Un hueso humano que dataría de hace unos 9.000 años y que fue hallado en el siglo XIX en una famosas cuevas del suroeste de Inglaterra presenta unas marcas que podrían ser indicios de canibalismo.
Ésta es una de las teorías que barajan los expertos que han redescubierto la osamenta, encontrada originalmente en 1866 por el arqueólogo William Pengelly en el sistema de cavernas Kents Cavern de Torquay (condado de Devon), donde pasó 15 años excavando.
Especialistas del museo de esa localidad se toparon con el hueso, que parece ser de un brazo, el pasado junio, cuando llevaban a cabo labores de catalogación de unos 15.000 restos de animales desenterrados de esas cuevas.
Junto con la Escuela de Arqueología y la Unidad de Aceleradores de Radiocarbono de la Universidad de Oxford, identificaron y dataron el hueso, que tiene unas marcas hechas con herramientas de piedra, y concluyeron que las muescas pudieron haberse hecho durante una ceremonia ritual o ser resultado de una actividad caníbal.
Un portavoz del museo de Torquay señaló a la cadena pública británica BBC que sólo en otro lugar de Inglaterra, en la cueva de Gough en el condado occidental de Somerset, se habían encontrado restos humanos de la misma época con cortes parecidos.
"Algunos arqueólogos han interpretado estas marcas como prueba de canibalismo, pero no se ha descartado que puedan deberse a prácticas funerarias rituales o a desmembración para el transporte", dijo el portavoz a la emisora.
Por su parte, Rick Schulting, de la Escuela de Arqueología, observó que "hallazgos como éste ponen de manifiesto la complejidad de las prácticas mortuorias en el Mesolítico, miles de años antes de la aparición de la agricultura, (período) que habitualmente se asocia más con un comportamiento funerario complejo".
En otras investigaciones arqueológicas en la zona, se han descubierto también un hueso de mandíbula humano de hace 37.000 años y herramientas de piedra de hace más de 40.000.
Fuente: EFE
Fecha: 10/08/09
Ésta es una de las teorías que barajan los expertos que han redescubierto la osamenta, encontrada originalmente en 1866 por el arqueólogo William Pengelly en el sistema de cavernas Kents Cavern de Torquay (condado de Devon), donde pasó 15 años excavando.
Especialistas del museo de esa localidad se toparon con el hueso, que parece ser de un brazo, el pasado junio, cuando llevaban a cabo labores de catalogación de unos 15.000 restos de animales desenterrados de esas cuevas.
Junto con la Escuela de Arqueología y la Unidad de Aceleradores de Radiocarbono de la Universidad de Oxford, identificaron y dataron el hueso, que tiene unas marcas hechas con herramientas de piedra, y concluyeron que las muescas pudieron haberse hecho durante una ceremonia ritual o ser resultado de una actividad caníbal.
Un portavoz del museo de Torquay señaló a la cadena pública británica BBC que sólo en otro lugar de Inglaterra, en la cueva de Gough en el condado occidental de Somerset, se habían encontrado restos humanos de la misma época con cortes parecidos.
"Algunos arqueólogos han interpretado estas marcas como prueba de canibalismo, pero no se ha descartado que puedan deberse a prácticas funerarias rituales o a desmembración para el transporte", dijo el portavoz a la emisora.
Por su parte, Rick Schulting, de la Escuela de Arqueología, observó que "hallazgos como éste ponen de manifiesto la complejidad de las prácticas mortuorias en el Mesolítico, miles de años antes de la aparición de la agricultura, (período) que habitualmente se asocia más con un comportamiento funerario complejo".
En otras investigaciones arqueológicas en la zona, se han descubierto también un hueso de mandíbula humano de hace 37.000 años y herramientas de piedra de hace más de 40.000.
Fuente: EFE
Fecha: 10/08/09
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