Pese a los errores del atestado instruido, el colectivo ha identificado a los tres enterrados.
Ahora sí se sabe quién está ahí. Falta saber qué identidad corresponde a cada cuerpo, pero la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha podido conocer que los guerrilleros antifranquistas bercianos Pedro Voces, de Villabuena (Cacabelos), Félix Yáñez, de San Juan de la Mata (Arganza) y Antonio Vega, de Campelo (Arganza) son los que reposan desde noviembre de 1943 en una fosa común a los pies de la iglesia de Triacastela, en Lugo.
El colectivo empieza el lunes a trabajar en la exhumación de su enterramiento tras obtener los permisos necesarios de las familias y el Obispado de Lugo.
Su caso llama especialmente la atención por la serie de errores que cometió la Guardia civil al plasmar en los documentos los resultados de sus acciones.
Cuatro guerrilleros bercianos formaban parte de un grupo que quedó cercado el 12 de noviembre de 1943 en el entorno de la aldea lucense de Vilabella, cerca de Triacastela. Lesacechaba un contingente de 24 guardias civiles de las comandancias de León, Lugo y Pontevedra.
El acorralamiento desembocó en un combate que finalizaría con la muerte de tres de ellos. El cuarto, gravemente herido, consiguió ponerse a salvo.
La Guardia Civil rastreó la zona y encontró los cuerpos sin vida de tres de sus adversarios. Uno de ellos tenía la cara totalmente desfigurada por la explosión de una bomba que manipulaba cuando se vio abatido.
Esto, sumado a una serie de deducciones que los agentes hicieron en base a los objetos hallados en el lugar, llevaron a un fallo de identificación de los cadáveres.
Sin excesivas comprobaciones, la Guardia Civil afirmó que los muertos se correspondían con Pedro Voces Canóniga, su hermano SalvadorVoces Canóniga y Ovidio Peláez Rodríguez.Éste último, un minero natural de Villaseca de Laciana hijo de un guardia civil destinado en la zona antes de estallar la Guerra.
Pedro Voces sí era uno de los muertos. Salvador no, ya que moriría también a manos del régimen en el año 48 cuando preparaba su salida de España.
Ovidio Peláez tampoco. Él era, precisamente, el herido que consiguió huir. Moriría sin embargo dos meses más tarde en un encuentro con las fuerzas represivos cerca de San Martín de Moreda en Vega de Espinareda.
Ni un anillo con iniciales ‘AV’ enuno de los cuerpos hizo pensar a la Guardia Civil queno estaban en el camino correcto en sus identificaciones. No obstante, citan el anillo en el atestado instruido tras el combate.
Era el anillo de Antonio Vega, que posteriormente sería donado por los agentes a un asilo de ancianos de Lugo, junto con varios utensilios de aseo como una navaja, un espejo y otros objetos que portaban los abatidos.
A la izquierda de estas líneas, se aprecia la última página de la ‘Diligencia de Autopsia’ de los tres hombres, en la que se describe, posteriormente el lugar exacto de enterramiento. Dentro de pocos días podrán tener su lápida, con sus correctos nombres y apellidos correctos.
Más trabajos en lo que queda de verano
La ARMH tiene más trabajos previstos para desarrollar en la comarca del Bierzo y en el resto de la provincia de León durante las próximas semanas.
La exhumación de una fosa cerca de la iglesia ubicada entre las localidades de Salas y Villar de los Barrios, en el municipio de Ponferrada, donde se encuentran los cuerpos de tres vecinos de la zona de Lombillo, Enrique Vidal Oviedo, Alejandro Fernández Rodríguez y Juan García Carballo.
Trabajos en la localidad berciana de Columbrianos, que será otro punto clave de la asociación donde prevén la exhumación de cuatro retractores al régimen franquista que cayeron en el asalto de la Guardia Civil conocido como ‘La caída de Columbrianos’. Son Robustiano Arias Carujo, Miguel Cuellas Gómez, Manuel Moreno Casado y Catalina Martínez.
Finalmente buscarán la fosa de Pascual Vega, Domitila Vega Ceferino Prada y José Domínguez en Pombriego (Benuza).
