jueves, 2 de diciembre de 2010

La cultura de El Argar, una civilización olvidada

Almería, aparte de Los Millares, guarda en la llamada cultura de El Argar otra de las joyas de la arqueología española.

Para muchos países europeos el periodo conocido como Bronce Medio, que abarca las fechas comprendidas entre el 2000 y el 1200 a.C. es el punto de partida para el inicio de las culturas y tradiciones que acabarían conformando su identidad nacional actual. En Grecia la cultura micénica tomaba fuerza para después desplomarse poco después de acabar este periodo, en Italia los etruscos y sus predecesores conformaban un próspero país en el noroeste de Italia mientras que en la Anatolia turca surgía con fuerza un nuevo reino: los hititas.

Sin embargo en España no ocurre lo mismo. Nosotros por lo general nos consideramos hijos de Roma y de su cultura ignorando que en nuestras raíces existen sustratos de procedencia mucho más antigua de los que aún se conservan huellas en nuestro folclore, aunque no recordemos o nos cueste interpretar su verdadero origen.

Nuestra ignorancia muchas veces nos hace afirmar que en España no hubo grandes culturas antes de los romanos, y que los llamados pueblos íberos apenas eran más que un puñado de salvajes que se dedicaban a la ganadería y la agricultura. Quizás hemos oído , como un rumor, de Tartessos y de los tesoros del rey Argantonio pero enseguida lo denominamos leyenda y negamos la posibilidad de que existiera realmente.

El propósito de este artículo es mostrar que en el sur de la Península, al mismo tiempo que las grandes culturas citadas anteriormente, se estaba desarrollando una civilización cuyo nivel de progreso no le iba muy a la zaga a ninguna de ellas. Se trata de la cultura argárica o de El Argar, cuyo núcleo principal se encontraba en la actual provincia de Almería.

Una sociedad agrícola fuertemente jerarquizada
La cultura de El Argar se desarrolló en poblados en los cuales cobra gran importancia la industria del hierro, tanto en su uso agrícola como militar. En cuanto a la ganadería aparece el primer testimonio de domesticación del caballo, aunque no está del todo claro cual era su uso real.

La sociedad de la cultura argárica se encuentra fuertemente jerarquizada. Probablemente cada núcleo urbano estuviera dirigido por un caudillo o una clase dominante que controlaba al resto de la población que empleaba para labores agrícolas, ganaderas o como parte de sus huestes defensivas.

Aunque también se construyeron asentamientos sobre terreno llano, la mayoría de los poblados argáricos se realizaron en terreno elevado, colinas o laderas de montaña. Las casas vecinales solían situarse en las partes más bajas mientras que los edificios militares y de las clases altas se edificaban en las partes superiores. Las casas argáricas son de muros rectos y planta rectangular. Los arqueólogos que realizan estudios demográficos de la cultura de El Argar afirman que se observa un crecimiento de población y una mejora del nivel de vida de la población en cuanto al periodo anterior, el calcolítico. Defienden que cada poblado argárico mantenía una población media de 300 individuos que podían llegar a los 1.500 en los grandes asentamientos. Esto puede deberse, según estos arqueólogos, no sólo a las incipientes relaciones comerciales sino también al desarrollo agrícola y ganadero que ya se estaba produciendo en los últimos siglos de la edad del Cobre.

Asimismo, en los lugares geográficos que eran propicios para ello, durante la cultura argárica también empezaron a explotarse determinados recursos mineros.

Enterramientos argáricos: la integración del difunto en la sociedad y la creencia en el más allá
Un hecho destacado que se produce durante el periodo de El Argar es el cambio de mentalidad respecto al enterramiento del difunto. En este periodo los sepulcros se encuentran dentro del recinto de las propias casa o en su subsuelo. Los cadáveres solían introducirse en grandes tinajas rodeados de los objetos más valiosos que poseían, que generalmente eran de metal. Los arqueólogos distinguen el nivel que tenía el difunto dentro de la sociedad argárica por el valor de su ajuar funerario.

Gracias a esto se sabe, como se ha apuntado al principio del texto, que había una elaboradora jerarquización de dos o tres niveles: "reyes" o "caudillos", "nobles" y "campesinos" o "vasallos". Los personajes de más alta cuna solían enterrarse junto con bellas armas rituales y joyas muy elaboradas.

