La leyenda de tres maquis sigue viva 61 años después de sus asesinatos.Fueron enterrados, según los testimonios de vecinos, en la zona civil del antiguo cementerio.
José Méndez Jaramago, conocido como ‘El Manco de Agudo’, Honorio Molina Merino, ‘El comandante Honorio’, y Reyes Saucedo Cuadrado, ‘El Parrala’, se echaron al monte en 1940 huyendo de una muerte segura, con la que se toparon nueve años más tarde, el 12 de marzo de 1949.
Durante esos años fue creciendo una gran leyenda en torno a estos tres guerrilleros, que se extendió por la comarca donde llegó su actividad, los Montes de Toledo, y que estos días vive su penúltimo capítulo con la búsqueda de sus restos en Retuerta del Bullaque (Ciudad Real), donde fueron trasladados después de que les dieran muerte cuando la Guardia Civil les sorprendió en mitad de la sierra.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) comenzó en la mañana de ayer, a las 9.00 horas, la búsqueda de los restos de estos tres maquis en la zona civil del antiguo cementerio de Retuerta del Bullaque, gracias a la autorización del Obispado de Ciudad Real, propietario de la parcela.
La información aportada por los vecinos de la zona, algunos de los cuales se personaron ayer en el camposanto, ha permitido ubicar el lugar exacto del enterramiento, mientras que los datos obtenidos del registro civil de la localidad por la ARMH han posibilitado identificar a las tres víctimas y la fecha en la que se produjeron los asesinatos.
Según explicó a El Día el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Santiago Macías, los familiares de los guerrilleros, a través de Juan Pedro Esteban, el marido de la sobrina de un hijo de ‘El Parrala’, pusieron en conocimiento de la ARMH el caso de estos tres maquis y aportaron “información bastante clara y testimonios suficientes que identificaban el lugar donde se encontraban los restos de los cadáveres”.
Los trabajos de exhumación que comenzaron ayer pueden extenderse durante varias jornadas. Arqueólogos y voluntarios de la asociación iniciaron la excavación de una fosa, en la que esperan encontrar los restos de los represaliados. Una vez que se localicen los primeros huesos, apuntó Macías, el trabajo será más lento, puesto que se tendrá que hacer con brocha y paleta para poder sacarles de manera individualizada. Después se les trasladará a un laboratorio forense, donde se llevará a cabo el proceso final de identificación.
Causas de las muertes
Juan Pedro Esteban, el artífice de esta búsqueda, manifestó que para los familiares de los guerrilleros es muy importante recuperar sus restos para darles un “entierro digno”. “Recuperar los cuerpos de los tuyos, después de 61 años, es lo que querría cualquier persona con sentimientos”, subrayó.
Además, la recuperación de los restos, añadió, “ayudará a conocer la realidad de lo que pasó”. Y lo que pasó, según la versión oficial, es que ‘El Manco de Agudo’, de 34 años y natural de Higuera de Vargas (Badajoz), pero avecindado en Agudo; ‘El comandante Honorio’, de 31 años, natural de Villarta de los Montes (Badajoz) y también residente en Agudo. y ‘El Parrala’, también de 31 años, nacido y residente en Agudo, murieron a manos de la Guardia Civil, con la que mantuvieron múltiples enfrentamientos, tras ser sorprendidos cuando se calentaban en un chozo de la Sierra del Carrizal.
La otra versión, que sostenían ayer algunos vecinos de Retuerta y que apuntó el propio Juan Pedro, es que murieron envenenados, traicionados por uno de sus enlaces en la zona, presionado, a su vez, por las fuerzas represoras. “Era su vida o la de ellos”, comentaron.
Lo cierto es que, ya sea por disparos de la Guardia Civil o por envenenamiento, cuando los guerrilleros decidieron echarse al monte en 1940, tras los asesinatos de muchos de sus familiares, la muerte era su destino más seguro. De hecho, indicó Santiago Macías, en España sobrevivieron en los montes cuatro o cinco maquis, que se entregaron a las autoridades cuando falleció Franco. Sólo algunos afortunados pudieron huir a Francia.
Primera fosa que se abre en España en 2010
Santiago Macías señaló que la de Retuerta de Bullaque es la primera fosa que se abre en España este año. Desde que comenzó el trabajo de la ARMH han abierto unas 150 fosas, entre ellas la de Fontanosas, también en la provincia de Ciudad Real, en 2006, y han recuperado los restos de más de 1.400 personas, de las cuales más del 90% se han logrado identificar.
El vicepresidente de la ARMH considera una “injusticia total” que después de 61 años haya todavía gente arrojada a un agujero, enterrada de mala manera”. Y la mejor manera para denunciar esto, agregó, es “ayudar a las familias a recuperar los restos de sus antepasados”.
No obstante, precisó Macías, “creemos que esta labor no le corresponde a una asociación, sino a un Estado democrático”, y por este motivo la ARMH respalda el proceso abierto por el juez Baltasar Garzón, al que por cierto, subrayó, “le está costando bastantes dolores de cabeza”.
Los trabajos de exhumación continúan en el día de hoy en Retuerta del Bullaque, con la presencia de familiares de los maquis represaliados.
