lunes, 3 de agosto de 2009

¿Una edad de hielo potenció el crecimiento de nuestro cerebro?

A pesar de que estoy casi sin tiempo, razón de que los tenga un poco abandonados, tengo mucho para contarles, pero elijo una noticia que salió hace poco, que realmente… me ha dejado pasmado. Espero que ustedes puedan reírse también como yo de lo mal que hacen ciencia algunas personas. Es que… si no nos reímos, tenemos que pensar que hay científicos exprimiendo cada centavo para su investigación cuando a gente como esta les dan recursos…

Veamos cómo se puede teorizar que nuestro cerebro evolucionó gracias al frío y cómo podría freírse por culpa del Calentamiento Global.

¿Por qué tenemos estos grandes cerebros? ¿Cómo evolucionaron? Esa misma pregunta se hicieron David Schwartzman y George Middendorf de la Universidad Howard, Washington, Estados Unidos.

Ellos se centran en la expanción que hubo hace 2,5 millones de años en el tamaño del cerebro de nuestros ancestros, que pasó de 600 cc a 1000cc. Esa época era justa un período frío, y según los investigadores de Howard no es casualidad. Tener las cabezas más frescas habría permitido que creciera más el cerebro.

Claro, el cerebro es uno de los órganos más glotones de nuestro cuerpo, hablando de consumo de energía, casi la mitad del total se lleva. Según los autores del estudio, antes de ese período frío hace 2,5 millones de años no habría podido evolucionar nuestro cerebro grande, ya que sino no hubiese podido disipar el calor generado por nuestra cabeza con suficiente velocidad.

A estos dos autores de un estudio de hace diez años, se le ha unido ahora Axel Kleidon, del Max Planck Institute de Bioquímica, Alemania. Quien gracias a un modelo computarizado de los sistemas climáticos de la Tierra, estudió la máxima temperatura en la que el cerebro humano puede perder calor eficientemente en diferentes regiones del globo.
Descubrió que en las zonas tropicales, es más difícil, y eso restringe algunas actividades de la gente. Hace 3 millones de años, dice Kleidon, habría sido más difícil, ya que la temperatura global era unos cuantos grados más alta que en la actualidad, y no teníamos aire acondicionado.

Ahora, Schwartzman y Middendorf volvieron al ataque con un nuevo artículo luego de leer a Kleidon. Y sugieren que una pequeña bajada en la temperatura global puede haber ayudado a que evolucionase el cerebro grande que tenemos hoy en día.

Usaron algunas ecuaciones, parece, que predicen cuan rápido podía refrigerarse el cerebro de los Homo habilis, primer integrante del género humano. Ellos asumen que sólo el sobrecalentamiento del cerebro limitaba el crecimiento del cerebro, así que calcularon también que una baja en la temperatura del aire habría ayudado para que el Homo erectus pudiese tener, algunos millones de años después, un cerebro mayor que el de su antepasado.

Y según Schwartzman y Middendorf esa bajada es de 1,5 º C. Que según ellos es justamente lo que debe haber bajado la temperatura en esos tiempos.

Lo peor llega con el cierre de la nota, cuando se le pregunta a los autores ¿qué pasará hoy en día con el Calentamiento Global? ¿Nos vamos a volver más tontos porque nuestro cerebro se irá reduciendo? Y Middendorf responde: “Odio pensar que una diferencia de 1,5º C signifique el final de los humanos porque nuestros cerebros se cocinan, pero creo que es un escenario que podría darse”. Sí, les juro que es lo que dijo, al menos eso sale en la nota original.

Pero no se asusten, que gracias a la cultura, dicen, podremos paliar el asunto, ya que hoy tenemos aireacondicionados, ventiladores, etc… cri cri.

Por si hace falta. Vale aclarar que hay una gran diferencia de temperatura en todo el mundo desde los polos hasta el Ecuador, y eso no significa que la gente tenga diferentes tamaños de cerebros, o que se cocinen, o se congelen. Aparte que si sólo con el descenso de temperatura alcanza para que crezca el cerebro, ¿por qué no ocurrió con otros primates o demás animales?

Todas estas barbaridades salieron publicadas en la revista Climatic Change, vol 95.

Autor: Martín Cagliani
Fuente:
Mundo Neandertal
Artículo: NewScientist
Para reírse más en inglés: Blog de John Hawks

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