pobres para generalizar", opina el investigador del CSIC Antonio Rosas. Como posible explicación apunta que aquellas caras de grandes narices, pómulos marcados y barbillas retraídas podrían deberse al azar de la evolución, conocido como deriva genética.

"Me convence totalmente la explicación del fenómeno como resultado de la deriva genética desde un antepasado común con nosotros", opina Michael Walker, profesor de antropología de la Universidad de Murcia. De hecho, las formas neandertales podrían ser mucho más comunes que las sapiens. "El rostro neandertal refleja una morfología muy arraigada en el género Homo durante el Pleistoceno medio, lo que es difícilmente compatible con la adaptación al frío", opina el experto.

Autor: Nuño Domínguez
Fuente: Público
Fecha: 18/01/2011

Las obras del AVE descubren un poblado neolítico en Sant Andreu

El subsuelo de la Torre del Fang esconde una necrópolis medieval hasta ahora desconocida

Los arqueólogos hallan los restos de una persona enterrada hace 5.000 años cerca de la estación

La controversia surgida por el posible efecto negativo de la línea de alta velocidad sobre el templo de la Sagrada Família ha facilitado que los arqueólogos trabajen sin miradas encima de sus espaldas en otros tramos del trazado del AVE por el subsuelo de Barcelona. Así, los asombrosos resultados de las intervenciones arqueológicas en el distrito de Sant Andreu han pasado desapercibidos. El hallazgo más significativo es un enterramiento neolítico de unos 5.000 años descubierto en las excavaciones del entorno de la estación de Sant Andreu Comtal.

El esqueleto desenterrado, el primero de este tipo que se halla en la zona, constata una ocupación humana en los albores de la metalurgia. Ferran Puig, director del Servei d'Arqueologia del Museu d'Història de Barcelona, asegura que los hallazgos recogidos en los dos últimos años en el extenso sector en obras entre el puente de Bac de Roda y el nudo de la Trinitat son interesantes y variados. Muchos de ellos están ahora en el laboratorio del museo, a la espera de los análisis científicos.

«Se han localizado restos que van de la prehistoria al Rec Comtal del siglo XIX, una joya de la arquitectura hidráulica», explica Ferran Puig. El equipo de investigadores también ha destapado una villa romana del siglo IV con espacios de producción agrícola. «De algunos restos -añade- se tenían indicios en zonas cercanas, pero de lo que no había ni un dato es del poblado neolítico y de una necrópolis medieval descubierta dentro de la Torre del Fang», edificio catalogado situado en Clot-Espronceda.

BARRIO FAVORABLE A LA VIDA
Los trabajos arqueológicos preventivos se hacen en las obras de la nueva estación de Sant Andreu Comtal, en esta masía medieval situada en el inicio del túnel del AVE por el Eixample y en otros puntos del largo corredor ferroviario. Puig expone que estos hallazgos revelarán etapas y características desconocidas de la ocupación humana. «Ahora tenemos la evidencia de que en Sant Andreu hubo un poblado neolítico hace 5.000 años. Es, sin duda, un lugar favorable a la vida humana», asegura.

En general, los restos presentan un estado de conservación deficiente. «Sobre todo por la acción de antiguas remodelaciones que ha ido sufriendo este distrito», dice. Con ello, hace referencia a la construcción de edificios ferroviarios y a la vieja playa de vías que ahora desaparece.

LA ANTIGUA ESTACIÓN
«Con el poco cuidado con que se trató en su día el daño arqueológico derivado de la edificación de la vieja estación de tren, tenemos mucha suerte de que no se hayan destruido todos los restos de este poblado neolítico», afirma.

Los hallazgos, según Puig, no han causado ningún impedimiento ni conflicto en la construcción de la línea de alta velocidad. «Son restos de gran interés científico pero que, hasta el momento, han suscitado un más que discreto impacto monumental, ya que nos han llegado en mal estado de conservación», lamenta el arqueólogo.

