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Aunque parezca extraño, es fácil perder la perspectiva de lo qué es una guerra cuando se está excavando una trinchera: la concentración que implica el trabajo arqueológico, los problemas metodológicos y los retos interpretativos, el entusiasmo de los hallazgos...
El objetivo final de nuestras investigaciones es lograr que nos hagamos una idea más precisa de cómo se vive una guerra -pasando miedo en el frente o hambre en un campo de concentración.
Pero en la guerra también se muere. Y se muere en masa y de las formas más horribles. En la Guerra Civil Española cayeron bajo las bombas y las balas cerca de medio millón de personas. Los huesos de muchos todavía cubren los campos de España.
En Abánades la reja del tractor saca a la luz de vez en cuando los restos de soldados anónimos. Son personas que han sufrido una doble muerte: la física y la de la memoria ¿Qué historias hay, y que tragedias, detrás de los huesos recogidos entre los surcos del arado?
Fuente: Arqueología de la Guerra Civil Española
Fecha: 10/09/2010
Exhumados en una finca de Granada un grupo de fusilados en 1936.
Se habla mucho de ella, pero pocas veces se había visto tan nítidamente en imágenes. La típica fosa de la cuneta de la Guerra Civil. La Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica ha exhumado los cuerpos de 18 personas que fueron fusiladas en 1936 a la orilla de una carretera y enterradas apresuradamente en una finca privada de Montefrío (Granada).
Se trata 16 hombres y dos mujeres procedentes de las localidades vecinas de Algarinejo y Fuentes de Cesna, supuestamente asesinadas entre el 21 y 28 de septiembre del año en que comenzó la contienda. Los trabajos, subvencionados por el Ministerio de la Presidencia, han sido filmados a diario por un cámara profesional para elaborar un documental.
Tienen como novedad que se ha recurrido a la fotografía aérea para mostrar el recorrido de los camiones desde su lugar de origen hasta la misma fosa, ubicada a la derecha de una curva, en un campo de olivos.
Según fuentes cercanas al equipo que ha realizado la exhumación, la mayoría de los fallecidos estaban emparentados (parejas de hermanos, padres e hijos, primos). Junto a sus cadáveres se han hallado objetos personales como un lápiz, un dedal y unas tijeras, la boquilla de un cigarro, un suspensorio para las hernias, suelas de zapatos, hebillas, botones, además de restos de proyectiles.
Uno de los cuerpos pertenece a un chico de 17 años con dos impactos de bala en la nuca. Los cuerpos han sido ya estudiados (están a la espera de que se les practique la prueba de ADN), depositados en ataúdes y trasladados a una oficina del cementerio de la localidad de Algarinejo, que era la antigua capilla.
Fuente: El País
Autor: ISABEL PEDROTE
Fecha: 09/09/2010
La excavación realizada el año pasado en el yacimiento de la basílica de Marialba (León) permitió recuperar un vasto repertorio de material arqueológico. El tesoro lo configuran más de 3.400 fragmentos de cerámica, cerca de 2.500 materiales no cerámicos (metal, vidrio, azabache, monedas o decoración, por ejemplo) y, especialmente, restos de 282 individuos procedentes de 237 enterramientos en el templo paleocristiano o sus proximidades. Estas piezas óseas están llamadas a jugar un papel importante para esclarecer el pasado de la iglesia, cuyos restos más antiguos corresponden al siglo IV. Según anunció Zoa Escudero, arqueóloga de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, "en los próximos meses se procederá a una analítica de estos restos humanos".
El número de enterramientos parece responder a la naturaleza propia del templo. Gran parte de los templos cristianos del tránsito de la Antigüedad a la Edad Media (siglos IV y V) que han llegado hasta la actualidad corresponden a construcciones funerarias. En el Imperio Romano se prohibían las inhumaciones en las ciudades, por lo que los primeros cristianos construyeron sus basílicas cementeriales en las afueras. Marialba se encuentra a unos 13 kilómetros de la actual León, en la ruta que comunicaba Legio VII con Lancia.
El informe arqueológico elaborado por los investigadores que trabajaron en 2009 en el yacimiento apunta en esta misma línea. El edificio tenía uso religioso y funerario desde sus primeros momentos. En el lugar se han encontrado dos tumbas tardorromanas. "Estos dos enterramientos alumbra la posibilidad de una nueva área de cementerio de esta época", apunta un resumen del informe, recogido por Dicyt.
Una de las novedades que aporta esta última excavación es la amplitud del yacimiento. Su extensión es mayor a la intuida hasta ahora, de hasta un kilómetro al norte de la basílica. "El complejo es más grande de lo pensado hasta ahora, y pudo contener una aldea o una explotación agropecuaria", indica Zoa Escudero. Pero se tienen pocos datos de esa hipotética población. "Sólo se conoce la existencia de la basílica, pero no sabemos que nos podemos encontrar". Con el fin de investigar el terreno adyacente al templo, los arqueólogos emprenderán una prospección geofísica de la superficie. Esta labor se emprenderá también a corto plazo, paralela a la analítica de los restos humanos.
En todo caso, el material recogido proporcionará a los científicos muchas horas de trabajo. "Se suele considerar que un mes de trabajo de campo equivale a un año de laboratorio, y aquí estamos hablando de bastantes años para realizar investigaciones, pero habrá que tener en cuenta la financiación", señala Zoa Escudero. Por este motivo, la arqueóloga indica que 2011 será "un año clave para conocer el futuro del yacimiento".
Edificio monumental
Que la basílica de Marialba era un edificio de dimensiones extraordinarias era algo que se sabía desde la primera excavación realizada en la zona, por parte del Instituto Arqueológico Alemán de Madrid fundado por Helmut Schlunk, en 1967. El profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Artemio Manuel Martínez Tejera estima que en su ensayo Arquitectura cristiana en Hispania durante la Antigüedad tardía (siglos IV-VIII). que templo estaba formado por una nave rectangular de 23'44 por 13'60 metros con un ábside situado al sudeste en forma de herradura, tanto exterior como interiormente, de 9'55 metros de diámetro. Aún quedan en pie los muros de la nave (de un metro de altura) y del ábside (de dos), parte de un recinto declarado Bien de Interés Cultural. El trabajo arqueológico reciente reafirma esta tesis: "Era una construcción muy ambiciosa, exenta, muy visible a una gran distancia".
La investigación ha permitido además conocer algunos detalles de la construcción. Sus cimientos eran inusuales: de dos metros de ancho, como los de las murallas romanas de León y Astorga. Además, para levantar el templo, se emplearon piezas de construcción de algún asentamiento militar próximo. Lo atestiguan fragmentos de tejas con sellos incompletos de la Legio VII Gemina. También se ha podido concretar que en siglo XIII el complejo religioso comenzó a desmantelarse, ya que restos de la propia basílica han aparecido en enterramientos de esa época.
Metodología
El trabajo científico llevado a cabo se ha basado en una metodología convencional de "naturaleza arqueológica", explica Escudero. Esto es, ha incorporado técnicas estatigráficas, revisión de visu de los materiales encontrados, planimetría y topografía del lugar. Como en otros yacimientos, los arqueólogos fueron eliminando capas del terreno de forma ordenada, registrando todo lo que se encontraban.
En los estratos más profundos encontraron los materiales más antiguos. Esta acción tuvo una peculiaridad. Como en 1967 se intervino en el yacimiento, el terreno no era virgen, por lo que se incrementaba la dificultad de las operaciones. En estos momentos, la basílica se ha vuelto a cubrir con capas de metal y tierra y su perímetro está vallado.
El trabajo de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, constituida por las seis cajas de ahorro de la comunidad autónoma y la Junta, persigue, además de mejorar el conocimiento del templo paleocristiano, adecuar el entorno para hacer posible visitas y crear un aula de interpretación de la primitiva iglesia.
Fuente: LN
Fecha: 07/09/2010
El norte de Grecia lo ocupa Macedonia enmarcada por el mar Egeo, el lago Prespa y el monte Olimpo. Macedonia es la tierra de Alejandro el Magno como lo atestiguan las ruinas de Pella donde nació uno de los grandes líderes de la antigüedad. Es también la tierra de Filipo II, el padre y mentor, el militar que conquistó la Grecia Clásica, el hombre emprendedor que abrió horizontes a su hijo. Ambos dejaron impronta de su capacidad de mando, de su ambición, de su empeño en conquistar nuevas tierras, en expandir su reino. Una expansión, siempre hacia el sur. En el norte se topaban con el macizo de los Balcanes, una dificultad orográfica insalvable en el siglo IV a. C. Conquistar el sur, un mundo desarrollado y rico, era una empresa más fácil y prometedora. En la conquista de nuevas tierras murió Alejandro, si bien sobre donde está su tumba hay teorías para todos los gustos. Sin embargo, sobre Filipo II no hay duda. Fue asesinado en Aigia el año 336 a.C., durante la boda de su hija Cleopatra y allí está enterrado.
Vergina se encuentra en el centro de Macedonia, a 80 kilómetros de Thesalónica, y a 11 de Veria. Es una pequeña población a los pies de una colina conocida como Monte Pieria en la que en el siglo XIX arqueólogos franceses encontraron las ruinas de Aigia o Egas, la primera capital del antiguo y poderoso reino de Macedonia, creado por la dinastía Argea en el año 650 a.C. El arqueólogo León Heuzay descubrió hacia el año 1860 parte del antiguo palacio real, un teatro, casas y un templo. Heuzay Intuyó la importancia del yacimiento pero no supo ponerle nombre. Esa importancia venía dada por los restos encontrados y por la necrópolis que se extiende al este de la ciudad con unos 300 túmulos funerarios que proceden de épocas tan distintas como la Edad de Bronce o la época helenística. De la necrópolis lo que más sorprendió a Heuzay fue el excepcional tamaño de un túmulo que, en contraposición a las pequeñas dimensiones habituales, sobrepasaba los 12 metros de altura y los 110 metros de diámetro. El arqueólogo francés escribió que en estas tumbas subterráneas, como en Egipto o Etruria, existe algo más que una mera selección de objetos antiguos, “en estos túmulos yacen la vida y la historia de un pueblo en espera de ser descubierto”.