El motivo por el cual los enterramientos se realizaban dentro del recinto de las casas se debe, según los arqueólogos, a que esta sociedad ya creía en el más allá e integraban a los difuntos dentro de la comunidad de los vivos.

Orígenes de la cultura de El Argar
Antiguamente se creía que la cultura de El Argar había surgido, como muchos de los hitos culturales de nuestra península por imitación o influencia de otras culturas, sin embargo actualmente esa concepción ha cambiado.

Investigadores como Lull y otros afirman que ya en la cultura de Los Millares, además cercana y coterránea a los lugares donde se desarrolló la cultura argárica ya aparecen indicios de lo que se produjo en esta época y que por lo tanto no es descartable el origen autóctono, aunque sin negar la evidencia de influencias debidas al intercambio comercial con regiones a veces distantes de El Argar como la Grecia micénica.

Extensión y lugares arqueológicos de la cultura argárica
El ámbito geográfico que ocupó la cultura de El Argar abarca una extensa franja del sureste peninsular que se corresponde con las actuales provincias de Almería y Jaén y quizás una parte de la región de Murcia.

Los principales sitios arqueológicos son El Argar, Fuente Bermeja de Níjar, Cerro del Nacimiento, Cuevas del Almanzora y Sierra de las Estancias en Almería, Peñalosa en Jaén y La Bastida de Totana y Puntarrón Chico en Murcia, entre otros.

Estas zonas y lugares arqueológicos aún no están completamente excavados y pueden que aún guarden más sorpresas y descubrimientos acerca de esta gran civilización del sureste español.

Autor: Jose Manuel Peque Martínez
Fuente: Suite101
Fecha: 26/11/2010

La momia hallada en Sahagún (León) era de un varón y posiblemente una celebridad

Los estudios realizados a la momia hallada junto a un sello papal, del siglo XIV, enterrada en el altar mayor del Santuario de la Peregrina de Sahagún (León), han revelado que se trata de un varón, de entre 45 y 55 años, y que posiblemente fue una personalidad de elevada dignidad.

La investigación no ha permitido determinar la figura histórica en cuestión de la que se trata, pero sí que el ataúd estaba justo en el altar mayor, lo que hace pensar que el personaje fuera relevante, y que junto a la momia estaban enterradas otras dos mujeres, así como un sello del Papa Gregorio XI.

Así lo han explicado hoy en León en un café de redacción organizado por EFE, en el Parador de San Marcos, los expertos que han participado en este estudio, que ha desterrado ciertas hipótesis que se sostenían en un principio como que esta momia pertenecía a una mujer.

Los restos humanos aparecieron por sorpresa a finales de 2008 ocultos en un ataúd detrás de una pared del altar mayor del Santuario de la Peregrina de Sahagún, una de las joyas del mudéjar del país, con motivo de las obras de restauración que se están realizando en este monumento, que aún no han concluido, según ha explicado el arquitecto director de las obras, José Ramón Sola.

La Peregrina de Sahagún fue un antiguo convento franciscano que se empezó a construir en 1257, según consta en el acta fundacional del mismo.

Por su parte, el arqueólogo Javier Morala, ha desvelado que se trata de un enterramiento secundario, que no es original, y que la momia, además de los restos de las otras dos mujeres, y el sello papal, fueron trasladados, por razones que se desconocen, a otro féretro, en una época que se desconoce también.

Este féretro a lo largo de la historia ha sido abierto hasta en dos ocasiones, e incluso tiene injertos de madera distintos al original, ha explicado el arqueólogo.

Se desconoce si el sello papal, la momia y las mujeres son coetáneos, pero lo que sí está claro es que hubo intención de ocultarlos, al haberles enterrado juntos, y después tapados con una pared.

En ese lugar, hay colocado un retablo, del siglo XVIII, que se pudo colocar una vez emparedados los restos.

El proceso de momificación de este varón ha sido natural, es decir, se ha producido por haber estado en un lugar con unas determinadas condiciones de sequedad y por eso ha llegado a nuestros días, según ha dicho.

El arqueólogo ha explicado que no son frecuentes hallazgos de este tipo, y mucho menos enterrados en un altar y con un sello papal.

Por su parte, el profesor de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid Juan Francisco Pastor ha detallado el resultado del escáner realizado a estos restos, del que se desprende que el varón presentaba marcas a nivel de los muslos como que estuviera atado, había perdido dientes, tenía una lesión en el brazo muy importante, en la zona del codo, y cálculos en la vejiga.

