viernes, 23 de octubre de 2009

Primer edil asesinado en el 36 al que se entierra con honores

El consistorio participa en el funeral de Jaime Teófilo Tabuenca.

El Ayuntamiento de Calatayud se ha convertido en el primero de España que concede plenos honores de concejal a un miembro de la corporación que fue asesinado en julio de 1936 por su condición de socialista. Después de que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica exhumara e identificara sus restos junto a los de Daniel Quintana, militante de la CNT en el ramo metalúrgico y también asesinado, el consistorio rindió ayer un emotivo homenaje en el que participaron numerosos ciudadanos bilbilitanos así como familiares y allegados de los dos hombres asesinados. Tabuenca tenía 36 años cuando fue asesinado y Quintana alrededor de 50. Su identificación se llevó a cabo en los laboratorios de la Universidad que tiene esta entidad.

En el acto de ayer hubo también algunas ausencias de ediles del PP en Calatayud, lo que fue criticado por los asistentes. Santiago Macías, vicepresidente de la asociación, lamentó que quienes se consideran "demócratas" sean "incapaces de reconocer los méritos de otros demócratas que los precedieron y a los que mataron por serlo". Para Macías, ha sido una gran "satisfacción poder ayudar a estas familias" para que pudieran dar un entierro digno a estas dos personas.

El alcalde de Calatayud, Víctor Ruiz, destacó la importancia de dar un reconocimiento oficial a un hombre "elegido concejal por sus ideas y asesinado por el mero hecho de defenderlas con su labor política". La hija del concejal asesinado, Esther, de 78 años, leyó muy emocionada un texto en el que declaró sentirse orgullosa de su padre y agradeció a quienes después de tantos años han conseguido que haya podido enterrar sus restos junto a los de su madre.

Tabuenca recibió ayer los mismos honores que en el caso de fallecimiento de cualquier concejal, con la imposición de la bandera y la insignia de la ciudad tal y como se recoge en el reglamento de protocolo. Después, sus restos fueron entregados a su hija Esther para enterrarlos en un nicho del cementerio. Los restos de Quintana fueron inhumados en un espacio cedido por el Ayuntamiento de Calatayud, al no haber localizado vivo a ningún familiar.

Fuente: El Periódico de Aragón
Fecha: 18/10/2009

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