El constante cableado, los nuevos aparcamientos, el aumento de conducciones para cloacas y los nuevos túneles del metro someten a constantes riesgos el capital arqueológico. Es el patrimonio «más amenazado» ya que no se puede evaluar su importancia hasta que no se localiza. «Hemos de establecer zonas y normas de protección con el fin de salvaguardar los sectores urbanos con más potencial», explica.

BÚSQUEDA DEL EQUILIBRIO
Ferran Puig es consciente, no obstante, de que una ciudad debe evolucionar. «Barcelona es un ser vivo que se renueva y se adapta día a día a las necesidades de sus habitantes. En consecuencia, hace falta encontrar un equilibrio y actuar, pero siempre haciéndolo con prevención para evitar algún desastre patrimonial», afirma.

Puig niega que durante las obras del AVE se localizara un refugio antiaéreo del la guerra civil del que no se tenía constancia. «Fue una confusión de los vecinos, que con buena voluntad, alertaron de que se veía una antigua perforación en el subsuelo, que en realidad está situada a pocos metros de un refugio ya conocido y perfectamente conservado», dice. Los arqueólogos municipales y de la Generalitat ya tenían controlada esa perforación que corresponde a un pozo de agua de la época moderna.

REFUGIOS DE LA GUERRA CIVIL
«Ningún refugio de la guerra civil se ha visto afectado por las obras», insiste. De todas maneras, la conservación de este patrimonio histórico es compleja y costosa. «Se debe tener en cuenta que muchos de estos refugios construidos entre 1936 y 1939 no pudieron ser terminados o se han visto afectados por el deterioro causado por el paso del tiempo y por el propio proceso urbano», enumera Puig. En consecuencia, muchas veces no cumplen los mínimos requisitos de seguridad para acoger visitas.

Fuente: El Periódico
Fecha: 01/12/2010

Convenio Grupo Paleolab y Sección Arqueología de la Universidad de Córdoba

Por segundo año consecutivo Grupo Paleolab y la Universidad de Córdoba (Sección Arqueología, dirigida por el Prof. Desiderio Vaquerizo) han suscrito un convenio de colaboración para impartir prácticas a alumnos del Máster Oficial Interuniversitario Arqueología y Patrimonio: Ciencia y Profesión. Este programa de Doctorado ha recibido la Mención de Calidad que concede la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación y Calidad).

En el marco de este convenio de colaboración alumnos del mencionado Máster realizan estancias en la sede de Grupo Paleolab en Valencia, donde pueden realizar prácticas sobre Bioantropología y Arqueología Funeraria. De manera especial los estudiantes han podido conocer las diferentes líneas de investigación que nuestro grupo desarrolla desde hace años:

ARQUEOLOGÍA FUNERARIA ROMANA
BIOANTROPOLOGÍA ARQUEOLÓGICA
PALEOPATOLOGÍA
ANTROPOLOGÍA FORENSE

Más infromación: http://www.arqueocordoba.com
Fuente: Blog Paleolab
Fecha: 29/11/2010

"LA FOSA DE LOS FERROVIARIOS"

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica encuentra una fosa con los restos de ocho personas en Matallana de Valmadrigal.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha localizado una fosa común situada en un paraje cercano al pueblo de Matallana de Valmadrigal, en León, al borde de la carretera que une esta localidad y Santa Cristina.

Según señalan diversos testimonios, en ese lugar que ahora se está excavando se encuentran los restos de ocho personas asesinadas en el otoño de 1936.

Varios vecinos han señalado lo que confirman las primeras evidencias halladas en la fosa; los restos podrían pertenecer a varios trabajadores del ferrocarril, detenidos en los primeros meses de la contienda y confinados en prisión, posiblemente en el actual parador de San Marcos.

El de los ferroviarios fue uno de los grupos profesionales con los que se ensañó especialmente la represión franquista como "castigo" por si intensa participación política y sindical.

La ARMH ha hecho este domingo "un llamamiento a cualquier persona que pueda aportar información para conocer la identidad de esas ocho personas".

