lunes, 11 de enero de 2010

ADN de la época de Jesucristo revela el caso más antiguo conocido de lepra

La investigación molecular fue realizada por Mark Spigelman y Charles Greenblatt de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y científicos de la Universidad Lakehead, Canadá, la Universidad de New Haven y el University College de Londres. La excavación arqueológica fue dirigida por Shimon Gibson y Boaz Zissu de la Autoridad Israelí en Antigüedades, y James Tabor, de la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte.

El sepulcro del hombre amortajado es parte de un cementerio, del primer siglo de nuestra era, conocido como "Campo de Sangre", y que está ubicado junto al terreno en el que supuestamente Judas se suicidó. La tumba se encuentra junto a la de un sumo sacerdote que era suegro de Caifás, el sumo sacerdote que intervino de manera destacada en las gestiones encaminadas a declarar culpable a Jesús y crucificarlo. Por eso, se cree que este hombre amortajado era o bien un sacerdote o bien un miembro de la aristocracia. Según Gibson, en su momento la tumba debía mirar directamente hacia el Templo Judío.

Lo que es particularmente raro de esta tumba es que ha quedado claro que este hombre, que data de entre los años 1 y 50 de nuestra era según los resultados de la datación por carbono-14, no recibió un entierro secundario. Los entierros secundarios eran una práctica común en aquella época, y consistían en que los huesos eran retirados después de un año y se colocaban en un osario (una caja de piedra para huesos). En este caso, sin embargo, la entrada a esta parte de la tumba fue completamente sellada con yeso. Spigelman cree que esto se debe al hecho de que este hombre padeció lepra y murió de tuberculosis. El ADN de los microorganismos de ambas enfermedades se encontró en los huesos.

Históricamente, las enfermedades que provocaban desfiguraciones, sobre todo la lepra, hacían que las personas afectadas fueran rechazadas por sus comunidades. Sin embargo, varios detalles, entre ellos la ubicación y el tamaño de la tumba, el tipo de tejidos utilizados en la mortaja, y el estado de limpieza del cabello, sugieren que el individuo amortajado era un miembro muy rico de la sociedad en Jerusalén.

Ésta es también la primera vez que fragmentos de un sudario de la época de Jesús han sido hallados en Jerusalén.

El sudario es muy diferente a la Sábana Santa de Turín, que durante mucho tiempo se ha considerado la mortaja que se utilizó para envolver el cuerpo de Jesús. A diferencia del complejo tejido de la Sábana Santa de Turín, el sudario descubierto está hecho de un tejido simple.

Partiendo del supuesto de que esta mortaja es representativa de las usadas en un enterramiento típico de la época de Jesús, los investigadores han llegado a la conclusión de que la Sábana Santa de Turín no procede de la zona de Jerusalén en la época de Jesús.

Fuente: SoloCiencia
Fecha: 07/01/10

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