miércoles, 4 de noviembre de 2009

El batallón Galicia vuelve a casa

El sepelio de los republicanos asesinados en O Acevo cierra heridas en A Montaña.

Setenta y dos años después de su violenta muerte, los restos de los 13 milicianos republicanos del Batallón Galicia, asesinados por falangistas el 30 de octubre de 1937 en el Alto do Acevo, recibieron el sábado 31 de octubre sepultura en el cementerio de A Fonsagrada, donde sus familiares, asistentes a un acto muy emotivo, pueden por fin llorarlos.

El sepelio se convirtió en un homenaje a los represaliados y a sus familias y, en definitiva, en favor de la dignidad de las personas. Los cuerpos fueron exhumados en agosto de 2008 por arqueólogos bajo la dirección de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica, que contó con la colaboración de mayores de A Fonsagrada conocedores de la sangrienta historia, inmortilizada en A Montaña con romances.

El humilde consistorio fonsagradino se quedó pequeño para albergar el primer compás del homenaje al comandante Moreno y a sus hombres. Sobre una mesa cubierta con una sábana negra, las siete cajas con 40 centímetros, con los restos de los siete milicianos identificados, fueron entregadas a sus familiares. Posteriormente compartirían un pequeño panteón con las exequias de otros seis republicanos exhumados de O Acevo sin identificar.

ConcordiaEn el consistorio, el alcalde, el socialista Argelio Fernández Queijo, pronunció unas sentidas palabras: «Este non é un acto contra ninguén, senón a favor da concordia. Dende a liberdade e a tolerancia podemos dar hoxe sepultura a estes milicianos». A continuación, los arqueólogos señalaron que no trataban de «abrir heridas, sino de cerrarlas».

Emocionados, los familiares recogieron los pequeños féretros para acariciar a sus seres queridos, tras la espera de casi una vida. Los llevaron a dos coches fúnebres. Acto seguido, acompañados por cientos de vecinos de A Fonsagrada, el alcalde y el vicepresidente primero de la Diputación, Antón Bao, deambularon hasta el cementerio tras los vehículos.

Bao, en nombre de la Diputación que colaboró en la exhumación, dirigió unas palabras a los presentes en el cementerio. «É importante devolverlle á voz a aqueles a quen se lles roubou», dijo el nacionalista, quien calificó a los milicianos de «herois da Montaña». Finalizó su alocución con unos versos de Miguel Hernández: «Tristes armas, se non son as palabras».

Habló, posteriormente, Óscar López, un fonsagradino que participó en las excavaciones, conocedor de la sangrienta historia por su abuelo. Aludió a que la historia de la dignidad cercenada a los milicianos y salvada por la memoria de un pueblo fue representada en París, tras llevarla al teatro la periodista Manon Moreau, conmovida por el suceso. Un grupo de fonsagradinos fue incluso a ver la obra teatral a Francia. Finalmente hubo un recital poético con la intervención del poeta Fernández Naval y del actor Víctor Mosquera. Los cuerpos fueron introducidos en un panteón de granito con música de gaitas y redoble de tambores. En el cementerio hay enterrados otros dos represaliados, pero no se sabe dónde.

Autor: Froilán Varela (A Fonsagrada)
Fuente: El Progreso
Fecha: 01/11/2009

72 años después las familias pudieron darles sepultura y rendirles homenaje.


Unos versos de Ángel González marcaron el momento más emotivo del entierro de los restos de los 13 miembros del Batallón Galicia ayer en Fonsagrada: «¿A qué llorar por el fracaso de ese deseo? Silencio y sonreír, nada es lo mismo. Habrá palabras nuevas para la nueva historia, y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde». A continuación estalló en un gran aplauso, el punto culminante para un acto que los familiares pretendieron «alegre, porque estos hombres vuelven a casa tras 72 años, y en recuerdo de la lucha por la libertad que libraron y que los romances perpetuaron todo este tiempo, que tales hechos sirvan para no repetir los mismos errores». Según contaron los vecinos de Fonsagrada, sus abuelos les hablaban «del Moreno como de un héroe, una y otra vez nos repetían la canción y así se encargaban de recordarnos que teníamos una deuda pendiente».

Ayer la deuda quedó saldada, cuando la población de la frontera lucense recibió al comandante y a sus hombres para primero rendirles homenaje en el ayuntamiento y luego, en larga procesión, llevarlos hasta el cementerio, donde fueron enterrados bajo la inscripción: «La libertad nunca perdió ninguna lucha». El vicepresidente de la Diputación de Lugo, Antón Bao, afirmó que «con este acto se quiere homenajear a los muertos de la Guerra Civil, que por defender sus ideas acabaron vertiendo su sangre, y también a la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), por el trabajo desarrollado».

La trágica historia comenzó en el Alto del Acebo, en Grandas de Salime. Los trece miembros del Batallón Galicia, con el comandante Moreno a la cabeza, venían del Frente de Asturias buscando escapar a Francia por La Coruña. Pocos metros antes de pisar su tierra, fueron asesinados por falangistas. Pasarían muchas décadas hasta que las obras de la carretera ´Y´ de Fonsagrada obligaran a poner en marcha en 2007 un dispositivo para recuperar los restos antes de que los trabajos de la nueva vía pudieran afectarlos. En 2008 se estrenó una obra de teatro en París, y ayer se rodó el final de un documental centrado en el Batallón Galicia, que hace ya mucho que es leyenda.

Autor: María R. López
Fuente: La Voz de Asturias
Fecha: 01/11/2009

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