La especie neandertal es subvalorada por investigadores cuando se justifican las causas de su extinción, a pesar de que físicamente eran más fuertes y mentalmente sus capacidades eran comparables con las del hombre moderno.
Ello ha derivado en diversas hipótesis sobre su desaparición, entre ellas la denominada "absorción".
Si bien el neandertal y el hombre moderno coexistieron durante 10 mil años, aún es imposible identificar cuales fueron las causas de la extinción de la primera especie, cuya hipótesis señala que nunca desaparecieron, sino que se mezclaron con nuestra raza, que los superaba en población y tenía mejor adaptación al entorno de la época que era altamente variable.Lo anterior fue planteado por el antropólogo Pedro Manuel Arjona Argüelles, durante su participación en el II Congreso de Antropología y Evolución. Darwin 200 años de evolucionismo, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta).
Allí, Arjona aseveró que con el tiempo y por selección natural, nuestros rasgos y cualidades físicas perduraron sobre los neandertales durante la carrera evolutiva.
En este foro interdisciplinario efectuado en Taxco, Guerrero, el antropólogo del INAH detalló que los neandertales eran sujetos extremadamente fuertes y corpulentos, con un pecho amplio y hondo en forma de barril, con extremidades cortas.
Tenían además de un cráneo distintivo sin mentón y con un arco de hueso encima de los ojos mucho más grande y profundo que el nuestro.
"La fuerza y capacidad física de los neandertales sólo podríamos compararla con los atletas más extremos de nuestra actualidad", indicó el investigador adscrito a la Coordinación Nacional de Antropología, en su ponencia "En busca de la sana distancia. Un análisis preeliminar de la historia de las relaciones filogenéticas establecidas entre diversos grupos de homínidos".
"Frecuentemente, los investigadores buscan y sobrevaloran las características de los hombres modernos y subvaloran la especie neandertal, como lo hacen con el tamaño del cráneo", aseveró Arjona.
Los neandertales por el tamaño bruto o grande del cerebro, debían de poseer una inteligencia comparable a la nuestra, eran sujetos con un cráneo de forma particular (estrecha y alargada) que no tenía ningún efecto sobre la neurología y psicología del sujeto.
Extinción que pudo haber sido del tipo de "absorción", en palabras del antropólogo, significa que los rasgos anatómicamente modernos fueron sustituyendo poco a poco, a través de un proceso evolutivo, a las otras poblaciones.
Citó el caso particular de Europa Occidental donde el hombre anatómicamente moderno aparece en grandes cantidades y se topa con los neandertales altamente adaptados a la Europa glacial, mezclándose con ellos y lo que dio origen a nuevos descendentes y predominando las características conocidas.
La otra posibilidad, dijo, es la desaparición por exterminio, "donde por alguna característica física o mental nuestra o un defecto del mismo tipo de la especie neandertal, los llevó a ser incapaces de competir y a extinguirse", expresó Arjona.
"La búsqueda del defecto, me hace pensar en la hipótesis de que para la naturaleza éramos más baratos. Los anatómicamente modernos, son criaturas altas y más delgadas. Y por razones físicas requerían comer menos para vivir igual", expresó.
Los neandertales tenían grandes huesos y una enorme cantidad de músculos que demandan mucha energía y proteína para su subsistencia, esta hipótesis sostenida por Arjona se basa en la teoría de que durante los años más exigentes de la historia evolutiva del hombre, nuestra especie se adaptaba mejor a las condiciones del entorno.
Otra hipótesis que sostiene el antropólogo del INAH, sobre nuestra subsistencia ante la especie neandertal, es una superioridad emocional.
La estructura neurológica neandertal los lleva a ser más emotivos y esto les hace menos adaptables a un cambio brusco de situaciones, esto es indemostrable, pero gratamente interesante.
Finalmente, una hipótesis más actual tiene que ver con las epidemias y enfermedades, los emigrantes o invasores llegan con un virus o infección que la especie neandertal no puede superar, adujo.
Sin embargo, su período de coexistencia tan largo hace dudar sobre el desarrollo inmunológico de la especie, concluyó Arjona.
