Reciben el estudio final de los cuerpos del cementerio musulmán hallado junto a la Calle Mayor hace seis años
El Museo Arqueológico de Burriana ha recibido el estudio final de los restos humanos de la necrópolis musulmana hallada en la esquina entre la Calle Mayor y el Forn de la Vila, en lo que actualmente es la sucursal del banco de Sabadell, durante unas excavaciones realizadas por el actual arqueólogo municipal, José Manuel Melchor, en el año 2003.
El número total de esqueletos estudiados (total o parcialmente conservados) ha sido de 14. Todos los restos humanos fueron sometidos a procesos de limpieza manual en seco y con agua indirecta. También recibieron baños de ultrasonidos algunas regiones anatómicas especialmente afectadas, como maxilares, mandíbulas y piezas dentales aisladas. Asimismo se tomaron muestras dentales para estudios complementarios de ADN antiguo en colaboración con un proyecto del Museo de Bellas Artes de Castellón.
El estudio puso de manifiesto que todos los enterramientos corresponden a inhumaciones primarias. Los esqueletos estaban tumbados sobre el costado derecho con el cráneo orientado hacia el Este – principal característica de las necrópolis musulmanas –, las extremidades superiores pegadas al cuerpo, y las inferiores extendidas o semiflexionadas.
A través del análisis de gestos funerarios se documentó que la descomposición del cadáver en todos los casos se realizó en una zanja rellenada, estando los esqueletos amortajados de pies, rodillas y manos. La organización de la tumbas indica una planificación y una organización del espacio funerario. Asimismo, la austeridad de los enterramientos sin objeto de ostentación, responde a las características de la prescripción islámica de enterramiento.
En relación a los grupos de edad, los individuos analizados fueron dos neonatos y cuatro infantiles entre 0 y 6 años, dos juveniles entre 13 y 20 años, cuatro adultos jóvenes (3 mujeres y un hombre) entre 21 y 40 años, un hombre entre 41 y 60 años y una mujer de más de 60 años. Los resultados indican que para la población adulta la supervivencia media estaba entre los 30 y los 40 años. Un 57,1 % de la serie es población infantojuvenil, lo que a priori indica una alta mortalidad en estos sectores de la población.
En los adultos, la estatura media para el varón oscilaría alrededor de 160-170 cm. En las mujeres, las estaturas oscilan entre 152-158. Los resultados obtenidos son muy similares a los patrones de estatura hallados en otras necrópolis islámicas, como el caso de las de Sevilla, donde la media para los varones es igualmente 166 cm, y para las mujeres 155 cm.
En la muestra estudiada los indicadores musculares están asociados a movimientos biomecánicos conocidos y que en algunos casos se pueden atribuir a trabajos repetitivos. Los resultados ponen de manifiesto un mayor desarrollo del trabajo en piernas que en brazos con lo que hay mayor actividad repetida en todas aquellas tareas en las que las piernas están más involucradas. Los indicadores más significativos son aquellos atribuidos a trabajos relacionados con las tareas agrícolas, y algunos de ellos se atribuyen a posturas de acuclillamiento. También se han documentado ejemplos claros de marcas de parto. La lateralidad predominante es la derecha.
Entre los hallazgos documentados destaca un caso de lesión auditiva derecha indicativa de acción de cambios de presión repetitiva, que podría indicar una actividad laboral en la costa, probablemente de recolección por buceo, en una mujer de 25 a 35 años. En esta misma mujer se ha documentado un caso traumatismo antiguo craneal con supervivencia. Resulta llamativa la presencia de patologías infecciosas como la tuberculosis.
En el análisis de los cuerpos se destaca el hallazgo de un pequeño pendiente de bronce en una niña de de 4 a 5 años, ya que se trata de un hallazgo muy raro si se tiene en cuenta que no es habitual encontrar adornos personales en estos enterramientos.
Los trabajos de campo de esta excavación fueron dirigidos por los arqueólogos Josep Benedito Nuez, Mónica Claramonte Chiva y José Manuel Melchor Monserrat, los de restauración por Trinidad Pasies Oviedo, y el estudio antropológico fue realizado por Manuel Polo Cerda y Elisa García Prosper.