Las labores de exhumación están siendo dirigidas por el arqueólogo René Pacheco, que ya ha exhumado numerosas fosas comunes. Junto a él participa un equipo de ocho voluntarios llegados desde diferentes puntos de la geografía española. Entre ellos, Raúl de la Fuente, de Psicólogos Sin Fronteras, una organización que desde hace años colabora con la ARMH apoyando a familiares de desaparecidos, tanto los que lo son directamente de las fosas que se están exhumando como otros que se acercan a contar su tragedia o pedir ayuda. En los trabajos de identificación participará la antropóloga forense Elena Vergara.

Fuente: Leonoticias.com
Fecha: 28/11/2010

Aplican el georradar a un área de 2.000 m² inmediatos a la basílica de Marialba de la Ribera (León) para descubrir sus verdaderas dimensiones

La Fundación del Patrimonio aplica el georradar a un área de 2.000 metros cuadrados inmediatos a la basílica paleocristiana para descubrir sus verdaderas dimensiones

Los restos de Marialba de la Ribera, basílica del siglo IV considerada como el más antiguo templo paleocristiano de España, están siendo objeto de un exhaustivo sondeo con la técnica del georradar que afecta a un área de 2.000 metros cuadrados, según confirmaron fuentes de la Fundación del Patrimonio de Castilla y León, encargada desde hace cinco años de la excavación, estudio y protección de este principal monumento leonés, históricamente olvidado.

Además de en la planta de la propia basílica, recientemente excavada -y donde se descubrieron numerosos restos humanos-, los sondeos se centran en un área ubicada al norte del templo, «con objeto de descubrir, exactamente, hasta dónde llegaba el templo, o si tenía cerca otras edificaciones», prosiguen las mismas fuentes, añadiendo que esta técnica funciona de una manera muy similar al radar convencional, «emitiendo una serie de ondas que rastrean el terreno, rebotan y regresan, ofreciendo un completo mapa de lo que hay debajo. Se trata de una técnica no agresiva que no tiene ningún tipo de impacto sobre los posibles restos arqueológicos o humanos existentes en la zona».

Esta prospección, cuyas conclusiones se entregarán, previsiblemente, a principios del 2011, se suma a una serie de iniciativas que la Fundación del Patrimonio ha contratado con objeto de completar una excavación cuyas conclusiones se dieron a conocer el pasado mes de agosto. Entre esas iniciativas, la entidad -formada por la Junta de Castilla y León y todas las cajas de ahorro de la autonomía- ha incluido también el análisis antropológico de varios restos humanos procedentes de los enterramientos exhumados para averiguar su antigüedad exacta, edad, modo de vida de los individuos, etc., un análisis que también están teniendo lugar en estos momentos.

El informe final sobre los restos arqueológicos de la basílica había revelado el carácter monumental del templo, visible a gran distancia y con unos cimientos de dos metros de ancho, algo inusual en la época. El grosor de los muros de la basílica sólo tiene parangón en las murallas que se construyeron en el Imperio Romano, de finales del siglo III, en ciudades del noroeste de la Península tales como León y Astorga.

En este lugar, situado en el municipio leonés de Villaturiel, han aparecido restos que van del siglo IV al siglo XIII, fecha en la que se cree que comenzó a desmantelarse este complejo religioso de gran importancia para la historia del cristianismo.

El proyecto de crear un edificio protector «sigue adelante»
Las conclusiones de la excavación de Marialba, iniciadas por la Fundación del Patrimonio en 2009, así como el proyecto de prospección geofísica, serán llevados a la próxima Comisión Provincial de Patrimonio a título informativo. Pero además, en el orden de temas que se tratarán o revisarán en esta comisión figura el «proyecto de ejecución de un edificio para la protección y puesta en valor de la basílica paleocristiana de Marialba de la Ribera».

Un proyecto que, como informan desde la fundación, ya fue estudiado por la Comisión Regional de Patrimonio, donde se dictaminó que debía ser objeto «de una serie de modificaciones técnicas» que se llevarán a cabo próximamente para volver de nuevo a ser examinado antes de su aprobación. A la comisión provincial llegan estas recomendaciones, asimismo, a título informativo, según sugieren desde la fundación, con lo que el proyecto, que parecía aparcado, «sigue adelante».