Fuente: El Universal
Fecha: 21/07/2009
Ello ha derivado en diversas hipótesis sobre su desaparición, entre ellas la denominada "absorción".
Si bien el neandertal y el hombre moderno coexistieron durante 10 mil años, aún es imposible identificar cuales fueron las causas de la extinción de la primera especie, cuya hipótesis señala que nunca desaparecieron, sino que se mezclaron con nuestra raza, que los superaba en población y tenía mejor adaptación al entorno de la época que era altamente variable.Lo anterior fue planteado por el antropólogo Pedro Manuel Arjona Argüelles, durante su participación en el II Congreso de Antropología y Evolución. Darwin 200 años de evolucionismo, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta).
Allí, Arjona aseveró que con el tiempo y por selección natural, nuestros rasgos y cualidades físicas perduraron sobre los neandertales durante la carrera evolutiva.
En este foro interdisciplinario efectuado en Taxco, Guerrero, el antropólogo del INAH detalló que los neandertales eran sujetos extremadamente fuertes y corpulentos, con un pecho amplio y hondo en forma de barril, con extremidades cortas.
Tenían además de un cráneo distintivo sin mentón y con un arco de hueso encima de los ojos mucho más grande y profundo que el nuestro.
"La fuerza y capacidad física de los neandertales sólo podríamos compararla con los atletas más extremos de nuestra actualidad", indicó el investigador adscrito a la Coordinación Nacional de Antropología, en su ponencia "En busca de la sana distancia. Un análisis preeliminar de la historia de las relaciones filogenéticas establecidas entre diversos grupos de homínidos".
"Frecuentemente, los investigadores buscan y sobrevaloran las características de los hombres modernos y subvaloran la especie neandertal, como lo hacen con el tamaño del cráneo", aseveró Arjona.
Los neandertales por el tamaño bruto o grande del cerebro, debían de poseer una inteligencia comparable a la nuestra, eran sujetos con un cráneo de forma particular (estrecha y alargada) que no tenía ningún efecto sobre la neurología y psicología del sujeto.
Extinción que pudo haber sido del tipo de "absorción", en palabras del antropólogo, significa que los rasgos anatómicamente modernos fueron sustituyendo poco a poco, a través de un proceso evolutivo, a las otras poblaciones.
Citó el caso particular de Europa Occidental donde el hombre anatómicamente moderno aparece en grandes cantidades y se topa con los neandertales altamente adaptados a la Europa glacial, mezclándose con ellos y lo que dio origen a nuevos descendentes y predominando las características conocidas.
La otra posibilidad, dijo, es la desaparición por exterminio, "donde por alguna característica física o mental nuestra o un defecto del mismo tipo de la especie neandertal, los llevó a ser incapaces de competir y a extinguirse", expresó Arjona.
"La búsqueda del defecto, me hace pensar en la hipótesis de que para la naturaleza éramos más baratos. Los anatómicamente modernos, son criaturas altas y más delgadas. Y por razones físicas requerían comer menos para vivir igual", expresó.
Los neandertales tenían grandes huesos y una enorme cantidad de músculos que demandan mucha energía y proteína para su subsistencia, esta hipótesis sostenida por Arjona se basa en la teoría de que durante los años más exigentes de la historia evolutiva del hombre, nuestra especie se adaptaba mejor a las condiciones del entorno.
Otra hipótesis que sostiene el antropólogo del INAH, sobre nuestra subsistencia ante la especie neandertal, es una superioridad emocional.
La estructura neurológica neandertal los lleva a ser más emotivos y esto les hace menos adaptables a un cambio brusco de situaciones, esto es indemostrable, pero gratamente interesante.
Finalmente, una hipótesis más actual tiene que ver con las epidemias y enfermedades, los emigrantes o invasores llegan con un virus o infección que la especie neandertal no puede superar, adujo.
Sin embargo, su período de coexistencia tan largo hace dudar sobre el desarrollo inmunológico de la especie, concluyó Arjona.
Fuente: El Universal
Fecha: 21/07/2009
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