Los caballos domésticos más antiguos conocidos sirvieron tanto como medio de transporte como para ordeñar la leche de las hembras, según un nuevo estudio. Los hallazgos realizados por un equipo internacional de arqueólogos pueden apuntar a los mismísimos inicios de la domesticación equina y ayudan a explicar sus primeros impactos en la sociedad.
Investigadores del Museo Carnegie de Historia Natural en Pittsburgh, EE.UU., y de las universidades de Exeter y Bristol en el Reino Unido, descubrieron la evidencia en Kazajstán, el país más grande del mundo sin salida al mar, y que está situado en Asia Central. Los datos recolectados por los arqueólogos apoyan la hipótesis de que las áreas ricas en manadas de caballos de las vastas y semiáridas planicies de pasto, o estepas, al este de los Montes Urales en la región norte de Kazajstán, contribuyeron grandemente al desarrollo de dos culturas vecinas, los Botai en la región norte y central de Kazajstán, y los Tersek en el oeste.
Poseer un animal doméstico que podía ser comido, ordeñado, montado para transporte de personas, empleado como bestia de carga, y potencialmente como medio para viajar a grandes distancias, pudo haber tenido un gran impacto en cualquier sociedad que domesticase caballos o los criase en cautividad.
A raíz de este nuevo estudio, los arqueólogos ahora creen que la domesticación de caballos pudo haber comenzado en Kazajstán hace alrededor de 5.500 años, unos 1.000 años antes de lo que comúnmente se cree. Sus hallazgos también sitúan cronológicamente la domesticación de caballos en Kazajstán casi 2.000 años antes de lo que se conoce para Europa.
El equipo de investigación empleó varias técnicas para descubrir que los caballos suministraban carne y leche, para demostrar que los caballos domésticos diferían de los salvajes de la misma región, y para probar que a los caballos se les enjaezaba y posiblemente montaba ya en el cuarto milenio a.C., en Kazajstán.
Es obvio que la domesticación equina debió tener importantes repercusiones sociales y económicas, introduciendo avances en las comunicaciones, el transporte, la producción de alimentos y el poderío militar. Por ello, estos nuevos hallazgos son especialmente importantes ya que cambian la perspectiva que los arqueólogos tenían sobre cómo se desarrollaron esas sociedades tempranas.
Fuente: Scitech News
Fecha: 25/05/2009
Investigadores del Museo Carnegie de Historia Natural en Pittsburgh, EE.UU., y de las universidades de Exeter y Bristol en el Reino Unido, descubrieron la evidencia en Kazajstán, el país más grande del mundo sin salida al mar, y que está situado en Asia Central. Los datos recolectados por los arqueólogos apoyan la hipótesis de que las áreas ricas en manadas de caballos de las vastas y semiáridas planicies de pasto, o estepas, al este de los Montes Urales en la región norte de Kazajstán, contribuyeron grandemente al desarrollo de dos culturas vecinas, los Botai en la región norte y central de Kazajstán, y los Tersek en el oeste.
Poseer un animal doméstico que podía ser comido, ordeñado, montado para transporte de personas, empleado como bestia de carga, y potencialmente como medio para viajar a grandes distancias, pudo haber tenido un gran impacto en cualquier sociedad que domesticase caballos o los criase en cautividad.
A raíz de este nuevo estudio, los arqueólogos ahora creen que la domesticación de caballos pudo haber comenzado en Kazajstán hace alrededor de 5.500 años, unos 1.000 años antes de lo que comúnmente se cree. Sus hallazgos también sitúan cronológicamente la domesticación de caballos en Kazajstán casi 2.000 años antes de lo que se conoce para Europa.
El equipo de investigación empleó varias técnicas para descubrir que los caballos suministraban carne y leche, para demostrar que los caballos domésticos diferían de los salvajes de la misma región, y para probar que a los caballos se les enjaezaba y posiblemente montaba ya en el cuarto milenio a.C., en Kazajstán.
Es obvio que la domesticación equina debió tener importantes repercusiones sociales y económicas, introduciendo avances en las comunicaciones, el transporte, la producción de alimentos y el poderío militar. Por ello, estos nuevos hallazgos son especialmente importantes ya que cambian la perspectiva que los arqueólogos tenían sobre cómo se desarrollaron esas sociedades tempranas.
Fuente: Scitech News
Fecha: 25/05/2009
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