La intuición del francés la confirmó un siglo más tarde el también arqueólogo Manolis Andronikos que en 1977 excavó la necrópolis en la que encontró varias tumbas. Todo un hallazgo por la importancia artística de las mismas y el extraordinario contenido de los ajuares funerarios. Estos descubrimientos permitieron identificar las ruinas como la primigenia capital macedonia, Aigia, y revelaron al mundo la existencia de la tumba de Filipo II, lo que convirtió a Vergina en el yacimiento más importante e impresionante de la Grecia antigua. Al descubrimiento de las tumbas reales macedonias se le dio la misma importancia que la que tuvieron en su momento las de las tumbas de Tutankamóm y la peruana del señor de Sipán.
Andrónikos entró en 1977 en el gran túmulo. La primera tumba que excavó tiene estructura rectangular y fue saqueada en la antigüedad, por tanto carecía de ajuar funerario. Sin embargo, la tumba se considera importante por las valiosas pinturas que decoran tres de sus paredes. En todas ellas aparecen figuras de gran tamaño que representan escenas mitológicas. Se trata de una decoración exquisita realizada por un artista de gran talento y con capacidad técnica para el dibujo porque el conjunto tiene fuerza y gran calidad artística.
La segunda tumba excavada cuenta con una importante fachada exterior adornada con columnas dóricas y con una destacada escena de caza en la que intervienen hombres a caballo. Tras pasar la puerta, el arqueólogo griego tuvo que descender por un largo y profundo pasillo subterráneo hasta llegar a la cámara funeraria construida en bóveda de medio cañón. Para su sorpresa, la encontró intacta. Para suerte de la humanidad no había sido profanada ni pasto de los ladrones. Se conservaba en el mismo estado que cuando fue cerrada hace veinticuatro siglos: en el interior del sarcófago de mármol había dos arquetas de oro ricamente decoradas y un extraordinario ajuar funerario. A la vista de la importancia arquitectónica de la tumba, de su extraordinaria decoración, del grandioso ajuar que le acompañaba, y de los símbolos reales macedonios que adornaban las arquetas, llevó a los arqueólogos y expertos a la conclusión de que se trataba de la tumba de Filipo II.
La arqueta más grande contenía restos incinerados de un hombre y una corona de oro, decorada con hojas de roble y bellotas. En la segunda se encontraron los restos calcinados de una mujer recubiertos por una tela púrpura cosida con oro. Había también dos diademas de oro: una con una decoración de flores, rosas y abejas, y la otra de hojas de mirto entrelazadas.
En 1978 se halló una tercera tumba, también de medio cañón e igualmente intacta. Se da por hecho que perteneció a un príncipe de Macedonia ya que el ajuar funerario también era de envergadura: una urna funeraria de plata y dentro una corona de hojas de roble y bellotas adornada con relieves de marfil y oro.
El descubrimiento efectuado dentro del túmulo de Vergina superó con mucho las expectativas. Se trataba de un yacimiento arqueológico y un enterramiento excepcional, y un ajuar funerario todavía más excepcional. El lujo y la devoción que dedicaban los antiguos macedonios a la vida póstuma permanecen intactos en la tumba de Vergina que está catalogada como Patrimonio de la Humanidad.
Desde 1993, se construyó un túmulo artificial, simulando el original, para preservar las tumbas. El espacio existente entre las mismas se ha aprovechado como museo donde se exhibe lo hallado en las excavaciones. Destacan las piezas encontradas en el ajuar funerario: objetos de oro y plata, yelmos, lanzas, armaduras, incluida la de Filipo, varias cabezas de marfil, vajillas de plata y bronce, las urnas funerarias y las coronas.
Fuente: El Imparcial
Fecha: 06/09/2010
El estudio paleontológico de los restos recogidos del yacimiento de Atapuerca (Burgos), ha permitido demostrar que el hombre practicaba el canibalismo de forma habitual hace 800.000 años.
La investigación, realizada por diversos miembros del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (Iphes) y publicada en la revista Current Anthropology, parte del descubrimiento en las campañas arqueológicas de 1994 y 1996 de restos humanos de una nueva especie bautizada como 'Homo Antecesor'. El equipo científico observó entonces evidencias de prácticas antropofágicas en los huesos encontrados.
Lo que determina el nuevo descubrimiento es el canibalismo como práctica habitual, y lo hace teniendo en cuenta fósiles encontrados en 2003 en diversos subniveles del mismo yacimiento, pero de la misma antigüedad. "Nos encontramos ante el caso de canibalismo cultural más antiguo conocido hasta el momento", aseguran en la página web del Instituto.
El artículo, publicado bajo el título Cultural Cannibalism as Paleoeconomic System in the European Lower Pleistocene explica que los huesos de un niño mostraban marcas de cortes practicados con herramientas líticas -de piedra-. "El análisis de los restos craniales y postcraniales de Homo Antecesor ha permitido identificar diversas alteraciones de origen antrópico -marcas de cortes y fracturas de huesos-", ha afirmado Isabel Cáceres del Iphes.
La especialista ha añadido que "estos fósiles no muestran una distribución específica, ya que aparecen mezclados con instrumentos líticos y huesos de otros animales, como ciervos, caballos o rinocerontes. Ambos tipos de restos muestran modelos de provecho y patrones de carnicería similares".
Fuente: La Vanguardia
Fecha: 06/09/2010
Las excavaciones realizadas en el monumento megalítico del Túmulo de la Mina, en Alcubilla de las Peñas (Soria), han permitido descubrir restos humanos en una fosa funeraria y documentar la existencia, hace más de 6.000 años, de un gran centro ceremonial de culto a los antepasados.
La excavación del primer nivel de enterramientos del osario de su cámara funeraria ha permitido al equipo de investigadores determinar un buen número de restos humanos, entre ellos diecisiete cráneos.
Además se han documentado diversos elementos de ajuar, algunos característicos del mundo megalítico, como los microlitos geométricos o las láminas de sílex, y punzones y espátulas votivas de hueso, así como otros menos frecuentes como colgantes de pizarra y un excepcional disco pectoral de esquisto que ya se restaura en el Museo Numantino, según la información facilitada por la Junta.
Para los investigadores, el sentido de este espectacular monumento megalítico de La Mina -erigido hace unos 6.000 años- pudo ser la construcción de un gran centro ceremonial de culto a los antepasados, realizado sobre una sepultura megalítica previa más sencilla, un dolmen de corredor, que se desmonta piedra a piedra hasta dejar un espacio deambulatorio alrededor, y cuyo túmulo se aumenta en altura y extensión En las excavaciones realizadas en 2009, se localizó la existencia de una fosa funeraria colectiva de cronología neolítica que los expertos determinaron que se trataba de una tumba previa, en torno a la cual se había erigido este gran monumento.
A lo largo de este año, el equipo dirigido por el profesor Rojo ha documentado que dicha fosa funeraria era, de hecho, la cámara de un dolmen de corredor previo que fue desmantelado.
Los hallazgos en el Túmulo de la Mina evidencian un gran monumento funerario
La tercera campaña de excavaciones en el Túmulo de la Mina del Valle de Ambrona en Alcubilla de las Peñas que ha dirigido el profesor titular de la Universidad de Valladolid Manuel Rojo ha confirmado la aparición de un monumento megalítico funerario posterior a una tumba neolítica en el que se han encontrado hasta el momento 17 cráneos, aunque las grandes dimensiones de la cámara, con un diámetro de 60 metros, permiten hacer prever al profesor Rojo la existencia de al menos un centenar de cadáveres.
"Por el momento no se han encontrado los esqueletos correspondientes a los 17 cráneos, lo que nos lleva a pensar en que o se habían trasladado, o están en una capa más profunda", añadió Rojo.
Los investigadores del equipo de Manuel Rojo, formado por 20 personas, pertenecientes a diversas nacionalidades (Inglaterra, Brasil, Italia, Alemania), han documentado que la fosa funeraria que se localizó en las excavaciones del año pasado era la cámara de un sepulcro de corredor previo que fue desmantelado.
"Arrancaron uno a uno los ortostatos o grandes piedras de la cámara y el corredor, muchas de cuyas zanjas de cimentación han podido ser descubiertos y luego reutilizaron las piedras para el monumento funerario", explicó el profesor Rojo.
Porque a partir de las investigaciones se deduce que los bloques con los que se realizó el corredor de este gran monumento posterior fueran los pertenecientes a ese sepulcro inicial, y que el gran menhir decorado descubierto en la primera campaña de excavaciones en el Túmulo de la Mina y que ahora se encuentra en restauración en el Museo Numantino, coronara la construcción de este segundo túmulo.
"Podría ser un espectacular ritual de clausura de un sepulcro megalítico de corredor anterior, testimonio de la complejidad de las ceremonias y el culto a los antepasados que desarrollaron las poblaciones que erigieron hace unos 6.000 años estos grandes monumentos".
También se han encontrado en esta campaña diversos elementos de ajuar, algunos característicos del mundo megalítico, como los microlitos geométricos o las láminas de sílex, y punzones y espátulas votivas de hueso, otros menos frecuentes como colgantes de pizarra, así como un disco pectoral de pizarra pulida de color verde y de 15 centímetros que está siendo restaurado en el Museo Numantino, "nada habitual en los monumentos funerarios de la península".
La financiación de este proyecto ha corrido a cargo de la Junta, con un presupuesto de 15.000 euros. El delegado territorial, Carlos de la Casa, confirmó que las investigaciones que se están realizando en el Túmulo de la Mina "son lo suficientemente importantes” como para que la Administración regional continúe apoyando el proyecto que dirige Manuel Rojo el año que viene, “siempre y cuando haya posibilidades económicas", destacó.