Fuente: La Crónica
Autor: Diana Martínez
Fecha: 20/08/2010
Ahora sí se sabe quién está ahí. Falta saber qué identidad corresponde a cada cuerpo, pero la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha podido conocer que los guerrilleros antifranquistas bercianos Pedro Voces, de Villabuena (Cacabelos), Félix Yáñez, de San Juan de la Mata (Arganza) y Antonio Vega, de Campelo (Arganza) son los que reposan desde noviembre de 1943 en una fosa común a los pies de la iglesia de Triacastela, en Lugo.
El colectivo empieza el lunes a trabajar en la exhumación de su enterramiento tras obtener los permisos necesarios de las familias y el Obispado de Lugo.
Su caso llama especialmente la atención por la serie de errores que cometió la Guardia civil al plasmar en los documentos los resultados de sus acciones.
Cuatro guerrilleros bercianos formaban parte de un grupo que quedó cercado el 12 de noviembre de 1943 en el entorno de la aldea lucense de Vilabella, cerca de Triacastela. Lesacechaba un contingente de 24 guardias civiles de las comandancias de León, Lugo y Pontevedra.
El acorralamiento desembocó en un combate que finalizaría con la muerte de tres de ellos. El cuarto, gravemente herido, consiguió ponerse a salvo.
La Guardia Civil rastreó la zona y encontró los cuerpos sin vida de tres de sus adversarios. Uno de ellos tenía la cara totalmente desfigurada por la explosión de una bomba que manipulaba cuando se vio abatido.
Esto, sumado a una serie de deducciones que los agentes hicieron en base a los objetos hallados en el lugar, llevaron a un fallo de identificación de los cadáveres.
Sin excesivas comprobaciones, la Guardia Civil afirmó que los muertos se correspondían con Pedro Voces Canóniga, su hermano SalvadorVoces Canóniga y Ovidio Peláez Rodríguez.Éste último, un minero natural de Villaseca de Laciana hijo de un guardia civil destinado en la zona antes de estallar la Guerra.
Pedro Voces sí era uno de los muertos. Salvador no, ya que moriría también a manos del régimen en el año 48 cuando preparaba su salida de España.
Ovidio Peláez tampoco. Él era, precisamente, el herido que consiguió huir. Moriría sin embargo dos meses más tarde en un encuentro con las fuerzas represivos cerca de San Martín de Moreda en Vega de Espinareda.
Ni un anillo con iniciales ‘AV’ enuno de los cuerpos hizo pensar a la Guardia Civil queno estaban en el camino correcto en sus identificaciones. No obstante, citan el anillo en el atestado instruido tras el combate.
Era el anillo de Antonio Vega, que posteriormente sería donado por los agentes a un asilo de ancianos de Lugo, junto con varios utensilios de aseo como una navaja, un espejo y otros objetos que portaban los abatidos.
A la izquierda de estas líneas, se aprecia la última página de la ‘Diligencia de Autopsia’ de los tres hombres, en la que se describe, posteriormente el lugar exacto de enterramiento. Dentro de pocos días podrán tener su lápida, con sus correctos nombres y apellidos correctos.
Más trabajos en lo que queda de verano
La ARMH tiene más trabajos previstos para desarrollar en la comarca del Bierzo y en el resto de la provincia de León durante las próximas semanas.
La exhumación de una fosa cerca de la iglesia ubicada entre las localidades de Salas y Villar de los Barrios, en el municipio de Ponferrada, donde se encuentran los cuerpos de tres vecinos de la zona de Lombillo, Enrique Vidal Oviedo, Alejandro Fernández Rodríguez y Juan García Carballo.
Trabajos en la localidad berciana de Columbrianos, que será otro punto clave de la asociación donde prevén la exhumación de cuatro retractores al régimen franquista que cayeron en el asalto de la Guardia Civil conocido como ‘La caída de Columbrianos’. Son Robustiano Arias Carujo, Miguel Cuellas Gómez, Manuel Moreno Casado y Catalina Martínez.
Finalmente buscarán la fosa de Pascual Vega, Domitila Vega Ceferino Prada y José Domínguez en Pombriego (Benuza).
Fuente: La Crónica
Autor: Diana Martínez
Fecha: 20/08/2010
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