Respecto a las marcas de los muslos que presenta la momia, ha apuntado que se las ha podido producir el cordón de un hábito franciscano, que pudo llevar en vida, o que se le colocaron cuando se le amortajó, algo que tampoco era raro en personajes acaudalados.

En cuanto a las dos mujeres que han aparecido con él, una de entre 21 y 35 años, y la otra de entre 36 y 50, no presentan patologías relevantes, salvo artrosis cervical, una de ellas, y la otra, en un tobillo.
Las obras de este santuario concluyeron en el siglo XIV, según Sola.

Durante la restauración de este monumento, que comenzó en 2004, han aparecido desde yeserías, hasta pinturas, e incluso inscripciones mudéjares, difíciles de descifrar, según ha explicado el arquitecto.

En este santuario, se pretende habilitar el Centro de Documentación del Camino de Santiago.

Fuente: ABC
Fecha: 25/11/2010

La Olmeda acerca las costumbres funerarias del Bajo Imperio Romano

La villa romana La Olmeda, situada en Pedrosa de la Vega (Palencia), acerca las tradiciones y costumbres funerarias del Bajo Imperio Romano con una exposición que recorre el complejo mundo del "funus" romano a través del hallazgo de dos necrópolis con 700 tumbas excavadas en esta villa.

La muestra titulada "El Último Viaje. Los Ajuares Funerarios de la Olmeda" ha sido calificada como una "magnifica exposición sobre el último viaje y los ajuares funerarios de la época tardo romana".

Su objetivo es dar a conocer todo lo que concierne a los enterramientos de la época romana y las ceremonias que se utilizaban pero "sobre todo intentamos que la villa romana La Olmeda sea un espacio cultural vivo y permanente", ha subrayado el presidente de la diputación de Palencia.

Para el director arqueológico de La Olmeda, José Antonio Abásolo, "en el estudio del mundo funerario de la antigüedad hay un antes y un después de La Olmeda".

Abásolo ha recordado que esta villa era el centro de un vasto territorio donde residía una población muy grande por lo que contaba con cinco cementerios.

En este sentido ha destacado que "hay muy pocas villas como La Olmeda pero carecemos en arqueología de sus cementerios" debido a que en la edad antigua las tumbas no tenían ninguna evidencia externa que sirviera para identificarlas y de ahí que resulte muy difícil localizarlos.

De ahí la importancia de las dos necrópolis excavadas en los alrededores de la villa, donde se han encontrado 700 tumbas, un numero muy superior al del único cementerio del Bajo Imperio que hasta ahora se conocía en Castilla y León, entre las provincias de Burgos y Álava, y que cuenta con 50 enterramientos identificados.

La exposición se estructura en una serie de paneles en los que se habla del origen y antecedentes de las creencias de los antiguos, la historia funeraria de La Olmeda y lo que ha significado la Olmeda en el estudio del "funus" romano.

Se completa con vitrinas con piezas de las dos necrópolis excavadas entre las que hay pulseras y collares de ámbar, piezas de vidrio y cerámica y objetos de diversa naturaleza asociadas al sexo y profesión del difunto.

La exposición ha pretendido buscar una especie de complemento y convergencia entre lo que era la vida en la villa y el conocimiento del mundo de las creencias de la antigüedad cuando enterraban a sus difuntos, las ofrendas que depositaban y comprobar así la evolución cronológica y cultural en la ingente cantidad de enterramientos hallados, ha explicado Abásolo.

Fuente: ABC
Fecha: 25/11/2010

A debate, teorías del poblamiento de América

Para hacer una revisión de las teorías del poblamiento de América, tras diversos hallazgos arqueológicos en diferentes sitios del continente con rangos de antigüedad de 10,000 y 12,000 años, que apuntan hacia la ocupación múltiple, investigadores nacionales y extranjeros se reunirán en el marco del V Simposio Internacional "El Hombre Temprano en América", que se realizará en La Plata, Argentina.

Con el tema, A cien años del debate Ameghino-Hrdlicka (1910-2010), el encuentro académico organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), servirá además para recordar las dos teorías vertidas hace un siglo por ambos científicos en torno al poblamiento de América; el argentino Florentino Ameghino señaló que el hombre habría evolucionado en las pampas argentinas y que desde ese lugar emigró al resto del planeta; mientras que el norteamericano Alex Hrdlicka, propuso que el hombre americano procede de un grupo racial asiático que entró al continente por el Estrecho de Bering.