Fuente: ABC / Heraldo de Soria
Fecha: 02/09/2010
El reciente descubrimiento de una tumba con cinco restos óseos pertenecientes a niños y adultos, posiblemente miembros de una élite preinca, abre las puertas hacia nuevos e importantes hallazgos que colocan al Santuario de Pachacamac en el centro de estudio del mundo arqueológico.
"La tumba fue descubierta durante los trabajos de excavaciones y recuperación de una calle principal que data del periodo preinca", informó la directora del Museo de Sitio de Pachacamac, Denise Pozzi-Escot.
Los restos estaban envueltos en fardos funerarios con finos textiles y bellos objetos de cerámica entre ellos un elaborado kero que afianzaría la teoría de que los personajes enterrados pertenecerían a una élite que residió en ese recinto.
En esta zona costeña se desarrolló, entre 1200 y 1450 d.C., la cultura Ichma, quienes construyeron los primeros templos y pirámides del santuario ceremonial, considerado como el más influyente de la costa peruana.
"Recién se ha descubierto esta tumba que, lamentablemente, ha sido disturbada (huaqueada) en la época colonial y se sigue trabajando para encontrar otros vestigios que nos permitan conocer las características de los personajes" señaló.
Pozzi-Escot no descartó que en el inmenso santuario de 465 hectáreas, ubicado a 31 kilómetros al sur de Lima, se hallaran en algunas de las 17 pirámides de adobe existentes, los restos de algún personaje de élite, como ocurrió en el complejo de Huaca Rajada con el Señor de Sipán.
"Sólo se han realizado estudios en tres pirámides y los trabajos de investigación datan de 1896. Desde ese año a la fecha, sólo se ha estudiado entre 25 y 30 por ciento del complejo. Aún falta mucho por desentrañar y por descubrir en Pachacamac", aseguró.
El hallazgo de la última tumba se realizó hace unas semanas cuando el equipo de arqueólogos del Santuario realizaba excavaciones y limpiaba una calle principal pre inca cubierta de adobes. En una de las zonas adyacentes, estaba la tumba con fardos funerarios y cráneos diseminados de niños y mujeres.
Aún no estamos cien por ciento seguros si los personajes pertenecen a la élite, pero los objetos que se han encontrado podrían señalar que esta tumba no era de una persona común” afirmó.
Finos telares
En el interior de la fosa funeraria se hallaron finos telares que envolvían a uno de las esqueletos y diversas vasijas, entre ellos un kero finamente labrado y diversos cráneos y textiles.
"Suponemos que los adultos son mujeres porque hay una canasta de hilos y agujas y tienen telares únicos como si fueran el ajuar de una mujer de la época" refirió. Los cráneos y objetos descubiertos han sido trasladados al laboratorio del museo. Allí, un equipo de especialistas estudia y analiza cada una de las piezas arqueológicas", manifestó.
Fuente: Andina
Fecha: 01/09/2010
DONDE SE BUSCAN A 300 VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO
Los restos tienen las manos atadas a la espalda y huesos agujereados por impactos de bala.
Los arqueólogos han encontrado en una fosa común en Cazalla de la Sierra (Sevilla) los restos de ocho víctimas del franquismo con evidentes signos de violencia: orificios de entrada y salida de bala, casquillos y huesos rotos. Los cuerpos tenían las manos atadas a la espalda. Los técnicos que llevado a cabo la exhumación calculan que en este lugar podría haber hasta 300 personas, enterradas en cinco niveles de produnfidad, entre el otoño de 1937 y 1937.
La fosa mide 21 metros de largo por cinco de ancho, y tiene una profundidad de 2,18 metros, según ha informado la Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia. Los técnicos buscan aquí a 300 fusilados de la Sierra Norte de Sevilla, hombres y mujeres de entre 17 y 65 años. Entre ellos, varios miembros de la última corporación republicana de Alanís de la Sierra, como el alcalde, José García Galindo, y el teniente de Alcalde Manuel García Espínola.También podrían hallarse en la fosa el jefe de la estación de tren en el momento del golpe, Pedro Doctor Arruga, y el matrimonio de jornaleros José Campos, El Pepino, y su mujer, Antonia González, todos ellos fusilados entre septiembre y octubre de 1936. Desde 2004, sus hijos y nietos habían reclamado la exhumación.
Los trabajos de localización han resultado muy complejos, pues la mayoría de los informes orales situaban el enterramiento al pie de una tapia y no a ocho metros hacia el interior del cementerio, donde finalmente se ha encontrado, entre unos cipreses plantados posteriormente para bordear un camino, según ha informado la asociación. Los restos hallados no se encuentran en buen estado por lo que los técnicos advierten que su identificación será complicada.
La Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia ha contado con una subvención de 54.000 euros del Ministerio de Presidencia para llevar a cabo esta exhumación y otra en La Puebla. "La complejidad de estos trabajos, la dimensión de los mismos, con tantos represaliados todavía enterrados en fosas comunes sin localizar ni identificar y el transcurso del tiempo, que juega totalmente en nuestra contra, hace imprescindible que sea el Estado y no las asociaciones de familiares,el que asuma las labores de exhumación, dignificación de los enterramientos e identificación de las víctimas del franquismo", señaló el presidente de la asociación, Rafael López.
Fuente: El País
Autor: NATALIA JUNQUERA
Fecha: 01/09/2010
El mausoleo real del complejo arqueológico de Huaca Rajada-Sipán nuevamente sorprende al mundo científico y a los arqueólogos que, desde hace dos décadas, llevan a cabo las labores de excavación. Esto debido a que, luego del reciente hallazgo de los restos de una adolescente de 13 años, las excavaciones continuaron y los arqueólogos a cargo descubrieron los restos de toda una familia, la que presumiblemente formó parte de la llamada Casa Real del Señor de Sipán. Esto hace que la presente temporada sea una de las mejores.
El equipo a cargo de las excavaciones está integrado por el joven arqueólogo Anderson Sernaqué, quien trabaja bajo la dirección de Luis Chero Zurita, y es guiado por el experimentado excavador Álex Camacho, quien acompaña a los investigadores desde el descubrimiento del Señor de Sipán, en 1987.
TODA UNA FAMILIA
El equipo había desenterrado, días atrás, el contexto funerario de un adolescente de 1,30 metros que fue sepultado en un ataúd de caña de 45 centímetros de ancho y 1,50 metros de largo. Sin embargo, cuando se continuó excavando empezaron a encontrar ofrendas de cerámica que representan a seres antropomorfos, zoomorfos y a personajes con los brazos mutilados.
Las condiciones de trabajo en la cámara funeraria empezaron a complicarse, por lo que decidieron colocar tablones para poder definir lo que había bajo sus pies. Junto a las 22 piezas de cerámica, Sernaqué y Camacho encontraron los restos de una mujer que tenía un par de orejeras tubulares, narigueras, una corona y parte de lo que sería su indumentaria, elaborada con tela y cobre dorado. La osamenta y los objetos metálicos habrían sido colocados en una tarima.
Durante esta última semana, ellos se toparon con un ataúd de caña de dos metros de largo, donde fue enterrado el personaje principal, que posee varios objetos de cobre dorado que lo cubren de pies a cabeza.
Según Sernaqué, hasta el momento se han desenterrado parte del cráneo de este personaje y unas sandalias de cobre dorado. Los trabajos de excavación continúan, y se espera que dentro de un mes se conozcan detalles de este enigmático individuo, el cual habría reinado en la zona unos 120 años antes del Señor de Sipán, es decir, hace más de 1.800 años.
El arqueólogo comentó que es la primera vez que en el complejo arqueológico Huaca Rajada-Sipán se encuentran orejeras de estas características, en referencia a los objetos que forman parte del contexto funerario de la mujer que acompaña al personaje principal de la tumba 16.
BRINDA NUEVAS LUCES
De acuerdo con el director del museo de sitio y del complejo Huaca Rajada-Sipán, Luis Chero Zurita, la importancia del hallazgo radica en que la aparición de los dos nuevos personajes descubiertos, que se suman a la tumba del adolescente, brinda valiosa información sobre la existencia de familias reales que integraban la Casa Real de Sipán.
Por las características de la cámara funeraria, la unidad signada con el número 16 sería una tumba única en su género, y se cree que tendría cierta influencia de la que corresponde al Viejo Señor de Sipán, que posee objetos de cerámica parecidos a aquellos de la unidad que se encuentra aún en pleno proceso de excavación.
“La tumba 16 se ubica en la etapa que corresponde a los guerreros, pero no se trataría de un guerrero, sino de un personaje relacionado con la élite gobernante”, dijo Chero.
Él indicó, además, que los primeros objetos que se están desenterrando en los dos últimos contextos funerarios de esta familia real se encuentran en mal estado de conservación, y serán sometidos a trabajos de restauración, como ocurrió con los ornamentos de la tumba 15.
“Hemos encontrado evidencias concretas de que no se trata de objetos de metal comunes, sino que tienen un baño de oro. Esto quiere decir que, cuando los ornamentos fueron utilizados por su dueño, se daba la impresión de que todo él era de oro”, agregó el especialista.
Los últimos hallazgos también son valiosos, porque brindan importante información sobre la historia de la Casa Real de Sipán, que gobernó lo que hoy es la región Lambayeque, tal como ocurrió con las casas de Loma Negra, que fue saqueada en Piura, y Dos Cabezas, en la localidad de Jequetepeque, entre otros grupos culturales de la costa norte del país.
EN PUNTOS
Los dos últimos contextos funerarios hallados en el complejo arqueológico huaca Rajada-sipán en encuentran a 1,30 metros de profundidad y a 13 metros de la tumba del señor de sipán.
