La diputada foral vizcaína de Cultura, Josune Ariztondo, ha manifestado hoy que el cierre del libre acceso del público a la cueva de Santimamiñe, que alberga un importante conjunto de pinturas rupestres, "no tiene vuelta atrás".
Ariztondo ha hecho esta afirmación durante la presentación de los resultados de 20 meses de los trabajos de investigación, conservación y difusión del conjunto arqueológico de Santimamiñe, compuesto por el yacimiento prehistórico y artístico de la cueva, el yacimiento paleontológico de la cercana cueva de Lezika y la necrópolis tardo-antigua de la Ermita de San Mamés o Santimamiñe.
La cueva de Santimamiñe, considerada el yacimiento arqueológico más importante de Vizcaya, fue descubierta en 1916 y tiene una sala de pinturas cuya antigüedad se calcula en unos 13.000 años, en el período Magdaleniense Superior.
La diputada foral ha calificado de "muy acertada" la decisión tomada por la Diputación vizcaína en 2006 de cerrar el libre acceso del público al interior de la cueva, dado el deterioro que habían experimentado las pinturas rupestres por los elevados niveles de CO2 existentes, derivados de la respiración humana.
Para respaldar lo acertado de dicha decisión, Ariztondo ha señalado que, desde que se cerró al público, los niveles de dióxido de carbono detectados en la cámara de las pinturas ha descendido de las 5.500 partes por millón (ppm) registradas en 2005 a las cerca de 4.000 ppm contabilizadas en el mes de junio de 2008, cuando alcanzó el punto máximo de ese año.
Ha señalado, además, que "este cierre permitió iniciar, en marzo de 2008, un proyecto de investigación y desarrollo del valor histórico de este conjunto arqueológico" vizcaíno, cuyos resultados ha presentado hoy.
La diputada foral ha recordado que desde marzo de 2008, mes en el que también se reiniciaron las visitas del público a la cueva, la sala que alberga el conjunto de pinturas rupestres sólo puede contemplarse mediante una visita virtual en el cercano Centro de Interpretación del conjunto arqueológico de Santimamiñe.
La visita se efectúa en reducidos grupos de 20 personas y mediante cita previa y, desde entonces, los visitantes sólo acceden al vestíbulo de la cueva, donde no hay peligro para las pinturas, donde reciben una explicación general de su distribución y contenido, tras lo cual regresan al Centro de Interpretación, donde continúa la gira ya de forma virtual.
El jefe del Servicio de Patrimonio del departamento foral de Cultura, Andoni Iturbe, ha señalado que como resultado de los 20 meses de investigaciones llevadas a cabo en el conjunto arqueológico de Santimamiñe por distintos especialistas en la materia se ha determinado, por primera vez en toda la región cantábrica, el uso de conchas marinas (especialmente ostras), como herramientas para el procesado de materia animal y vegetal.
Los trabajos han permitido documentar también el aprovechamiento, por parte de los primitivos moradores de la cueva, de los recursos marinos del cercano litoral vizcaíno al haberse hallado restos de merluza, moluscos y otros peces, y de un cetáceo cuya especie aún no han determinado los científicos.
Como consecuencia de los trabajos de excavación de los diferentes estratos de la cueva que se llevan a cabo se ha recuperado un arpón de la era magdaleniense (entre 12.500 y 11.800 años antes de la actualidad), así como 13 monedas de bronce de la era de la dominación romana de la península Ibérica, que se suman a las 106 descubiertas en campañas arqueológicas efectuadas durante el pasado siglo XX.
Fuente: EFE
Fecha: 13/01/2010
Ariztondo ha hecho esta afirmación durante la presentación de los resultados de 20 meses de los trabajos de investigación, conservación y difusión del conjunto arqueológico de Santimamiñe, compuesto por el yacimiento prehistórico y artístico de la cueva, el yacimiento paleontológico de la cercana cueva de Lezika y la necrópolis tardo-antigua de la Ermita de San Mamés o Santimamiñe.
La cueva de Santimamiñe, considerada el yacimiento arqueológico más importante de Vizcaya, fue descubierta en 1916 y tiene una sala de pinturas cuya antigüedad se calcula en unos 13.000 años, en el período Magdaleniense Superior.
La diputada foral ha calificado de "muy acertada" la decisión tomada por la Diputación vizcaína en 2006 de cerrar el libre acceso del público al interior de la cueva, dado el deterioro que habían experimentado las pinturas rupestres por los elevados niveles de CO2 existentes, derivados de la respiración humana.
Para respaldar lo acertado de dicha decisión, Ariztondo ha señalado que, desde que se cerró al público, los niveles de dióxido de carbono detectados en la cámara de las pinturas ha descendido de las 5.500 partes por millón (ppm) registradas en 2005 a las cerca de 4.000 ppm contabilizadas en el mes de junio de 2008, cuando alcanzó el punto máximo de ese año.
Ha señalado, además, que "este cierre permitió iniciar, en marzo de 2008, un proyecto de investigación y desarrollo del valor histórico de este conjunto arqueológico" vizcaíno, cuyos resultados ha presentado hoy.
La diputada foral ha recordado que desde marzo de 2008, mes en el que también se reiniciaron las visitas del público a la cueva, la sala que alberga el conjunto de pinturas rupestres sólo puede contemplarse mediante una visita virtual en el cercano Centro de Interpretación del conjunto arqueológico de Santimamiñe.
La visita se efectúa en reducidos grupos de 20 personas y mediante cita previa y, desde entonces, los visitantes sólo acceden al vestíbulo de la cueva, donde no hay peligro para las pinturas, donde reciben una explicación general de su distribución y contenido, tras lo cual regresan al Centro de Interpretación, donde continúa la gira ya de forma virtual.
El jefe del Servicio de Patrimonio del departamento foral de Cultura, Andoni Iturbe, ha señalado que como resultado de los 20 meses de investigaciones llevadas a cabo en el conjunto arqueológico de Santimamiñe por distintos especialistas en la materia se ha determinado, por primera vez en toda la región cantábrica, el uso de conchas marinas (especialmente ostras), como herramientas para el procesado de materia animal y vegetal.
Los trabajos han permitido documentar también el aprovechamiento, por parte de los primitivos moradores de la cueva, de los recursos marinos del cercano litoral vizcaíno al haberse hallado restos de merluza, moluscos y otros peces, y de un cetáceo cuya especie aún no han determinado los científicos.
Como consecuencia de los trabajos de excavación de los diferentes estratos de la cueva que se llevan a cabo se ha recuperado un arpón de la era magdaleniense (entre 12.500 y 11.800 años antes de la actualidad), así como 13 monedas de bronce de la era de la dominación romana de la península Ibérica, que se suman a las 106 descubiertas en campañas arqueológicas efectuadas durante el pasado siglo XX.
Fuente: EFE
Fecha: 13/01/2010
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