Sus restos fueron encontrados en la década de los noventas a 23 kilómetros de la ciudad de Ensenada, durante la construcción de un complejo turístico, y desde ese momento fueron bautizados como "La mujer de Jatay".
A más de una década del hallazgo, las investigaciones de los antropólogos y arqueólogos han dado resultados y poco a poco han podido reconstruir las actividades que realizó la mujer hace aproximadamente 4400 años.
El estudio de los restos arroja que la mujer buceaba a grandes profundidades, por lo cual tuvo una infección en los oídos, y que uno de sus alimentos comunes eran las bellotas, las cuales les produjeron un desgaste en los dientes debido a la dureza del fruto.
Sin embargo, los descubrimientos también apuntan que desde la antigüedad había violencia en contra de la mujer.
El arqueólogo Juan Martín Rojas en sus investigaciones ha encontrado que "La Mujer de Jatay" tenía un golpe en el cráneo, que había cicatrizado, lo cual demuestra que fue un tipo de violencia que sufrió.
El investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Baja California, estimó que algunas agresiones que sufrían las mujeres en la antigüedad eran porque no llevaban los frutos a los campamentos, y entonces eran flechadas.
Otro hallazgos de restos óseos de la antigüedad ocurrió en San José de las Palmas, entre ellos el de una mujer, y actualmente los investigadores los comparan para determinan si pertenecían al mismo grupo población de "La Mujer de Jatay" y determinar cuál era la forma de vida de las mujeres.
Durante una presentación de los avances de diferentes investigaciones que se realiza el INAH en el Estado, los arqueólogos y antropólogos expusieron que uno de los problemas para conocer la forma de vida de los antiguos pobladores es que existía la cremación.
Fuente: CH
Fecha: 09/03/2010
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