Fuente: NORTE
Fecha: 31/08/2010
La Generalitat ha aprobado el reglamento de la Ley de Fosas que establece que el Govern deberá impulsar un protocolo de actuación para "dignificar" las fosas comunes de la Guerra Civil y el franquismo.
El reglamento regula las condiciones y procedimientos que deben seguirse para localizar y recuperar los restos de personas desaparecidas entre 1936 y 1975.
Crea un censo de desaparecidos, mapas de localización de fosas y también que el Govern deberá acordar con los ayuntamientos protocolos de actuación para "dignificar" las fosas comunas situadas en los cementerios municipales.
Entre las primeras actuaciones, se prevé una intervención en la fosa situada en el cementerio de Lleida.
El censo de desaparecidos dice en la actualidad que hay más de 3.600 desaparecidos en este periodo y 179 fosas, y se están haciendo los trabajos correspondientes para comprobar si existen unas sesenta fosas más.
La Ley de Fosas es pionera en el estado español y reconoce el derecho que tienen los familiares de los desaparecidos de obtener información sobre el destino que tuvieron, la señalización y lugares públicos de las fosas y el derecho de los ciudadanos a saber todo lo que ocurrió durante la Guerra Civil y el Franquismo.
Fuente: EUROPA PRESS
Fecha: 31/08/2010
A propuesta del Departamento de Etnología del Museo de América (Dra. Beatriz Robledo) y del Departamento de Zoología y Antropología Física de la UCM (Dr. Gonzalo J. Trancho) se desarrollará, a lo largo de 23 horas lectivas, el curso denominado Jornadas sobre Antropología de la Muerte: Identidad, Creencias y Ritual, en el que se dan a conocer distintas perspectivas científicas a la hora de abordar el concepto de la muerte en las sociedades humanas desde el punto de vista de la Arqueología, Etnografía, Antropología Física, Historia del Arte, Sociología, Medicina etc. El programa propuesto da a conocer datos de interés para profesionales del Patrimonio Cultural, Investigadores (Paleoantropólogos, Paleopatólogos) y alumnos de las Licenciaturas o Diplomaturas de las Facultades de Geografía e Historia, Sociología, Psicología, Bellas Artes, Biología y Medicina.
El contenido del curso se basa en la idea de que toda sociedad desarrolla comportamientos específicos ante el cadáver que suelen estar condicionados por aspectos biológicos y sociales. Son precisamente ambas características las que conducirán a la aparición de rituales funerarios diferenciadores de cada comunidad, prácticas que son analizadas en el apartado titulado Antropología de la Muerte e Identidad.
El programa también abre una panorámica al estudio de la Antropología de la Muerte y las Creencias, atendiendo al espacio funerario, al paisaje natural y al modificado, abordando dos líneas de trabajo: la arqueológica y la etnográfica. A diferencia de otras especies, los seres humanos hemos desarrollado la capacidad de trasmitir cultura a través del arte, ya sea éste mural o mueble. El programa desarrolla un apartado titulado La Representación de la Muerte en el Arte, analizando la iconografía civil y religiosa, su forma de creación, las materias y las técnicas de elaboración. Por último, se aborda un apartado denominado Antropología de la Muerte a través de las Evidencias Biológicas, porque es necesario explicar el interés biohistórico que representa el estudio científico de los restos orgánicos humanos, el análisis del propio ser que mantiene la sociedad y origina la cultura.
Más información e inscripciones en:
Organización y sede: Museo de América de Madrid
Colaboran: Asociación de Amigos del Museo de América (ADAMA) y Facultad de Biología (UCM)
Secretaría e Inscripción: Oficinas de ADAMA en el Museo de América. Avenida de los Reyes Católicos, 6 - 28040 Madrid
En el teléfono: 91 549 26 41 o mediante Fax: 91 544 67 42
E-Mail: ADAMA (Asociación Amigos del Museo de América)
Créditos Reconocidos: Curso reconocido con 2 créditos de libre elección para los alumnos de la UCM que lo soliciten
Cuota de Inscripción: Profesionales: 50 euros - Estudiantes: 35 euros - Socios de ADAMA 25% de descuento
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El equipo multidisciplinar que trabaja en la nueva campaña de excavación arqueológica en dos de los yacimientos de Orce (Granada) ha hallado evidencias de vida humana en el lugar y fragmentos de grandes mamíferos que fueron consumidos por humanos.
Las investigaciones en los yacimientos de Fuente Nueva 3 y Barranco León ya han arrojado las primeras muestras de acción humana en el lugar, así como fragmentos de piedra y trozos de grandes mamíferos como elefantes, rinocerontes, hipopótamos o ciervos que fueron consumidos por los humanos, según ha explicado el director del proyecto, Robert Sala.
La excavación está compuesta por un equipo de 45 personas formado por arqueólogos, geólogos y paleontólogos, todas las disciplinas que están colaborando en la investigación sobre la evolución humana.
Sala ha señalado que el objetivo es "demostrar la adaptación humana a este entorno hace 1,3 millones de años, cómo conseguían sus recursos y cómo organizaban el territorio".
Los trabajos potenciarán las líneas de investigación referentes al uso de las herramientas de piedra, las áreas de actividades y el estudio de la paleoecología en las zonas de hábitat, sobre todo para insertarlas en el contexto de los yacimientos europeos más primitivos.
Tras los pasos de Atapuerca
El investigador ha asegurado que los yacimientos de Orce son "de los más ricos y de los más antiguos de Europa Occidental", ya que en este lugar se puede demostrar la existencia humana en una época "en la que pocos yacimientos de Europa tienen datos".
Se sitúa en la misma época que el de Atapuerca (Burgos), en la Sima del Elefante, "con la diferencia de que allí la evidencia de actividad humana es menor, hay menos restos, y aquí es muy rico", ha manifestado Sala, quien ha añadido que la diferencia a favor del primero es que ya se han encontrado restos de fósiles humanos que en Orce todavía no se han hallado, aunque espera encontrarlos ahora.
Respecto a Venta Micena, donde José Gilbert encontró en los años ochenta un fragmento craneal del conocido como 'Hombre de Orce', Sala ha afirmado que espera que cuando se renueve el proyecto, de dos años de duración, se pueda incluir este yacimiento en la investigación.
"La cuenca de Guadix-Baza es muy rica, muy amplia, tiene numerosos yacimientos ya conocidos y seguramente otros por conocer", ha apuntado el investigador, quien espera poder descubrirlos.
Este proyecto de investigación, titulado "Primeras ocupaciones humanas del Pleistoceno inferior de la cuenca de Guadix-Baza", está financiado por la Junta de Andalucía y ya ha tenido una fase de prospección geológica previa antes de que se iniciara este lunes la excavación.
Dos nuevas herramientas humanas de 1,3 millones de años aparecen en Orce
El equipo de arqueólogos, geólogos y paleontólogos que trabaja en los yacimientos de Orce (Granada) ha hallado en Fuente Nueva 3 dos nuevas herramientas de piedra que -junto con las aparecidas hace cinco años- confirman la presencia humana en este entorno hace 1,3 millones de años.
«Hemos descubierto fósiles, fragmentos de grandes mamíferos descuartizados que fueron consumidos por humanos. Estos restos ya eran conocidos desde las últimas excavaciones. Entonces se taparon con poliuretano y otros materiales para protegerlos», comentó Robert Sala, director del proyecto, una vez que había concluido la jornada al aire libre. La campaña durará en total dos años.
«Se van a poder recuperar los fósiles de siete mamuts, rinocerontes, hipopótamos y ciervos en Fuente Nueva 3, aunque es una tarea delicada», explicó Bienvenido Martínez, paleontólogo y responsable del estudio de los mamíferos.
Durante tres décadas, desde la llegada a Orce del desaparecido científico Luis Gibert, que no mantuvo buenas relaciones con la Junta de Andalucía, este yacimiento arqueológico de nivel mundial no se ha explotado convenientemente por desacuerdos personales entre la comunidad científica y los políticos autonómicos, que financian el proyecto. Hasta ahora.
«Estos nuevos trabajos en Granada potenciarán la investigación en el uso de las herramientas de piedra, las áreas de actividades y el estudio de la paleoecología en las zonas de hábitat, sobre todo para insertarlas en el contexto de los yacimientos europeos más primitivos», abundó Sala, perteneciente al Instituto de Paleontología Humana de Tarragona.
El investigador aseguró que Orce se sitúa en la misma época que Atapuerca (Burgos). «Con la diferencia de que allí la evidencia de actividad humana es menor; hay menos restos y es menos rico», manifestó el responsable, quien confía en hallar en Andalucía restos de homínidos como sucedió en Atapuerca.
En el yacimiento de Barranco León, donde también se trabaja estos días, por el momento sólo se está limpiando la zona y ampliando las cuadrículas donde se excavará.
Mientras, en el paraje de Venta Micena, la inactividad total es la tónica diaria. Allí fue donde Jose Gibert encontró en los años ochenta un fragmento craneal del conocido como Hombre de Orce, muy debatido y desigualmente aceptado entre la comunidad científica. Por el momento, el proyecto actual no incluye el estudio de esa zona.
Fuente: El Mundo / Ideal
Fecha: 31/08/2010
Concluye en Burgos la exhumación de una de las mayores fosas de Franco.
Estaban sepultados bajo una capa de 1,70 metros de tierra, en fila, con orden y método, porque quienes enterraron los primeros cadáveres sabían que iban a llevar muchos más a esta fosa común en el monte de La Pedraja (Burgos), una de las mayores abiertas hasta ahora en España. Un equipo de 25 técnicos ha trabajado durante seis días en jornadas de 10 horas para recuperar los restos de 96 fusilados, un cementerio sin lápidas, nombres y flores. Es la exhumación más difícil de las más de 100 en las que ha participado el forense Francisco Etxeberria, porque los huesos se deshacían al cogerlos. Habían pasado 73 años prácticamente inundados. "Si esto se hubiese hecho dentro de 30 años, solo quedarían las gomas de las zapatillas que llevaban las víctimas", señaló.
