jueves, 28 de octubre de 2010

UN MES A PIE DE FOSA

Alfarnatejo recupera los restos de siete víctimas de los dos bandos de la guerra.

En la casa de José Alba, de 74 años, no se hablaba de la forma en la que murió su padre, un carabinero de 39 años fusilado por el régimen franquista el 17 de febrero de 1937. Y ayer, que la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga presentaba los resultados de las exhumaciones de siete víctimas de los dos bandos de la guerra civil, entre ellas el padre de Alba, se quedó sin palabras.

Todos tuvieron muestras de cariño para este hombre que estuvo un mes "a pie de fosa", ayudando y dando ánimo a los arqueólogos a cargo de las excavaciones en el cementerio viejo de Alfarnatejo, un pueblo de 500 habitantes situado a 50 kilómetros al norte de la capital malagueña. "Él no conoció a su padre, porque lo mataron cuando tenía dos años, pero estuvo allí el primero, y nos daba ánimos para que continuáramos", contó Miguel Alba, coordinador de la Axarquía de la Asociación y sobrino de José Alba. "No me puedo imaginar lo que pasaba por su cabeza, la emoción que sentía", añadió Antonio Benítez (PSOE), alcalde de Alfarnatejo.

José Alba, el tercero de los cuatro hijos de Salvador Alba, rompió a llorar cuando se vio rodeado de un grupo de periodistas que quería conocer el triste final de su padre. "Se entregó en el cuartel porque sabía lo que era una guerra, y también sabía que no había hecho nada", explicó. Salvador Alba fue fusilado junto con otras dos personas: Francisco López Contreras, un brigada de carabineros de 50 años, y Fernando Conejo, un campesino de 19 años vecino de Riogordo (Málaga). "El pequeño de mis hermanos nació tres meses después. Mi madre nos sacó adelante como pudo, vendiendo huevos, buscando trabajo", relató.

José Alba y Francisco Ramírez, nieto del brigada de carabineros fusilado, acudieron a la Asociación de la Memoria Histórica para que recuperara los restos de sus familiares. Sabían que los habían fusilado en Alfarnatejo, y coincidiendo con la clausura del viejo cementerio, el alcalde decidió recuperar sus restos.

Cuando los arqueólogos ya estaban en el tajo, los mayores les contaron que por fuera de la tapia del cementerio estaban enterrados dos ganaderos granadinos. Según sus testimonios, fueron fusilados por los milicianos en 1936 porque no eran "adeptos a la revolución". El alcalde de Alfarnatejo acordó también se recuperaran sus restos, algo que el coordinador de la Asociación en la Axarquía alabó. "Fue un trabajo incómodo que le podía haber causado cierto dolor de cabeza, pero prefirió hacer eso que es un acto de justicia, que quedarse parado", dijo Miguel Alba.

El equipo recuperó también los restos de dos hermanos asesinados en 1949 y que fueron acusados de "bandolerismo", y tiene pendiente de exhumar otra fosa, que todavía no han localizado, con los huesos de otros dos hermanos fusilados los primeros días de la entrada de las fuerzas fascistas en la zona en 1937.

Fuente: El País
Autor: JUANA VIÚDEZ
Fecha: 08/10/2010

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