La evolución del proyecto
Aquel edificio fue presupuestado hace cinco años en 700.000 euros con el fin de proteger y musealizar el yacimiento, y su proyecto inicial prevía una pasarela para que los visitantes pudiesen -caminar- sobre la basílica. En un primer momento se pensó que, una vez acabadas las obras de este cubo protector, de planta rectangular y siete metros de altura, comenzarían a desenterrar, ya bajo techo, las ruinas de la antesala, la sala, el ábside, el baptisterio, el nártex (pórtico) y las edificaciones anexas a la primitiva construcción, descubierta a finales del siglo XIX. Sin embargo, al final se hizo lo contrario: en junio de 2009, los arqueólogos iniciaron las excavaciones como paso previo para definir un proyecto de intervención y musealización en función de la importancia de los hallazgos y del estado concreto de las estructuras.

282 individuos, 3.400 trozos de cerámica y 400 cuentas de vidrio enhebradas
El informe arqueológico final sobre la excavación de Marialba de la Ribera ocupó 900 páginas distribuidas en cinco volúmenes, y en él se daba cuenta de todos los detalles sobre los sondeos practicados en una superficie cercana a los 2.000 metros cuadrados, con más de 5.800 registros específicos que describían los 237 enterramientos que salieron a la luz con restos de 282 individuos, los más de 3.400 fragmentos de cerámica y los cerca de 2.500 fragmentos no cerámicos -metal, vidrio, azabache, monedas, decoración, ladrillos, tejas, piedras y fauna- que se estudiaron e inventariaron.

Los restos del edificio también se consolidaron para evitar su deterioro, quedando protegidos al concluir la excavación. Además, la investigación puso de manifiesto que el edificio se construyó sobre un lugar sin ningún tipo de construcción o asentamiento previo y aislado, es decir que la basílica no formó parte de otro complejo como una villa romana, tal como indicaban algunas hipótesis.

Las investigaciones apuntaron a un uso religioso y funerario del edificio desde sus primeros momentos, dado que las primeras evidencias claras en la excavación de los estratos son dos sepulturas tardorromanas al suroeste de la basílica. Se trata de dos tumbas de tipología singular, una de ellas cubierta por un tejadillo de teja de doble vertiente, poco común. Estos dos enterramientos alumbran la posibilidad de una nueva área de cementerio de esta época aún por explorar. En adelante, las sepulturas se van sucediendo desde la época visigoda hasta la Baja Edad Media, con tipologías diversas que evolucionan de acuerdo con su cronología.

Otras edificaciones
En cuanto a las áreas habitadas, la excavación ha dado con restos, no documentados en excavaciones previas, que indican que la zona aledaña pudo estar habitada y cultivada desde la Alta Edad Media, bien como explotación agrícola bien como parte de una comunidad religiosa ligada a la basílica. Se han descubierto muros que pudieron formar parte de un asentamiento agrario anexo al templo, un pozo con brocal e, incluso un horno, quizá de uso metalúrgico dentro de lo que fue la basílica.

Resulta significativo el hallazgo de más de 400 cuentas de vidrio enhebradas en collares en siete tumbas, todas ellas medievales y de niños.

Fuente: Diario de León
Fecha: 27/11/2010

Cueva de Mont-ral aportará información de los ritos funerarios del neolítico final

Una reciente excavación del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) en la cueva de los Galls Carboners, en Mont-ral, permitirá obtener información "clave" para conocer cómo eran los ritos funerarios de las sociedades del neolítico final, según este organismo.

Entre los hallazgos destacan unos 200 restos humanos y un collar formado por pequeños agallones blancos fabricados probablemente a partir de fragmentos de concha, ha explicado Josep Maria Vergès, investigador del IPHES y director de la excavación.