En esta fosa, Luis Carlos García, de 73 años, busca los restos de su tío. "Lo mataron el 3 de agosto de 1936. Era concejal en Santaolalla de Bureba. Tenía 25 años. Mi padre, su hermano, se escondió durante casi ocho años en el pajar de casa para que no le pasara lo mismo, pero yo no supe que era mi padre hasta los ocho años. Me dijeron que era mi tío para que no se me escapara que mi padre estaba escondido en casa y lo detuvieran. Me enseñó a leer y a escribir, pero de estar tanto tiempo encerrado se trastornó y fue a entregarse". Al principio, la Guardia Civil le tomó por loco. Finalmente fue detenido y pasó tres años en prisión.
"A mí me mataron a mi padre y a dos hermanos; uno de ellos, Damián, está en La Pedraja", cuenta Bernabé Sáez. Los asesinos no se conformaron con aquellas tres muertes. "Una noche aporrearon la puerta hasta que mi madre abrió. Le dijeron que estábamos desterrados... Íbamos de puente en puente, pidiendo por los caminos. Un día, un alguacil detuvo a mi madre y la llevó a rastras hasta la plaza mayor del pueblo. Ella le gritó: '¡Asesino! ¡Mátanos a todos!' No se me olvidará en la vida. Le raparon la cabeza y le dieron aceite de ricino", cuenta. "Yo pasé 15 años en la cárcel porque empecé a robar para sobrevivir. Jamás podré olvidar todo esto. Tengo 88 años y me voy a morir con este dolor".
En la fosa han aparecido 16 proyectiles y tres casquillos, los tiros de gracia. Entre los restos, están los de un chico de 16 años, y los de una mujer. La ropa que llevaban se ha conservado mejor que sus huesos. Los arqueólogos han recuperado un abrigo, camisas, jerséis, y un fajín de hombre que ha ilusionado a la familia de Rafael Martínez. Se lo había pedido a su mujer en una de las 15 cartas que le escribió desde la prisión de Burgos antes de que lo fusilaran. "Por la ropa pensamos que puede ser él", cuenta, muy emocionada, su hija Victoria, de 81 años, la más pequeña de cinco hermanos. "Nos recuerdo a todos rotos de ver llorar a mi madre aquel terrible invierno de 1936...".
A Rafael Martínez lo detuvieron al día siguiente de que estallara la Guerra Civil y lo fusilaron el 3 de octubre de 1936. Era presidente de la Agrupación Socialista de Briviesca (Burgos) y contratista de obras públicas. Construyó algunos tramos de la carretera junto a la fosa en la que fue fusilado y por la que estos días han pasado peregrinos del Camino de Santiago. "Muchos eran extranjeros y se han quedado muy impresionados", explica Exteberria, que quizá vuelva el año que viene a La Pedraja porque 96 esqueletos son muchos, pero no todos. Se calcula que en este paraje puede haber 200 víctimas más de Franco.
Fuente: El País
Autor: NATALIA JUNQUERA
Fecha: 29/08/2010
Encuentran en Portomarín los restos de un vecino de Pol asesinado en 1936.
El cadáver fue localizado en una fosa común de San Mamede do Río por miembros de la ARMH.
FOTO: El hijo del asesinado observa, agachado en la izquierda de la foto, los restos de su padre después de venir de Argentina para colaborar en la investigación.
Un equipo de técnicos de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica encontró una fosa común en la parte exterior del cementerio de la parroquia de San Mamede do Río en el Concello de Portomarín en la que estaba el cádaver de una persona.
Al parecer, los restos pertenecen a José Antonio Rivas Carballés. Este vecino nació en el núcleo de Fraialde, en la localidad de Pol. En 1936, cuando tenía 39 años, fue secuestrado por un grupo de falangistas en su domicilio un 30 de agoto, y asesinado poco después.
Los arqueólogos del equipo dirigido por René Pacheco contaron con la colaboración de vecinos de la zona para conocer con exactitud el lugar del enterramiento y, a los pocos instantes de comenzar con los trabajos de investigación, encontraron una bota del cadáver. Siguieron cavando y, a medida que el cuerpo iba saliendo a la luz, descubrieron que los ropajes del hombre se conservaban en muy buen estado después de 74 años enterrados. El antropólogo forense José Luis Prieto será ahora el encargado de identificar los restos, aunque no existe prácticamente ninguna duda de que se trata de los de Rivas Carballés.
El operativo de búsqueda de los restos de esta persona se inició tras la solicitud realizada por su hijo, Ramiro Rivas, residente en Argentina y que se desplazó a España para asistir a las tareas de exhumación.
El equipo que hizo los trabajos es el mismo que encontró a tres guerrilleros esta semana en Triacastela.
Fuente: La Voz de Galicia
Autor: X. R. Penoucos
Fecha: 28/08/2010
La identificación será difícil en una zona que podría ocultar a 400 víctimas de Franco.
Fue terrible al principio, éramos los hijos de un rojo asesinado". Así recuerda Rafael Martínez Martínez cómo era la vida después de que los franquistas mataran a su padre el 3 de octubre de 1936. A su lado, su hermana Victoria aprueba sus palabras mientras no pierde de vista la zanja en la que quizá yacen los restos de su progenitor. Ambos se encuentran sentados bajo una improvisada sombra en el paraje de La Pedraja, al borde de la carretera N-120, en la provincia de Burgos.
Desde el pasado lunes, en ese espacio de bosque próximo al municipio de Villafranca Montes de Oca, se trabaja en la recuperación de los restos de alrededor de 300 fusilados en los primeros años de la sublevación militar. En la primera fosa que se ha abierto, se han encontrado los restos de cerca de 80 cadáveres.
El empeño de un grupo de allegados de las víctimas y, especialmente, de la familia Martínez Movilla ha permitido que hayan comenzado a hacerse estos trabajos. En casa de Rafael y Victoria, siempre se supo dónde estaba enterrado su padre. "Era contratista de obras públicas, lo conocían todos los vecinos. Un día después de que lo mataran, vinieron a casa [algunos vecinos] y le dijeron a mi madre que lo habían enterrado aquí, en La Pedraja", afirma Rafael.
Iniciativa familiar
Nunca faltaron las visitas de los familiares al paraje donde hoy se hallan los restos. Pero todo se hizo más visible con la llegada de la democracia. "Desde 1976, venimos a cara descubierta", explica Eva Martínez Movilla, hija de Rafael. Fruto de esa travesía y de esos encuentros entre las familias, surgió la agrupación de familiares de las personas asesinadas en los montes de La Pedraja, cuyo representante legal es Miguel Ángel Martínez Movilla, otro de los hijos de Rafael. Ellos se han encargado de llevar a cabo el proceso que permite abrir la fosa, con una subvención de 37.500 euros otorgada por el Ministerio de la Presidencia. También se pusieron en contacto con el equipo científico Aranzadi, que se está encargando de las labores técnicas de exhumación.
Ningún juez se ha acercado aún por las labores de desenterramiento
El profesor titular de Medicina Forense Francisco Etxeberría dirige un grupo de más de veinte personas, todos con experiencia en otras exhumaciones. El conjunto trabaja de 9 de la mañana a 8 de la tarde, con un receso a medio día
La zona en la que está situada la fosa, en un lugar por el que se cree que pasaban dos torrentes de agua, ha hecho que los restos estén "disgregados y destruidos". El trabajo de identificación se presume arduo y costoso porque apenas se encuentran huesos que estén completos. Sin embargo, Etxeberría destaca como novedad de este proceso un hecho alejado de las cuestiones técnicas de las que es experto.
Por primera vez en los diez años que lleva haciendo este trabajo, Etxeberría ha sentido el apoyo moral que extrañó en otras ocasiones. "No hay nadie en contra, han venido a vernos alcaldes y concejales de la zona. Es como si, por fin, se entendiera que hacemos esto porque es lo mínimo que se puede hacer".
Los Martínez Movilla, sin embargo, se muestran más críticos con las instituciones. La Ley de la Memoria Histórica deja a las familias la responsabilidad de encargarse del proceso de apertura de fosas y las subvenciones no dan abasto para cubrir los gastos. "El Estado es el responsable de lo que ocurrió, por eso tiene que asumir esta responsabilidad. Echamos de menos que el actual jefe del Estado tenga unas palabras de aliento para nosotros", sentencia Miguel Ángel. Tampoco ningún juez se ha acercado a la zanja de La Pedraja.
Fuente: Público.es
Autor: ELENA HERRERA
Fecha: 27/08/2010
Los trabajos en el norte de España para la exhumación en una fosa común de la Guerra Civil (1936-1939) han puesto de manifiesto la existencia de unos 60 cuerpos, todos en un estado muy deteriorado.
Los restos encontrados en el monte de La Pedraja, provincia de Burgos, serán clasificados, numerados e introducidos cada uno en una caja, para posteriormente ser trasladados a unos laboratorios en el País Vasco, donde se intentará su identificación.
La tarea, sin embargo, podría verse dificultada por el mal estado de los restos.
Y la asociación que une a los familiares de los enterrados en La Pedraja baraja la posibilidad de que, si sus seres queridos no pueden ser identificados, todos sean enterrados en un panteón conjunto.
Víctimas de Franco
En La Pedraja fueron enterradas personas ejecutadas por las tropas del general Francisco Franco, quien tras su victoria en la guerra civil española permaneció como jefe del Estado español hasta su muerte, el 20 de noviembre de 1975.
El pasado lunes el equipo de 20 personas que trabaja en la zona encontró los primeros restos humanos en la fosa, que mide unos 26 metros de longitud por unos 2,30 de ancho.
Miguel Ángel Martínez Movilla, presidente de la Asociación de familiares de personas asesinadas en los Montes de la Pedraja, declaró a la agencia de noticias española Efe que se esperaba que los trabajos de exhumación concluyeran esta misma semana.
