Los enterramientos, orientados en dirección a la Meca, se encuentran en el fondo de un barranco
Los trabajos para el encauzamiento de una rambla, en las proximidades de la localidad de Jarque de la Val, han dejado al descubierto los restos de un cementerio islámico. Se trata de distintas piezas de los esqueletos de seis cadáveres que, según las primeras estimaciones de los arqueólogos del Gobierno de Aragón, podrían datar de los siglos XI ó XII.
Los huesos, entre ellos varios fémures, mandíbulas y una calavera, se han localizado a menos de un kilómetro del pueblo, en el paraje denominado barranco de Villarejo. Concretamente, se encuentran en el punto kilométrico 4,2 de la A-1403, en dirección a Aliaga. Las lluvias de las últimas semanas han podido contribuir al afloramiento de estas piezas, sobre las cuales se extiende un gran campo de labor.
Fuentes del Departamento de Cultura del Gobierno de Aragón manifestaron que las primeras evidencias demuestran el origen islámico de los restos. La aparición de diversas losas de piedra junto a los huesos, características de los enterramientos musulmanes, así como la orientación de los cuerpos en dirección a la Meca confirman esta impresión. A ello hay que sumar que los cadáveres se encuentran en posición decúbito lateral, una postura que se corresponde con las sepulturas de la tradición funeraria de los musulmanes.
Tras el descubrimiento de los huesos, los arqueólogos de la DGA procederán en breve a realizar una intervención de urgencia, con la retirada ordenada de los restos. La delimitación y el precinto del yacimiento serán las primeras actuaciones que se acometerán. Un estudio posterior de los restos permitirá una datación más exacta de los mismos y proporcionará información sobre la época en la que se produjeron los enterramientos.
El lunes, agentes de la Guardia Civil llevaron a cabo una inspección ocular de la zanja en la que aparecieron los esqueletos, después de haber sido alertados por vecinos de la localidad. Según señaló el alcalde de Jarque de la Val -pequeño municipio de la comarca de Cuencas Mineras-, Sebastián Iranzo, la presencia de algunos de estos esqueleos ya había sido advertida por varios vecinos hace un par de meses. La zona donde han aflorado los cadáveres, en las proximidades del camino de Regajo, es muy frecuentada por la población. No fue, sin embargo, hasta esta semana cuando se avisó a la Guardia Civil debido a que quedaron al descubierto muchos más huesos, incluida una calavera.
"Las lluvias torrenciales de las pasadas semanas han podido sacar a la luz los huesos -señaló el primer edil-". "Esa rambla -continuó- suele llevar abundante agua cuando se producen fuertes tormentas, por lo que es fácil que se desmorone la tierra que los cubría".
Iranzo señaló que la opinión generalizada en Jarque de la Val atribuía los cadáveres a enterramientos de la Guerra Civil española, debido a las numerosas fosas que de esta época han aparecido en pueblos de la provincia de Teruel. Agregó, no obstante, que hace unos diez años aparecieron vestigios arqueológicos de gran antigüedad en una loma próxima al emplazamiento donde ahora ha aflorado el cementerio islámico.
No es la primera vez que aparece una necrópolis de esta época en la provincia. Hace unos quince años salieron a la luz numerosos enterramientos en Caudé, en lo que se consideró un cementerio musulmán de grandes dimensiones. Sin embargo, la presencia de edificaciones imposibilitó la continuación de excavaciones. Hace dos años aparecieron más de 300 tumbas en un cementerio, en este caso cristiano, en la iglesia de San Martín de Teruel. Los estudios posteriores de los cadáveres, fechados entre los siglos XVI y XVII, proporcionaron abundante información sobre las causas de la muerte, que pudo deberse a una gran peste.
Fuente: http://www.heraldo.es
Fecha: 26/05/2009
Los trabajos para el encauzamiento de una rambla, en las proximidades de la localidad de Jarque de la Val, han dejado al descubierto los restos de un cementerio islámico. Se trata de distintas piezas de los esqueletos de seis cadáveres que, según las primeras estimaciones de los arqueólogos del Gobierno de Aragón, podrían datar de los siglos XI ó XII.
Los huesos, entre ellos varios fémures, mandíbulas y una calavera, se han localizado a menos de un kilómetro del pueblo, en el paraje denominado barranco de Villarejo. Concretamente, se encuentran en el punto kilométrico 4,2 de la A-1403, en dirección a Aliaga. Las lluvias de las últimas semanas han podido contribuir al afloramiento de estas piezas, sobre las cuales se extiende un gran campo de labor.
Fuentes del Departamento de Cultura del Gobierno de Aragón manifestaron que las primeras evidencias demuestran el origen islámico de los restos. La aparición de diversas losas de piedra junto a los huesos, características de los enterramientos musulmanes, así como la orientación de los cuerpos en dirección a la Meca confirman esta impresión. A ello hay que sumar que los cadáveres se encuentran en posición decúbito lateral, una postura que se corresponde con las sepulturas de la tradición funeraria de los musulmanes.
Tras el descubrimiento de los huesos, los arqueólogos de la DGA procederán en breve a realizar una intervención de urgencia, con la retirada ordenada de los restos. La delimitación y el precinto del yacimiento serán las primeras actuaciones que se acometerán. Un estudio posterior de los restos permitirá una datación más exacta de los mismos y proporcionará información sobre la época en la que se produjeron los enterramientos.
El lunes, agentes de la Guardia Civil llevaron a cabo una inspección ocular de la zanja en la que aparecieron los esqueletos, después de haber sido alertados por vecinos de la localidad. Según señaló el alcalde de Jarque de la Val -pequeño municipio de la comarca de Cuencas Mineras-, Sebastián Iranzo, la presencia de algunos de estos esqueleos ya había sido advertida por varios vecinos hace un par de meses. La zona donde han aflorado los cadáveres, en las proximidades del camino de Regajo, es muy frecuentada por la población. No fue, sin embargo, hasta esta semana cuando se avisó a la Guardia Civil debido a que quedaron al descubierto muchos más huesos, incluida una calavera.
"Las lluvias torrenciales de las pasadas semanas han podido sacar a la luz los huesos -señaló el primer edil-". "Esa rambla -continuó- suele llevar abundante agua cuando se producen fuertes tormentas, por lo que es fácil que se desmorone la tierra que los cubría".
Iranzo señaló que la opinión generalizada en Jarque de la Val atribuía los cadáveres a enterramientos de la Guerra Civil española, debido a las numerosas fosas que de esta época han aparecido en pueblos de la provincia de Teruel. Agregó, no obstante, que hace unos diez años aparecieron vestigios arqueológicos de gran antigüedad en una loma próxima al emplazamiento donde ahora ha aflorado el cementerio islámico.
No es la primera vez que aparece una necrópolis de esta época en la provincia. Hace unos quince años salieron a la luz numerosos enterramientos en Caudé, en lo que se consideró un cementerio musulmán de grandes dimensiones. Sin embargo, la presencia de edificaciones imposibilitó la continuación de excavaciones. Hace dos años aparecieron más de 300 tumbas en un cementerio, en este caso cristiano, en la iglesia de San Martín de Teruel. Los estudios posteriores de los cadáveres, fechados entre los siglos XVI y XVII, proporcionaron abundante información sobre las causas de la muerte, que pudo deberse a una gran peste.
Fuente: http://www.heraldo.es
Fecha: 26/05/2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario