Los 146 esqueletos de época islámica encontrados en el solar de la calle Alta donde se construirá un retén de Bomberos han generado dudas a los arqueólogos y antropólogos de por qué se produjo una elevada concentración de cuerpos en este lugar. «Hemos hecho un primer análisis, pero vamos a investigar con más profundidad cada uno de los esqueletos utilizando técnicas definitorias como son las del carbono 14», afirmó la directora de la excavación arqueológica, Tina Herreros.
Esta necrópolis es una de las más amplias del centro histórico y una de las primeras hipótesis que barajaron los expertos era que los enterramientos, en tres niveles, formarían parte del cementerio que se extendió por la actual calle Roteros. «Pero es más grande de lo que nos imaginábamos y, por eso, vamos a estudiar su procedencia. Pensábamos que se podría deber a una de las batallas durante la Conquista de Jaume I, pero no hemos encontrado restos de violencia o proyectil en los cuerpos», explicó la coordinadora de la intervención.
Otra de las hipótesis que han manejado los técnicos es la posibilidad de que se hubiera producido una epidemia. «Esta opción también la hemos descartado porque no había restos de cal, característica de estos tipos de enfermedades masivas», añadió la arqueóloga.
Durante meses, estos amantes del pasado han estado excavando los numerosos esqueletos ubicados perfectamente en fosas y colocados en orden. «Ha sido un gran trabajo y ahora tenemos que elaborar las conclusiones, el inventario de la cerámica y los esqueletos encontrados en el solar», según Herreros.
Si uno de los objetivos de un arqueólogo es toparse con el pasado, en esta excavación ha sido muy rápido y apenas a 70 centímetros de profundidad ya aparecieron los primeros restos de muro que formaban parte del cementerio. Fue entonces cuando los arqueólogos comenzaron a extraer y extraer huesos y esqueletos y acumularlos para su posterior análisis.
El Ayuntamiento era consciente de que esta excavación generaría muchos hallazgos, al encontrarse en pleno centro histórico y muy próxima a la muralla islámica. «Pero la verdad es que no nos esperábamos que íbamos a encontrar tantos esqueletos y en diferentes niveles», señala Herreros.
Si hay excavaciones con un pasado polémico, ésta es sin duda la de la calle Alta, donde existía una barraca que era utilizada como casal fallero. A pesar de las quejas de los falleros y vecinos que querían que su sede continuara en pie, la barraca fue derribada y las excavaciones se pudieron iniciar hace unos meses. Ahora, tras la excavación, sólo hace falta que el proyecto del edificio se licite y comience la construcción de esta instalación necesaria para el barrio del Carmen.
Mientras, los arqueólogos cierran un capítulo de la historia investigando e inventariando todo lo encontrado en el solar, uno de los de mayor concentracion de restos arqueológicos. No como ocurrió en el solar de la calle Ruaya, donde se pensó que se encontrarían restos de una población de iberos, pero tras la extensa excavación, no se logró encontrar nada.
Fuente: Las Provincias
Fecha: 08/12/2009
Esta necrópolis es una de las más amplias del centro histórico y una de las primeras hipótesis que barajaron los expertos era que los enterramientos, en tres niveles, formarían parte del cementerio que se extendió por la actual calle Roteros. «Pero es más grande de lo que nos imaginábamos y, por eso, vamos a estudiar su procedencia. Pensábamos que se podría deber a una de las batallas durante la Conquista de Jaume I, pero no hemos encontrado restos de violencia o proyectil en los cuerpos», explicó la coordinadora de la intervención.
Otra de las hipótesis que han manejado los técnicos es la posibilidad de que se hubiera producido una epidemia. «Esta opción también la hemos descartado porque no había restos de cal, característica de estos tipos de enfermedades masivas», añadió la arqueóloga.
Durante meses, estos amantes del pasado han estado excavando los numerosos esqueletos ubicados perfectamente en fosas y colocados en orden. «Ha sido un gran trabajo y ahora tenemos que elaborar las conclusiones, el inventario de la cerámica y los esqueletos encontrados en el solar», según Herreros.
Si uno de los objetivos de un arqueólogo es toparse con el pasado, en esta excavación ha sido muy rápido y apenas a 70 centímetros de profundidad ya aparecieron los primeros restos de muro que formaban parte del cementerio. Fue entonces cuando los arqueólogos comenzaron a extraer y extraer huesos y esqueletos y acumularlos para su posterior análisis.
El Ayuntamiento era consciente de que esta excavación generaría muchos hallazgos, al encontrarse en pleno centro histórico y muy próxima a la muralla islámica. «Pero la verdad es que no nos esperábamos que íbamos a encontrar tantos esqueletos y en diferentes niveles», señala Herreros.
Si hay excavaciones con un pasado polémico, ésta es sin duda la de la calle Alta, donde existía una barraca que era utilizada como casal fallero. A pesar de las quejas de los falleros y vecinos que querían que su sede continuara en pie, la barraca fue derribada y las excavaciones se pudieron iniciar hace unos meses. Ahora, tras la excavación, sólo hace falta que el proyecto del edificio se licite y comience la construcción de esta instalación necesaria para el barrio del Carmen.
Mientras, los arqueólogos cierran un capítulo de la historia investigando e inventariando todo lo encontrado en el solar, uno de los de mayor concentracion de restos arqueológicos. No como ocurrió en el solar de la calle Ruaya, donde se pensó que se encontrarían restos de una población de iberos, pero tras la extensa excavación, no se logró encontrar nada.
Fuente: Las Provincias
Fecha: 08/12/2009
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