Pero Martínez también agregó que van a continuar con los trabajos de localización de más fosas en esos mismos montes, ya que se sospecha en la zona pueden encontrarse los cuerpos de unas trescientas personas que fueron fusiladas.
Continuarán las búsquedas
La Guerra Civil española, que causó más de medio millón de muertos, enfrentó durante tres años a las fuerzas leales al gobierno republicano con fuerzas derechistas comandadas por Francisco Franco, quien lideró un golpe militar en julio de 1936.
Según la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que ya ha recuperado los restos de más de 1.000 desaparecidos durante la contienda y el franquismo, en España hay unas 400 fosas comunes dispersadas por todo el país.
José María Pedreño, presidente de la Federación de Foros por la Memoria Histórica, le explicó a BBC Mundo que "la búsqueda de víctimas de la Guerra Civil o el Franquismo es un proceso difícil porque lleva mucho tiempo y, en la mayoría de los casos, no hay una ayuda económica".
El mal estado de los restos hará difícil su identificación.
Pedreño participa en la exhumación de cadáveres de la Guerra Civil (1936-1939) y el régimen de Franco (1939-1975) bajo el marco de la Ley de Memoria Histórica, presentada por el actual gobierno con el objetivo de lograr el reconocimiento de todas las víctimas de la guerra y del franquismo.
La Ley prevé que las instituciones apoyen la apertura de fosas comunes y la identificación de cuerpos, pero todavía no se ha llevado a la práctica plenamente.
Así que, por el momento, la Federación comienza las labores de excavación a partir de testimonios de familiares y la poca documentación disponible y "los gastos corren por cuenta de las asociaciones o de los propios familiares", explicó Pedreño.
"Podemos tener todas las pruebas que indican un lugar, pero después de varios días de excavación no encontramos nada. Es algo muy frustrante para los familiares que, en algunos casos, fueron testigos del fusilamiento de un familiar", agregó.
"Durante el Franquismo se ordenó exhumar muchas de esas fosas y los cuerpos fueron enviados al Valle de los Caídos, cerca de Madrid. Esto dificulta aún más la búsqueda de las víctimas porque no hay documentación detallada de esos traslados", le dijo el experto a la BBC.
"Y hasta el momento no se ha llevado al banquillo de los acusados a ningún franquista. Es como tener un cadáver debajo de la cama, por mucho ambientador que le eches termina oliendo", subrayó.
Fuente: BBC Mundo
Fecha: 26/08/2010
La última campaña de excavaciones en la cueva del Mirón, en Ramales de la Victoria (Cantabria), se ha saldado con el hallazgo de restos humanos teñidos de ocre que podrían corresponder al primer enterramiento del Magdaleniense encontrado en la Península Ibérica, una vez se confirme la datación.
Así lo han anunciado el director de las excavaciones, Manuel González Morales, y el director general de Cultura, Justo Barreda, quienes han precisado que la datación de los restos, correspondientes a un solo individuo, probablemente un adulto joven de pequeña talla, estará lista en mes o mes y medio.
González Morales ha explicado que se ha producido este hallazgo "singular" en una zona que se pensaba terminar de excavar este año, donde han aparecido restos humanos -tibia, mandíbula, vértebras, costillas, huesos de la mano y el pie, etcétera- cubiertos de ocre, una práctica "relativamente común" en el Paleolítico Superior, y devorados en parte por animales.
Los restos no están completos debido, entre otras causas, a que la zona de la cueva donde han sido encontrados linda con una antigua excavación de "caza tesoros".
Así, en principio se cree que se trata de un enterramiento secundario del Paleolítico Superior, periodo en el que parte de los huesos del difunto se cubrían de ocre.
En este caso, han aparecido cubiertos por bloques de piedra, junto a la pared del vestíbulo de la cueva, en la que hay grabados, por lo que las investigaciones tendrán que determinar si existe alguna relación entre las pinturas y el enterramiento.
Los restos humanos son importantes porque permitirán obtener datos genéticos sobre estas poblaciones, además de que si se confirma la datación -Magdaleniense avanzado, entre el 13.000 y el 11.000 a.C.- se trataría del primer enterramiento de este periodo en la Península Ibérica y uno de los pocos que se han encontrado (hay una media docena en Francia).
Igualmente, González ha destacado que el enterramiento con ritual "sería una novedad". En este sentido, además del ocre y del hecho de que estén junto al vestíbulo pintado, se han encontrado pequeñas hogueras, que están también en proceso de datación, lo que determinará si formaban parte del ritual funerario.
El director de las excavaciones ha descartado que haya más enterramientos en la misma zona y ha reconocido que "no hay mucha esperanza de que quede nada más", pues se han excavado otras dos zonas correspondientes a la misma cronología y no se han encontrado restos humanos.
La campaña 2010 han sido financiada por la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria y por un fondo de la Universidad de Nuevo México (Estados Unidos), abastecido en gran parte por Jean M. Auel, autora del libro 'El clan del oso cavernario', y ha contado con soporte logístico y técnico del Instituto de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria. En la misma han trabajado arqueólogos y estudiantes españoles y norteamericanos, dirigidos por Lawrence Strauss y González Morales.
Las actuales investigaciones esperan concluir en 2011, tras 15 años trabajando en los que se ha acumulado "importante información" sobre el yacimiento, "que no se terminará en muchas generaciones", y que es "de referencia", según González Morales.
Por su parte, Barreda ha calificado el hallazgo como "una gran noticia".
Hallan en El Mirón el primer enterramiento ritual del Magdaleniense en España
Las excavaciones realizadas este verano en la cueva de El Mirón, considerada uno de los yacimientos del Paleolítico Superior más prometedores de la Cornisa Cantábrica, han permitido descubrir el que puede ser el primer enterramiento ritual del período Magdaleniense del que se tiene conocimiento en España.
El equipo de trabajo en la cueva que dirigen desde 1996 Manuel González Morales, del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, y Lawrence Strauss, de la Universidad de Nuevo México (EEUU), ha encontrado un enterramiento secundario de un individuo joven, probablemente una mujer, bajo un bloque de piedra con grabados paleolíticos.
Se trata de diversos huesos teñidos con ocre (una mandíbula, una tibia con mordeduras de animal, varias vértebras y costillas, falanges, parte del cráneo, etc), depositados contra una pared, cubiertos con un bloque de piedra y rodeados de pequeñas hogueras.
González Morales ha adelantado hoy que, por las distintas manifestaciones culturales que rodean al cadáver, su equipo presupone que se trata de un enterramiento del Magdaleniense (periodo cultural comprendido entre hace 15.000 años y hace 8.000), pero ha matizado que aún están a la espera de completar la datación con Carbono 14.
Si esa prueba confirma sus sospechas, se trataría del primer enterramiento ritual de ese período del Paleolítico que se descubre en la Península Ibérica, con una apariencia similar a los encontrados en el Reino Unido (la "Dama Roja de Pavillan") y Francia (Saint Germain La Riviere y Duruthy, entre otros).
González Morales ha explicado hoy, en conferencia de prensa, que la práctica de teñir los huesos de los difuntos con ocre se ha descrito en varios yacimientos magdalenienses y ha añadido que también remiten a esa época distintos elementos del contexto donde han aparecido esos restos humanos de El Mirón.
De hecho, los restos aparecieron cuando el equipo de investigadores de esta cueva situada en Ramales de la Victoria hacía una excavación para confirmar la datación de unos grabados paleolíticos que se encuentran en esa zona, tanto en la pared, como en el bloque de roca que tapaba los huesos.
Este catedrático de la Universidad de Cantabria, que dirige el Instituto de Investigaciones Prehistóricas desde 2009, reconoce que "será difícil" probar que los grabados están relacionados con el ritual del enterramiento, algo que sí podría afirmarse, en cambio, de las pequeñas hogueras que lo rodean si las pruebas de Carbono 14 demuestran que corresponden a las mismas fechas.
Si la hipótesis que manejan González Morales, Strauss y su equipo se confirma, la cueva de El Mirón podría proporcionar más detalles sobre este tipo de prácticas funerarias, ya que el yacimiento se encuentra casi intacto, a diferencia de otros similares en Europa que fueron descubiertos a principios del siglo XX y excavados con técnicas mucho menos selectivas que las empleadas en la actualidad.
El análisis de los huesos también ofrecerá información sobre las características físicas de los humanos que habitaron esa zona de Cantabria en la época y sobre su alimentación.
El enterramiento no está completo porque la parte que no estaba protegida por el bloque de roca fue excavada en los "buscadores de tesoros" que durante los siglos XVIII y XIX registraron varias cuevas de la zona atraídos por leyendas de supuestas riquezas enterradas en ellas, ha apuntado el responsable del yacimiento.
Las excavaciones en la cueva de El Mirón, que estuvo habitada por el hombre durante 38.000 años (desde hace 42.000 hasta hace 4.000), han sido financiadas en los últimos años por diversas instituciones españolas y norteamericanas: el Gobierno cántabro, el Ministerio de Educación, la Fundación Botín, la Fundación Leakey (EEUU) y la Fundación Nacional para la Ciencia (EEUU), entre otras.
En su última campaña, han contado además con el apoyo de donaciones de la novelista Jean M. Auel, la autora de la famosa saga de "El clan del oso cavernario".
Fuente: EUROPA PRESS / EPA
Fecha: 25/08/2010
Una excavación en Córdoba desvela matanzas franquistas que una jueza archivó.
El auto del Juzgado de Aguilar de la Frontera (Córdoba) apenas tiene tres folios. Y un resultado: archivo. Fue la respuesta que la Justicia, en la persona de la juez María Elena Cruz, cursó el 12 de febrero de 2010 a la denuncia de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar, que había solicitado la investigación de los crímenes ocurridos en el pueblo a raíz del alzamiento del 18 de julio de 1936. La excavación de las fosas, abiertas ahora por vía administrativa, ha sacado a la luz el horror que ignoró el juzgado. Ya han sido exhumados 53 cuerpos. Y todo indica que es sólo el principio.