Autor: Antonio Criado
Fuente: El Día de Ciudad Real
Fecha: 17/03/2010
José Méndez Jaramago, conocido como ‘El Manco de Agudo’, Honorio Molina Merino, ‘El comandante Honorio’, y Reyes Saucedo Cuadrado, ‘El Parrala’, se echaron al monte en 1940 huyendo de una muerte segura, con la que se toparon nueve años más tarde, el 12 de marzo de 1949.
Durante esos años fue creciendo una gran leyenda en torno a estos tres guerrilleros, que se extendió por la comarca donde llegó su actividad, los Montes de Toledo, y que estos días vive su penúltimo capítulo con la búsqueda de sus restos en Retuerta del Bullaque (Ciudad Real), donde fueron trasladados después de que les dieran muerte cuando la Guardia Civil les sorprendió en mitad de la sierra.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) comenzó en la mañana de ayer, a las 9.00 horas, la búsqueda de los restos de estos tres maquis en la zona civil del antiguo cementerio de Retuerta del Bullaque, gracias a la autorización del Obispado de Ciudad Real, propietario de la parcela.
La información aportada por los vecinos de la zona, algunos de los cuales se personaron ayer en el camposanto, ha permitido ubicar el lugar exacto del enterramiento, mientras que los datos obtenidos del registro civil de la localidad por la ARMH han posibilitado identificar a las tres víctimas y la fecha en la que se produjeron los asesinatos.
Según explicó a El Día el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Santiago Macías, los familiares de los guerrilleros, a través de Juan Pedro Esteban, el marido de la sobrina de un hijo de ‘El Parrala’, pusieron en conocimiento de la ARMH el caso de estos tres maquis y aportaron “información bastante clara y testimonios suficientes que identificaban el lugar donde se encontraban los restos de los cadáveres”.
Los trabajos de exhumación que comenzaron ayer pueden extenderse durante varias jornadas. Arqueólogos y voluntarios de la asociación iniciaron la excavación de una fosa, en la que esperan encontrar los restos de los represaliados. Una vez que se localicen los primeros huesos, apuntó Macías, el trabajo será más lento, puesto que se tendrá que hacer con brocha y paleta para poder sacarles de manera individualizada. Después se les trasladará a un laboratorio forense, donde se llevará a cabo el proceso final de identificación.
Causas de las muertes
Juan Pedro Esteban, el artífice de esta búsqueda, manifestó que para los familiares de los guerrilleros es muy importante recuperar sus restos para darles un “entierro digno”. “Recuperar los cuerpos de los tuyos, después de 61 años, es lo que querría cualquier persona con sentimientos”, subrayó.
Además, la recuperación de los restos, añadió, “ayudará a conocer la realidad de lo que pasó”. Y lo que pasó, según la versión oficial, es que ‘El Manco de Agudo’, de 34 años y natural de Higuera de Vargas (Badajoz), pero avecindado en Agudo; ‘El comandante Honorio’, de 31 años, natural de Villarta de los Montes (Badajoz) y también residente en Agudo. y ‘El Parrala’, también de 31 años, nacido y residente en Agudo, murieron a manos de la Guardia Civil, con la que mantuvieron múltiples enfrentamientos, tras ser sorprendidos cuando se calentaban en un chozo de la Sierra del Carrizal.
La otra versión, que sostenían ayer algunos vecinos de Retuerta y que apuntó el propio Juan Pedro, es que murieron envenenados, traicionados por uno de sus enlaces en la zona, presionado, a su vez, por las fuerzas represoras. “Era su vida o la de ellos”, comentaron.
Lo cierto es que, ya sea por disparos de la Guardia Civil o por envenenamiento, cuando los guerrilleros decidieron echarse al monte en 1940, tras los asesinatos de muchos de sus familiares, la muerte era su destino más seguro. De hecho, indicó Santiago Macías, en España sobrevivieron en los montes cuatro o cinco maquis, que se entregaron a las autoridades cuando falleció Franco. Sólo algunos afortunados pudieron huir a Francia.
Primera fosa que se abre en España en 2010
Santiago Macías señaló que la de Retuerta de Bullaque es la primera fosa que se abre en España este año. Desde que comenzó el trabajo de la ARMH han abierto unas 150 fosas, entre ellas la de Fontanosas, también en la provincia de Ciudad Real, en 2006, y han recuperado los restos de más de 1.400 personas, de las cuales más del 90% se han logrado identificar.
El vicepresidente de la ARMH considera una “injusticia total” que después de 61 años haya todavía gente arrojada a un agujero, enterrada de mala manera”. Y la mejor manera para denunciar esto, agregó, es “ayudar a las familias a recuperar los restos de sus antepasados”.
No obstante, precisó Macías, “creemos que esta labor no le corresponde a una asociación, sino a un Estado democrático”, y por este motivo la ARMH respalda el proceso abierto por el juez Baltasar Garzón, al que por cierto, subrayó, “le está costando bastantes dolores de cabeza”.
Los trabajos de exhumación continúan en el día de hoy en Retuerta del Bullaque, con la presencia de familiares de los maquis represaliados.
Autor: Antonio Criado
Fuente: El Día de Ciudad Real
Fecha: 17/03/2010
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