martes, 6 de octubre de 2009

Málaga islámica

Una excavación arqueológica en la plaza Félix Sáenz, en el solar de los antiguos almacenes del mismo nombre, ha confirmado que esta parte de Málaga fue desde muy antiguo su zona comercial. La excavación ha permitido hallar restos de una alhóndiga de época musulmana datada en el siglo X, la más antigua que se conoce, construida extramuros en lo que entonces era playa. Se trata de un muro de dos metros de ancho por veinte de largo.

A una centuria anterior pertenecen los 140 esqueletos encontrados en una capa inferior al muro, confirmándose que en el lugar también se situó una de las primeras necrópolis islámicas de Málaga conocidas. Las inhumaciones se realizaron en la arena de la playa.

Los restos no tienen entidad suficiente como para conservarlos en el lugar, pero permitirán conocer más a fondo la historia de la ciudad, cómo ha evolucionado y cómo eran las gentes que la habitaban, explicó Juan Bautista Salado, cuya empresa arqueológica realiza la excavación. Esta corre a cargo de la empresa Restaura, que rehabilitará el antiguo edificio de los almacenes Félix Sáenz, -del que sólo se conserva la fachada modernista con elementos neobarrocos (1912-14), obra de Guerrero Strachan- para adecuarlo a viviendas, locales comerciales y aparcamientos.

Fosas en la arena
La zona comprendida entre la margen izquierda del río Guadalmedina y la Acera de la Marina estaba ocupada en la edad clásica por el estuario del río. La formación de una playa en el estuario dio pie a que los moradores islámicos del siglo IX eligieran el sitio para sus enterramientos. «Aprovechaban la zona de arena que no servía para cultivar como cementerio», explica Salado.

Bajo la dirección de la arqueóloga Esther Altamirano Toro, esta excavación ha trabajado en documentar las 140 fosas de arena con sus correspondientes esqueletos. Las inhumaciones presentan una misma tipología: los cuerpos se depositaban en una fosa simple excavada en la arena, en decúbito lateral derecho, orientados al sur, con la cabeza girada en dirección al sureste, a La Meca, y con las piernas flexionadas o extendidas. No tienen ajuar y sólo en algunos aparecen trozos de cerámica delimitando la cabeza. «Estos datos confirman que son enterramientos islámicos», explica Salado. Se trata de una necrópolis de gran sencillez, sin tumbas decoradas o panteones.

Esta necrópolis o 'maqbara' estuvo en uso hasta principios del siglo X. Luego se trasladó a su emplazamiento más conocido, en torno a la Victoria, cementerio que se conocerá en las fuentes históricas como 'Yabal Faruh'. El proceso de colmatación del estuario favorece la progresiva urbanización del lugar. La cercanía al mar en una época de gran trasiego mercantil culminaría con la construcción de una alhóndiga a finales del siglo X, cuya tipología clásica es la de un patio central y una galería porticada. Servían de mercado y de hospedaje o fonda.

Del lugar se sabía su riqueza arqueológica, según informaron fuentes de la Delegación de Cultura de la Junta. En otras prospecciones arqueológicas de la zona se han hallado restos de alhóndigas posteriores y enterramientos de la necrópolis comentada. Datos todos ellos que sirven para «ver la evolución de la ciudad de manera muy nítida desde el siglo IX hasta la actualidad», manifiesta Juan Bautista Salado.

Y que también confirman una curiosidad sociólogica: La zona comercial de Málaga siempre estuvo en el mismo lugar al menos desde la edad media. Ya dentro del recinto amurallado se construye en el XII, con los almohades, otra alhóndiga. Del XVII, en época cristiana, data la alhóndiga que con reformas aguantaría hasta su demolición en 1879 con el fin de reordenar la zona. Allí mismo se construye el mercado Atarazanas a finales del XIX y en 1920 se inauguran los almacenes Félix Sáenz, sin saberlo sobre los restos de aquella alhóndiga medieval.

Fuente:
Sur
Fecha: 04/10/2009

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