"Descartada la tipificación de los hechos como delitos de lesa humanidad [...], nos encontramos con delitos calificados o denominados comunes, lo que impediría la determinación de los mismos como imprescriptibles", señala el auto judicial que dio carpetazo al asunto después de que el juez Baltasar Garzón abandonara la investigación de esta fosa y la cediera al juzgado territorial. La asociación local de memoria histórica ni se molestó en recurrir. Con una subvención estatal de 49.000 euros, comenzó a trabajar en la excavación en el mes de mayo.
Los resultados revelan la brutalidad de uno los primeros episodios represivos del bando nacional en Andalucía. En la parte alta del cementerio han aparecido dos enterramientos con sepulturas individuales y siete fosas comunes. En total, nueve. Actualmente los voluntarios de la asociación trabajan en la octava. "Hasta ahora han salido restos de 53 personas con evidencias de asesinato. Hay seis mujeres y un niño de 3 años, víctima de un bombardeo", cuenta Rafael Espino, presidente de la asociación. Manos atadas, casquillo y orificios de bala dan fe de la violencia de las muertes. "Estamos documentándolo todo para acudir con las pruebas a la justicia internacional", asegura Espino.
Cuatro personas ya han sido identificadas. El primero fue el mulero Antonio Manuel Palma, asesinado a los 33 años el 24 de julio de 1936. Sus restos serán entregados a su familia el sábado en un acto en el cementerio. También se ha puesto nombre a los restos de Ana Lucena, Concepción Cecilia y Miguel León, hijo de esta. Más de 80 familias han aportado ADN para saber si las víctimas son sus padres, abuelos, tíos...
Fosas de caridad
En la parte baja del cementerio han sido localizadas otras nueve fosas de las llamadas de caridad, donde se enterraba a fallecidos sin recursos. "Tenemos datos y testimonios para pensar que en una de esas fosas, cada una de las cuales tiene unos 200 cuerpos, pudieron echar a decenas de asesinados más", afirma Rafael Espino, que trabaja sobre un listado de 196 personas asesinadas en Aguilar. La eventual investigación en esta zona no podría tener lugar hasta la primavera de 2011, ya que requiere del acuerdo con los familiares de los enterrados posteriormente en nichos sobre estas fosas.
Fuente: Público.es
Autor: ÁNGEL MUNÁRRIZ
Fecha: 24/08/2010
En la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera han descubierto una necrópolis romana, en la que han salido a la luz al menos una treintena de tumbas. Ladrillos, materiales de construcción y pedazos de cerámicas, cuarzo y mármol son algunos de los restos.
Esta necrópolis, que también ha sido descubierta ya por los expoliadores, que han saqueado tres de las tumbas, ha sido encontrada entre viñedos y olivos arrancados por la fuerza del agua y a la orilla de un arroyo.
La arqueóloga de Aguilar de la Frontera, María del Carmen Carbajo, explicó que aún es pronto para determinar a qué época romana pertenece la necrópolis, aunque sin embargo sí es seguro que data de esta etapa histórica.
Ladrillos, materiales de construcción y pedazos de cerámicas, cuarzo y mármol son algunos de los restos que han aparecido alrededor de las tumbas y que formarían parte del ajuar de los difuntos.
Erosión
Algunas tumbas permanecen "vírgenes", es decir, que todavía conservan la losa que las mantiene cerradas, aunque otras tres han sufrido el expolio y a su alrededor se acumulan restos óseos, las lápidas partidas y pedazos de cerámica rotos.
En otros casos tan sólo se conservan los huecos en los que estuvieron los sarcófagos y que están excavados en la roca del suelo, alienados y orientados hacia una misma dirección.
De este modo, Carbajo lamentó que las mismas lluvias que han permitido conocer la existencia de esta necrópolis han provocado una gran erosión, puesto que el agua ha destrozado gran parte de los restos arqueológicos.
Las lluvias también han sacado a la luz una parte de un mosaico construido en el suelo y un pilón, al parecer también de época romana.
La necrópolis de Aguilar podría formar parte de una villa romana del siglo I
La necrópolis que ha salido a la luz en Aguilar de la Frontera (Córdoba) podrían formar parte de una villa romana, construida entre los siglos I y IV.
Éste es uno de los puntos incluidos en el informe que elaboran los arqueólogos de la Delegación de Cultura de la Junta en Córdoba, quienes han visitado esta mañana el paraje conocido como "Los Yesares", en el Camino del Pozo de Aguilar de la Frontera, sobre el que han aparecido casi medio centenar de tumbas, que han quedado al descubierto después de que las fuertes lluvias arrastraran la capa de tierra que las protegía.
En declaraciones a Efe, el delegado de Cultura de la Junta en Córdoba, Joaquín Dobladez, ha explicado que en total, los restos arqueológicos encontrados abarcan una hectárea de terreno, en la que se han detectado dos sectores diferenciados.
En uno de ellos se encuentra la necrópolis romana, compuesta por unas 40 ó 50 tumbas, algunas están "muy degradadas" por la fuerza del agua y las escorrentías, que también las ha dejado al descubierto, mientras que otras tres han sido expoliadas.
En cambio, otras tumbas sí están en "magnífico estado de conservación", porque mantienen las lápidas en su sitio y permanecen selladas.
En el segundo sector se han encontrado dos estructuras hidráulicas, una de ellas una pileta muy bien conservada y otra de la que tan sólo se mantiene la estructura, ambas rodadas por los sillares de un muro.
Dobladez ha destacado que la prioridad de la Junta es garantizar la seguridad en todo el terreno sobre el que se han encontrado restos arqueológicos y evitar más expolios.
En este sentido, ha felicitado al Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera, que contrató un servicio de seguridad permanente para vigilar la zona, al tiempo que ha añadido que también pedirán la colaboración del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) en esta tarea de control.
El futuro de este yacimiento se determinará en función de lo que revelen los estudios arqueológicos que están en elaboración, pues Dobladez ha explicado que se podría continuar excavando para encontrar más restos arqueológicos o se podría restituir el paisaje, de forma que se garantice la conservación y seguridad.
Fuente: 20 Minutos / ADN
Fecha: 24/08/2010
Los restos de los tres guerrilleros antifranquistas leoneses asesinados el 12 de noviembre de 1943 por un grupo de guardias civiles en el municipio lucense de Triacastela han sido hallados esta tarde, informó la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) en un comunicado.
Se trata de los cuerpos de Pedro Voces, de la localidad de Villanueva; de Antonio Vega Guerrero, de San Juan de la Mata; y de Félix Yáñez, de Campelo; todos ellos municipios de la comarca leonesa de El Bierzo.
Los tres se habían refugiado en los montes de Triacastela tras el comienzo de la Guerra Civil y sus cuerpos fueron enterrados en una fosa común en la parroquia de Vilabella.
En las labores de recuperación de los cuerpos intervinieron dos arqueólogos y ocho voluntarios, precisa la ARMH en la nota en la que anuncia que el vicepresidente, Santiago Macías, interpondrá una denuncia por el descubrimiento de signos de violencia en los cadáveres, con el fin de que el juez correspondiente investigue el asuntos, conforme a la legislación sobre enjuiciamiento criminal.
Las familias de estos tres combatientes contra la el franquismo fueron también represaliados, incluido un hermano de Vega Guerrero, asesinado en 1936, lo que supuso que huyera para evitar que lo detuvieran, según la ARMH.
También cuatro de los cinco hermanos de Voces huyeron después de que Pedro fuera asesinado en la parroquia de Vilabella: a Salvador lo mataron en 1948 en Rao (Lugo); Gumersindo fue encarcelado durante 16 años tras entregarse, y a Demetrio le explotó una bomba en la mano y tuvo que entregarse para poder ser tendido de las heridas y después de ser juzgado, pasó unos meses en prisión y fue finalmente asesinado.
A su mujer, Césara, que también estaba presa, le robaron al único hijo de ambos en la prisión de León, que fue librado a instituciones o familias católicas, señala ARMH.
Fuente: EFE
Fecha: 23/08/2010
En el paraje donde se sitúa la fosa, cuyos restos han comenzado a ver la luz, se estima que pueda haber hasta 400 cadáveres.
Los primeros restos mortales enterrados en una fosa de la Guerra Civil en La Pedraja (Burgos), han sido encontrados esta mañana. En la misma excavación, que es una de las mayores que se han realizado hasta la fecha en España, se espera que se puedan encontrar hasta 70 cadáveres.
Así lo ha asegurado el forense Francisco Etxeberria, que coordina un equipo de veinte personas que trabajarán en la fosa, y Miguel Ángel Martínez Movilla, portavoz de la Agrupación de familiares de las personas asesinadas en los Montes de La Pedraja.
En los parajes cercanos a la fosa se estima que pueda haber alrededor de 400 cadáveres
En los trabajos iniciados esta mañana han aparecido restos de balas, algunos huesos y partes de esqueletos, trozos de ropa y otros vestigios que confirman la existencia de la fosa, situada en la carretera N-120 Burgos-Logroño en el punto kilométrico 81, a unos tres kilómetros de la población de Villafranca Montes de Oca.
Etxeberría ha asegurado que con una dimensión de 2,30 metros de anchura por 28 de largo se confirma como una de las mayores de España en ser excavadas.
Ha indicado que dada su amplitud y la complejidad de los trabajos el equipo va a estar por lo menos dos semanas para poder extraer los cadáveres que allí se encuentren.
Ha precisado que los cuerpos se encuentran muy disgregados, lo que obliga a un trabajo muy minucioso y, dada la humedad de la zona, los huesos tampoco estarán en buen estado.