José Concepción Jiménez, investigador de la Dirección de Antropología Física del INAH, fundador y organizador del Simposio que se realiza desde 2002, informó que un equipo de investigadores mexicanos viajará a Argentina para participar en este foro que tendrá lugar en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata.

Al respecto, Arturo González, director del Museo del Desierto, en Coahuila; y el antropólogo Enrique Serrano, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, coincidieron en señalar que los planteamientos que se han formulado en México a partir de recientes investigaciones, refieren que el poblamiento de América se dio mediante una colonización múltiple, a partir de varias migraciones, posiblemente anteriores a la llegada de los grupos clovis a Norteamérica, y no mediante una sola migración.

Arturo González, coordinador del proyecto Estudio de los Hombres Precerámicos en la Península de Yucatán, cuyo equipo hace unos meses, rescató del interior de una cueva sumergida de Quintana Roo, el esqueleto de un hombre de la Era de Hielo, recordó que la teoría que prevalece hasta la actualidad es que grupos clovis cruzaron por el Estrecho de Bering desde Siberia, persiguiendo al mamut, y así colonizaron el continente.

"Sin embargo, nosotros estamos encontrando evidencias de hombres anteriores a los clovis; es así que poco a poco México está aportando importantes elementos que se empiezan a volver piezas clave para entender el rompecabezas del poblamiento de América, como los esqueletos rescatados del interior de cuevas sumergidas de la península de Yucatán, que no se asemejan a ningún grupo nativo americano, sino que están asociados al sur de Asia".

En ese sentido, González consideró que esta quinta edición del Simposio va a ser polémica, por la discusión que hay entre colegas norteamericanos que defienden la migración de clovis como la más antigua y única, contrapuestos a evidencias de argentinos y brasileños, que han localizado restos culturales más antiguos a los clovis en sus respectivos países.

El antropólogo físico Concepción Jiménez especificó que mientras en Brasil hay fechamientos de objetos trabajados por el hombre de 30,000 años, en Venezuela de 14,000 y en Chile de 33,360, en Norteamérica sólo llegan a 10 y 15 mil años de antigüedad, pero en cambio en México las dataciones se han obtenido directamente de huesos humanos, de ahí la relevancia y porque son pocos los restos de hombres antiguos encontrados en todo América.

Los investigadores coincidieron en que en el siglo XX hubo un hueco muy grande en los estudios de la prehistoria en México, en tanto que el 95% del territorio nacional aún no ha sido explorado y existen un gran número de cuevas, acantilados y abrigos donde los primeros humanos plasmaron pinturas rupestres y petrograbados, además de existir otras evidencias.

"Pero ahora se está reactivando y este Simposio —originado al interior del INAH por iniciativa de prehistoriadores mexicanos, encabezados por Concepción Jiménez, que sentían la necesidad de aglutinar a otros colegas para intercambiar puntos de vista—, permite discernir teorías, planteamientos y nuevas metodologías para avanzar en la investigación de la prehistoria", advirtieron.

En el V Simposio Internacional "El Hombre Temprano en América" participarán 150 investigadores procedentes de Brasil, Venezuela, Chile, Uruguay, Argentina y México. Entre los temas que se abordarán están los relativos a las migraciones de los primeros pobladores, fechamientos de vestigios precerámicos, recuperación de ADN antiguo para determinar poblaciones, así como problemáticas relacionadas con la megafauna (animales de grandes proporciones como el mamut) y la fauna.

Fuente: Canal Patrimonio
Fecha: 22/11/2010

La mayor necrópolis emiral

CIS Arqueología se encarga de los trabajos en este solar del centro.

Cuando se trata de documentar el pasado musulmán de Málaga, el centro histórico se erige en fuente inagotable de información. A estas alturas no es de extrañar que tras cada nueva construcción que se emprende, el subsuelo eleve la voz para reivindicar su lugar en la historia. El pasado año las catas en los almacenes de la plaza Félix Sáez revelaron un cementerio islámico fechado en el siglo X con 90 cadáveres. A pocos metros los arqueólogos han ubicado su continuación, la primera y mayor necrópolis islámica hallada en la ciudad de época emiral, de entre los siglos VIII y IX, con 200 inhumaciones documentadas en apenas 300 metros cuadrados de solar. Entre las calles Sebastián Souvirón y Olozaga, el equipo de CIS Arqueología, comandado por Carmen Íñiguez trabaja ya en la tercera y última fase de esta operación, iniciada en 2007.