Vergès ha recordado que la cueva de los Galls Carboners había sido excavada en la década de 1970 por Ferran Companys, propietario de la finca donde se sitúa, quien recuperó básicamente restos humanos, muy bien conservados, que sus descendientes cedieron al Área de Prehistoria de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona.

Posteriormente, estos fósiles fueron estudiados por miembros de este instituto y de la URV.

Ahora, el principal objetivo de la excavación llevada a cabo el pasado mes de octubre es documentar el contexto arqueológico del sepulcro colectivo a partir de los elementos que todavía se conservaban en el lugar, para poder revalorar a nivel científico los materiales de la colección Companys.

El equipo de arqueólogos todavía no dispone de dataciones, aunque la principal hipótesis es que se sitúa entre el neolítico final y el calcolítico, hace unos 5.000 años.

Además de los restos humanos, se han podido extraer muestras de sedimentos para analizar residuos que "deben permitir obtener información de calidad sobre los ritos funerarios de estas comunidades".

Por otra parte, por debajo del depósito sepulcral, se ha localizado un nivel muy rico con restos paleontológicos, especialmente de pájaros, y arqueobotánicos, que aportarán información sobre el paleoambiente de las montañas de Prades durante las primeras fases del Holoceno, hace entre 5.000 y 10.000 años.

Documentan una cueva sepulcral en Mont-ral que aportará información clave para conocer los ritos funerarios del neolítico

Una reciente excavación del IPHES ((Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social) en la cueva de los Galls Carboners, en Mont-ral (Alt Camp, Tarragona) permitirá obtener información de calidad, clave para conocer cómo eran los ritos funerarios de las sociedades del neolítico final - calcolítico.

Entre los hallazgos destacan unos 200 restos humanos y un collar formado por pequeñas cuentas blancas fabricadas probablemente a partir de fragmentos de concha.

"La cueva de los Galls Carboners había sido excavada durante la década de 1970 por Ferran Companys, propietario de la finca donde se sitúa, y recuperó básicamente restos humanos de todas las partes del cuerpo, muy bien conservadas, y que sus descendientes dieron hace unos años al Área de Prehistoria de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona", explica Josep Maria Vergès, investigador del IPHES y director de la excavación actual.

Posteriormente, estos fósiles fueron estudiados por miembros de este instituto y de la URV. "Ahora -prosigue Vergès- el principal objetivo de la excavación era documentar en detalle el contexto arqueológico del sepulcro colectivo a partir de los elementos que todavía se conservaban in situ, con el fin de poder revalorizar a nivel científico los materiales de la colección Companys, y lo hemos podido determinar".

Se trata de una cueva sepulcral colectiva, un tipo de yacimiento que es relativamente común, "pero la mayoría fueron excavados o saqueados de antiguo, lo que hace que no se disponga de muchos datos procedentes de excavaciones realizadas con metodología moderna", puntualiza Josep Maria Vergès. El equipo todavía no dispone de dataciones, pero el mismo investigador indica: "suponemos que se sitúa entre el neolítico final y el calcolítico, es decir, hace unos 5.000 años antes del presente".

Aparte de los restos humanos, se han podido extraer muestras de sedimentos para análisis de residuos que han de permitir obtener información de calidad sobre los ritos funerarios de estas comunidades.

Por otra parte, por debajo del depósito sepulcral, se ha localizado un nivel muy rico con restos paleontológicos, especialmente de pájaros, y arqueobotánicos, que aportará información sobre el paleoambiente de las Montañas de Prades durante las primeras fases del Holoceno entre hace unos 5.000 y 10.000 años.

Esta intervención se encuentra incluida dentro del proyecto "Evolución paleoambiental y poblamiento prehistórico en las cuencas de los ríos Francolí, Gaià, Siurana y rieras del Camp de Tarragona", que desarrolla el IPHES. La excavación se llevó a cabo en octubre por un equipo integrado por 7 personas, entre miembros y colaboradores del IPHES y también del Seminari d’Estudis i Recerques Prehistòriques (SERP) de la Universitat de Barcelona.

Fuente: ABC / Canal Patrimonio
Fecha: 26/11/2010