Esta exhumación es posible gracias a la Agrupación de Familiares de las Personas Asesinadas en los Montes de La Pedraja, constituida en el mes de diciembre de 2008 para buscar a todos sus seres queridos asesinados en esta zona.
Víctimas identificadas
Se estima que en este paraje hay varias fosas y que por lo menos se encontrarían en ellas entre 300 y 400 cadáveres.
Martínez Movilla ha significado que se dispone de una lista de 51 víctimas con nombres y apellidos de la comarca burgalesa de Briviesca cuyos cuerpos se encuentran en las fosas de La Pedraja, además de otro listado de otros 65 nombres y apellidos de personas de La Rioja y Miranda de Ebro.
"Para nosotros es un momento muy importante porque supone poder encontrar a los seres queridos y tener la posibilidad de darles sepultura de forma digna", ha afirmado Martínez.
Ha señalado que en esta fosa se encuentra su abuelo y que su padre, que aún vive y que en la actualidad tiene 88 años, está ansioso por poder enterrar por fin a su antecesor.
Con esta fosa, ya son dos las abiertas en el día de hoy, la primera de ellas en Triacastela (León). La época estival es la más propensa para el desarrollo, por parte de las asociaciones de memoria, de los trabajos de exhumación en las fosas del franquismo.
Fuente: Público.es/ EFE
Fecha: 23/08/2010
Los trabajos, que se inician este lunes, se prolongarán durante dos semanas en las que se seguirán buscando más enterramientos pues se estima que hay restos de 300 individuos.
Este lunes comienza a las nueve de la mañana la exhumación de la fosa de La Pedraja localizada el pasado 3 de junio. Está situada en la carretera N-120 Burgos-Logroño en el punto kilométrico 81.4, a unos tres kilómetros de la población de Villafranca Montes de Oca. Tiene una dimensión de 2,30 metros de anchura por 28 de largo y se estima que puede contener entre 60 y 80 cuerpos.
Esta exhumación es posible gracias a la Agrupación de Familiares de las Personas Asesinadas en los Montes de La Pedraja, constituida en el mes de diciembre del año 2008 para buscar a todos sus seres queridos asesinados en esta zona. En el momento de su formación, la agrupación estaba formada por 70 asociados, a los que luego se unieron otras 22 personas.
Los trabajos de exhumación comienzan este lunes, pero para llegar hasta aquí sus familiares han recorrido un largo camino. Constituir la agrupación, pedir la subvención al Ministerio de Presidencia, esperar su concesión y solicitar los permisos necesarios para actuar son sólo algunos de los pasos que han tenido que seguir.
Esta exhumación está dirigida por el forense Paco Etxeberría y contará con la participación de entre 20 a 25 profesionales de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, de la que es presidente. Los trabajos se prolongarán durante dos semanas en horario de 9 a 21 horas. El equipo estará constituido, entre otros profesionales, por arqueólogos y por dos psicólogos, pues muchos familiares presenciarán la exhumación.
Durante estos quince días se continuarán buscando más fosas ya que todo hace pensar que puede haber más cuerpos. Para localizar más restos, se empleará un gradiómetro de protones, que es un aparato que detecta los movimientos que hubo en el subsuelo en el pasado. Así, los familiares quieren confirmar que no quedan más fosas.
Se cree que podría haber más de 300 individuos, que fueron fusilados entre julio de 1936 y enero de 1937. Se estima esta cifra debido a los testimonios de gente que acude a La Pedraja y por los datos de la Prisión Central de Burgos.
«Hay constancia de 51 personas con nombres y apellidos de Briviesca y la zona y otros 68 de Miranda de Ebro y de La Rioja», explica Miguel Ángel Martínez Movilla, representante legal de la agrupación y el que ha llevado todo el proceso. Es nieto de Rafael Martínez Moro, uno de los fusilados en el monte de la Pedraja. Martínez Movilla y su padre solían acudir a este paraje ya durante la dictadura. Fue en 1976 cuando los familiares de los asesinados en este monte comenzaron a reunirse allí cada año para homenajearlos.
Su historia
«Mi abuelo fue detenido el 19 de julio de 1936 en Briviesca y trasladado a la prisión de este pueblo. Más tarde, fue llevado a la Prisión Central de Burgos, de la que salió junto a otras diez personas el 3 de octubre para ser fusilado», explica Martínez Movilla, que aporta más datos de su familiar . Su abuelo era contratista y hacía obras de construcción para la Administración. Tenía 42 años cuando fue asesinado. Su nieto cree que el único motivo para ello era que presidía la agrupación socialista de Briviesca, donde dejó mujer y cinco hijos. Sus familiares no tienen duda de que Rafael se encuentra en La Pedraja porque algunos vecinos de Villafranca Montes de Oca, que iban obligados a cavar las fosas, le reconocieron cuando fue llevado allí para ser fusilado e informaron a su familia al día siguiente del suceso.
Después de los trabajos de campo, los restos encontrados serán llevados a los laboratorios que Aranzadi posee en San Sebastián, donde se procederá a su identificación. Primero, por sus rasgos anatómicos y, en caso de que esta opción no sea posible, se realizaría a través del ADN.
Martínez Movilla no entiende cómo la Ley de Memoria Histórica puede dejar en manos de los familiares la búsqueda de sus muertos, ya que a su juicio es un problema del Estado español. A dos días de la exhumación asegura que las familias están ansiosas porque «ven que se les acaba su plazo de vida y no han sido capaces de encontrarlos». Define su sentimiento como una alegría amarga. «Has conseguido lo que deseabas, pero hay amargura porque ni a las Administraciones, ni a los amigos, ni a la gente les preocupa este tema», explica.
Fuente: Diario de Burgos
Autor: Nuria Gutiérrez
Fecha: 21/08/2010
Pese a los errores del atestado instruido, el colectivo ha identificado a los tres enterrados.
Ahora sí se sabe quién está ahí. Falta saber qué identidad corresponde a cada cuerpo, pero la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha podido conocer que los guerrilleros antifranquistas bercianos Pedro Voces, de Villabuena (Cacabelos), Félix Yáñez, de San Juan de la Mata (Arganza) y Antonio Vega, de Campelo (Arganza) son los que reposan desde noviembre de 1943 en una fosa común a los pies de la iglesia de Triacastela, en Lugo.
El colectivo empieza el lunes a trabajar en la exhumación de su enterramiento tras obtener los permisos necesarios de las familias y el Obispado de Lugo.
Su caso llama especialmente la atención por la serie de errores que cometió la Guardia civil al plasmar en los documentos los resultados de sus acciones.
Cuatro guerrilleros bercianos formaban parte de un grupo que quedó cercado el 12 de noviembre de 1943 en el entorno de la aldea lucense de Vilabella, cerca de Triacastela. Lesacechaba un contingente de 24 guardias civiles de las comandancias de León, Lugo y Pontevedra.
El acorralamiento desembocó en un combate que finalizaría con la muerte de tres de ellos. El cuarto, gravemente herido, consiguió ponerse a salvo.
La Guardia Civil rastreó la zona y encontró los cuerpos sin vida de tres de sus adversarios. Uno de ellos tenía la cara totalmente desfigurada por la explosión de una bomba que manipulaba cuando se vio abatido.
Esto, sumado a una serie de deducciones que los agentes hicieron en base a los objetos hallados en el lugar, llevaron a un fallo de identificación de los cadáveres.
Sin excesivas comprobaciones, la Guardia Civil afirmó que los muertos se correspondían con Pedro Voces Canóniga, su hermano SalvadorVoces Canóniga y Ovidio Peláez Rodríguez.Éste último, un minero natural de Villaseca de Laciana hijo de un guardia civil destinado en la zona antes de estallar la Guerra.
Pedro Voces sí era uno de los muertos. Salvador no, ya que moriría también a manos del régimen en el año 48 cuando preparaba su salida de España.
Ovidio Peláez tampoco. Él era, precisamente, el herido que consiguió huir. Moriría sin embargo dos meses más tarde en un encuentro con las fuerzas represivos cerca de San Martín de Moreda en Vega de Espinareda.
Ni un anillo con iniciales ‘AV’ enuno de los cuerpos hizo pensar a la Guardia Civil queno estaban en el camino correcto en sus identificaciones. No obstante, citan el anillo en el atestado instruido tras el combate.
Era el anillo de Antonio Vega, que posteriormente sería donado por los agentes a un asilo de ancianos de Lugo, junto con varios utensilios de aseo como una navaja, un espejo y otros objetos que portaban los abatidos.
A la izquierda de estas líneas, se aprecia la última página de la ‘Diligencia de Autopsia’ de los tres hombres, en la que se describe, posteriormente el lugar exacto de enterramiento. Dentro de pocos días podrán tener su lápida, con sus correctos nombres y apellidos correctos.
Más trabajos en lo que queda de verano
La ARMH tiene más trabajos previstos para desarrollar en la comarca del Bierzo y en el resto de la provincia de León durante las próximas semanas.
La exhumación de una fosa cerca de la iglesia ubicada entre las localidades de Salas y Villar de los Barrios, en el municipio de Ponferrada, donde se encuentran los cuerpos de tres vecinos de la zona de Lombillo, Enrique Vidal Oviedo, Alejandro Fernández Rodríguez y Juan García Carballo.
Trabajos en la localidad berciana de Columbrianos, que será otro punto clave de la asociación donde prevén la exhumación de cuatro retractores al régimen franquista que cayeron en el asalto de la Guardia Civil conocido como ‘La caída de Columbrianos’. Son Robustiano Arias Carujo, Miguel Cuellas Gómez, Manuel Moreno Casado y Catalina Martínez.
Finalmente buscarán la fosa de Pascual Vega, Domitila Vega Ceferino Prada y José Domínguez en Pombriego (Benuza).
Fuente: La Crónica
Autor: Diana Martínez
Fecha: 20/08/2010