Fuente: http://www.elperiodic.com
Fecha: 21/07/2009
El Museo Arqueológico de Burriana ha recibido el estudio final de los restos humanos de la necrópolis musulmana hallada en la esquina entre la Calle Mayor y el Forn de la Vila, en lo que actualmente es la sucursal del banco de Sabadell, durante unas excavaciones realizadas por el actual arqueólogo municipal, José Manuel Melchor, en el año 2003.
El número total de esqueletos estudiados (total o parcialmente conservados) ha sido de 14. Todos los restos humanos fueron sometidos a procesos de limpieza manual en seco y con agua indirecta. También recibieron baños de ultrasonidos algunas regiones anatómicas especialmente afectadas, como maxilares, mandíbulas y piezas dentales aisladas. Asimismo se tomaron muestras dentales para estudios complementarios de ADN antiguo en colaboración con un proyecto del Museo de Bellas Artes de Castellón.
El estudio puso de manifiesto que todos los enterramientos corresponden a inhumaciones primarias. Los esqueletos estaban tumbados sobre el costado derecho con el cráneo orientado hacia el Este – principal característica de las necrópolis musulmanas –, las extremidades superiores pegadas al cuerpo, y las inferiores extendidas o semiflexionadas.
A través del análisis de gestos funerarios se documentó que la descomposición del cadáver en todos los casos se realizó en una zanja rellenada, estando los esqueletos amortajados de pies, rodillas y manos. La organización de la tumbas indica una planificación y una organización del espacio funerario. Asimismo, la austeridad de los enterramientos sin objeto de ostentación, responde a las características de la prescripción islámica de enterramiento.
En relación a los grupos de edad, los individuos analizados fueron dos neonatos y cuatro infantiles entre 0 y 6 años, dos juveniles entre 13 y 20 años, cuatro adultos jóvenes (3 mujeres y un hombre) entre 21 y 40 años, un hombre entre 41 y 60 años y una mujer de más de 60 años. Los resultados indican que para la población adulta la supervivencia media estaba entre los 30 y los 40 años. Un 57,1 % de la serie es población infantojuvenil, lo que a priori indica una alta mortalidad en estos sectores de la población.
En los adultos, la estatura media para el varón oscilaría alrededor de 160-170 cm. En las mujeres, las estaturas oscilan entre 152-158. Los resultados obtenidos son muy similares a los patrones de estatura hallados en otras necrópolis islámicas, como el caso de las de Sevilla, donde la media para los varones es igualmente 166 cm, y para las mujeres 155 cm.
En la muestra estudiada los indicadores musculares están asociados a movimientos biomecánicos conocidos y que en algunos casos se pueden atribuir a trabajos repetitivos. Los resultados ponen de manifiesto un mayor desarrollo del trabajo en piernas que en brazos con lo que hay mayor actividad repetida en todas aquellas tareas en las que las piernas están más involucradas. Los indicadores más significativos son aquellos atribuidos a trabajos relacionados con las tareas agrícolas, y algunos de ellos se atribuyen a posturas de acuclillamiento. También se han documentado ejemplos claros de marcas de parto. La lateralidad predominante es la derecha.
Entre los hallazgos documentados destaca un caso de lesión auditiva derecha indicativa de acción de cambios de presión repetitiva, que podría indicar una actividad laboral en la costa, probablemente de recolección por buceo, en una mujer de 25 a 35 años. En esta misma mujer se ha documentado un caso traumatismo antiguo craneal con supervivencia. Resulta llamativa la presencia de patologías infecciosas como la tuberculosis.
En el análisis de los cuerpos se destaca el hallazgo de un pequeño pendiente de bronce en una niña de de 4 a 5 años, ya que se trata de un hallazgo muy raro si se tiene en cuenta que no es habitual encontrar adornos personales en estos enterramientos.
Los trabajos de campo de esta excavación fueron dirigidos por los arqueólogos Josep Benedito Nuez, Mónica Claramonte Chiva y José Manuel Melchor Monserrat, los de restauración por Trinidad Pasies Oviedo, y el estudio antropológico fue realizado por Manuel Polo Cerda y Elisa García Prosper.
Fuente: http://www.elperiodic.com
Fecha: 21/07/2009
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