La aparición de 24 enterramientos islámicos ralentiza las obras de la calle Empedrat y provoca quejas de comerciantes
El hallazgo de restos humanos en las obras de alcantarillado de la calle Empedrat ha colmado la paciencia de propietarios de tiendas y restaurantes. A unos seis metros de profundidad se escondía parte de la necrópolis islámica de Elche. Unos cadáveres en buen estado de conservación que servirán para estudiar antropológicamente a los habitantes de la ciudad entre los siglos XI y XIII, pero que también han provocado la repulsa de los comerciantes. "Lo que no puede ser es que se haga más caso a los muertos que a los vivos", afirma Ricardo Barroso, propietario del Mesón Ricardo. Asegura que "las pérdidas que estamos sufriendo son muy elevadas y no se pueden ralentizar unas obras que nos están causando tantas molestias".
Javier Rico, propietario del quiosco, entiende que "no se trata de restos realmente importantes y nosotros necesitamos sacar nuestros comercios adelante". Por ello, exigen "que se agilicen al máximo los plazos y si pueden acabar antes de la fecha, mejor", porque "hemos dejado de trabajar de una manera radical", explica Antonio Espinosa, del Mesón Antonio, que se muestra "realmente desesperado", como otros comerciantes de la calle adyacente, Pere Ibarra, donde también se están realizando las obras, aunque a mejor ritmo, al no haber hallado nada relevante.
Algunos dicen que las fechas elegidas no han sido las adecuadas. Otros, que la accesibilidad a sus negocios es "muy deficiente" y que los olores "espantan". La empresa, Aigües d'Elx, y la concejal responsable, María Teresa Sempere, aseguran que las obras están cumpliendo con la legislación en materia de restos arqueológicos y que van dentro del plazo (deben acabar el 15 de junio). Los arqueólogos de la empresa Alebús trabajan a un elevado ritmo en dos niveles de enterramiento. Tres técnicos ya han recuperado huesos de unas 24 personas, que serán estudiados y depositados en el Museo Arqueológico y de Historia de Elche (MAHE).
Fuente: http://www.diarioinformacion.com
Fecha: 13/05/2009.
El hallazgo de restos humanos en las obras de alcantarillado de la calle Empedrat ha colmado la paciencia de propietarios de tiendas y restaurantes. A unos seis metros de profundidad se escondía parte de la necrópolis islámica de Elche. Unos cadáveres en buen estado de conservación que servirán para estudiar antropológicamente a los habitantes de la ciudad entre los siglos XI y XIII, pero que también han provocado la repulsa de los comerciantes. "Lo que no puede ser es que se haga más caso a los muertos que a los vivos", afirma Ricardo Barroso, propietario del Mesón Ricardo. Asegura que "las pérdidas que estamos sufriendo son muy elevadas y no se pueden ralentizar unas obras que nos están causando tantas molestias".Javier Rico, propietario del quiosco, entiende que "no se trata de restos realmente importantes y nosotros necesitamos sacar nuestros comercios adelante". Por ello, exigen "que se agilicen al máximo los plazos y si pueden acabar antes de la fecha, mejor", porque "hemos dejado de trabajar de una manera radical", explica Antonio Espinosa, del Mesón Antonio, que se muestra "realmente desesperado", como otros comerciantes de la calle adyacente, Pere Ibarra, donde también se están realizando las obras, aunque a mejor ritmo, al no haber hallado nada relevante.
Algunos dicen que las fechas elegidas no han sido las adecuadas. Otros, que la accesibilidad a sus negocios es "muy deficiente" y que los olores "espantan". La empresa, Aigües d'Elx, y la concejal responsable, María Teresa Sempere, aseguran que las obras están cumpliendo con la legislación en materia de restos arqueológicos y que van dentro del plazo (deben acabar el 15 de junio). Los arqueólogos de la empresa Alebús trabajan a un elevado ritmo en dos niveles de enterramiento. Tres técnicos ya han recuperado huesos de unas 24 personas, que serán estudiados y depositados en el Museo Arqueológico y de Historia de Elche (MAHE).
Fuente: http://www.diarioinformacion.com
Fecha: 13/05/2009.
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