"Después de la conquista cuando se establecen los musulmanes en la ciudad, las inhumaciones son aún muy precarias. Son fosas excavadas en línea de costa aprovechando la arena blanda", detalla Íñiguez. La primera vez que se constató la presencia de una necrópolis de esta características en la zona de costa fue en la excavación de Plaza de la Marina en 1988, "en niveles inferiores se documentaron unos cuantos enterramientos, lo que no sabíamos era el alcance y la extensión de la necrópolis. De la plaza de la Marina hasta aquí, en la calle Olozabal", añade la arqueóloga.

A tres metros de profundidad respecto a la cota actual de calle, se encuentra este cementerio que se está excavando en su totalidad, junto a estudios de antropología física que permitirán determinar el sexo, la edad de los cuerpos en el momento de la muerte, además de las enfermedades. Aún así, por la patología que presentan los huesos se sabe que "algunos de los cuerpos adultos están afectados de brucelosis, conocida popularmente como fiebre del Malta", apunta la directora.

Uno de los hallazgos que más ha sorprendido al equipo es la aparición de restos de las extremidades inferiores de un feto de seis meses de gestación. Significativo resulta también el hallazgo de inhumaciones mixtas: dos casos de madres enterradas con un niño y un bebé "y dos jóvenes masculinos abrazados y enterrados juntos a un tercer individuo asociado a esa tumba", añade Iñiguez.

Algunos cuerpos presentan síntomas de daños por las posteriores construcciones de pozos sépticos y de agua potable. "Una vez que se abandona la necrópolis se colmata y se construye encima. En el siglo X toda esta zona se urbaniza, forma parte ya de la ciudad. Constituyendo un importante barrio de tipo artesanal" relata. Durante el proceso de excavación, en el que se han documentado cuatro niveles salió a la luz, en el primer nivel, un enterramiento mixto de humanos y fauna con fragmentos de huesos y cráneos , en el que, en principio se han documentado restos pertenecientes a bóvidos y équidos".

Una vez realizado la mayor parte del trabajo de campo, los expertos han podido constatar datos cómo el tipo de enterramiento en consonancia con los usos de la época y religión. "Todos están enterrados siguiendo el ritual islámico: posición fetal con la colocación del cuerpo de cúbito lateral derecho y con el cráneo mirando a la Meca, "sur o sureste, en este caso, mirando al mar", sostiene Íñiguez. Se trata de tumbas simples, excavadas en fosas, no en cajas, y con sudario. "Tenemos muchos ejemplos de cuerpos que en el momento del enterramiento se sujetan con fragmentos de ladrillo o cantos rodados recogidos del Guadalmedina delimitando la cabeza, extremidades, cadera y mandíbula para que la boca no se abra", explica Íñiguez.

Una zona de la necrópolis está totalmente sellada con materiales del siglo IX, preludio de lo que acontecería en periodos posteriores. "Entre finales del IX y comienzos del siglo X es cuando se ubica la necrópolis en la famosa Yabal Faruh Entre", recuerda la arqueóloga para referirse a la mayor fosa islámica de Málaga, que abarca desde el monte de Gribralfaro hasta El Ejido, y del siglo X al XV.

En 2007, cuando se iniciaron las primeras catas salieron a relucir los restos de una fondac, una especie de alhóndiga de casi unos 300 metros de extensión, además de los vestigios de un barrio artesanal. "De Especerías hasta Atarazanas se llevó a cabo una de las ampliaciones urbanísticas más importantes en época islámica, constatada desde el siglo X al XV", relata. La documentación aportada por los Repartimientos relata cómo la alhóndiga se dona a una familia cristiana "y continúa siendo un mesón después de la conquista castellana", sostiene Íñiguez.

Fuente: Málaga Hoy
Fecha: 21/11/2010

ESPAÑA SIGUE BUSCANDO EN FOSAS A LOS DERROTADOS DE LA GUERRA CIVIL

Más de setenta años después de la Guerra Civil, diversas asociaciones y familiares de víctimas siguen buscando restos de personas ejecutadas por los franquistas, casi con sus propios medios y sin apenas ayuda oficial del Estado o de la judicatura.

"Esto se está haciendo muy lentamente y con pocos medios", dice a la AFP Santiago Macías, vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).

La búsqueda y exhumación de los cuerpos se lleva a cabo con los medios de cada asociación, mientras el Estado sólo prevé reparaciones simbólicas para las víctimas y subvenciones para las actividades de las asociaciones, hasta un máximo de 60.000 euros por organización, merced a la denominada Ley de Memoria Histórica, aprobada en 2007.

Desde 2006, el Gobierno socialista ha destinado un total de 19,4 millones de euros al desarrollo de la ley, de los que 5,9 millones se dedicaron a exhumaciones y el resto a homenajes, exposiciones, estudios, etc.

La ley "sirve para (reconocer) nacionalidades, para los brigadistas internacionales, para garantizarles los mismos derechos que a cualquier combatiente español, para arreglar algún tema de los hijos y nietos del exilio (a 93.344 de ellos se ha concedido la nacionalidad española) y dar un certificado de víctimas", según Macías, que critica su escasa operatividad práctica en las exhumaciones.

La ARMH fue pionera hace diez años en la apertura de fosas y desde entonces ha abierto más de 150 y exhumado más de 1.500 cadáveres, los últimos esta semana, cuando el sábado se cumplen 35 años de la muerte del dictador Francisco Franco.

"Entre todas las asociaciones se habrán sacado unos 5.000 cuerpos", explica el arqueólogo de la ARMH René Pacheco, que dirige la exhumación de siete asesinados en noviembre de 1936, apenas cuatro meses después del inicio de la contienda española en Calzada de Oropesa.

"No habremos sacado ni un 10% de las (personas) que están enterradas. Se calcula que hay entre 105.000 y 130.000 desaparecidos" en fosas en España, añadió Pacheco, de 27 años, que dirige a un grupo de voluntarios que buscan con cuidado los cuerpos.

Los restos de Alberto García Simón, Manuel Gutiérrez Castaño, Antolín Gutiérrez Castaño, Germán Sarro García, Francisco Herreruela Arroyo, Lorenzo Polo Hernández y Enemesio Hernández Alvarez, vecinos del pueblo de Las Ventas de San Julián, van saliendo a la luz ante la emoción de algunos familiares. "Estoy contenta, aunque apenas lo recuerdo. Ahora vamos a poder sepultarlos", dice a la AFP Paula Polo González, de 78 años, que tenía cuatro cuando mataron a su padre, Lorenzo Polo.

Al igual que en la mayoría de los casos, el proceso de búsqueda se inició con algún familiar, que se suele dirigir a la ARMH enviándole información que se completa con investigación en archivos, entrevistas personales, etc, pero sin ayuda oficial o judicial. Pocos jueces se personan en el lugar cuando se descubre una fosa, pese a que, según la legislación, un magistrado debe estar presente "cuando hay signos evidentes de violencia en unos restos encontrados en medio del campo", critica Macías.

Cada vez que se encuentran unos restos, la ARMH cursa la correspondiente denuncia ante las autoridades, pero "los jueces habrán venido unas cinco veces tras más de 150 fosas abiertas", afirma. La incertidumbre todavía existente sobre el órgano judicial competente y el caso del juez Baltasar Garzón podría explicar en alguna medida las reticencias judiciales.

"Es bochornoso que la única persona perseguida en relación a los crímenes más graves que se han cometido nunca en este país sea el juez que intentó abrir el proceso", aseguró recientemente el magistrado de la Audiencia Nacional Ramón Sáez Valcárcel.

Garzón está en espera de juicio por prevaricación (dictar una resolución injusta a sabiendas de que lo es) por haber querido investigar sobre los desaparecidos de la Guerra Civil (1936-39).

Sin embargo, pese a estas dificultades, Macías cree que la recuperación de desaparecidos es un fenómeno imparable porque muchos de los que inician la búsqueda son jóvenes "y no es que se muera con la generación de sus abuelos o de sus padres, sino que pasa a ellos, y sus hijos van a querer hacerlo. No se puede estar como si no hubiera pasado nada", sentenció.

Fuente: AFP
Autor: Gabriel Rubio
Fecha: 18/11/2010