La excavación de los restos del poeta se prorroga hasta el próximo día 30.
Todavía hay esperanza. Cuando cundía el desánimo, las posibilidades de encontrar los restos de García Lorca se multiplican. Los arqueólogos que trabajan en el interior del parque han descubierto impactos de bala en una gran roca que se encuentra a pocos metros de Z-6, la zona marcada por el georradar en la que se trabajaba ayer sin descanso.
"La roca tiene varios impactos de bala inequívocos que han sido documentados en un informe pericial. No puede descartarse que se realice algún hallazgo en estos últimos días de excavaciones", explicó Juan Gallo, comisario de la Memoria Histórica de Andalucía. Está en la zona más próxima al monolito y a la carretera. "Si hay disparos de bala en la roca es que hubo fusilamientos. El procedimiento era siempre el mismo. Pasaban la noche en Las Colonias, eran trasladados hasta un lugar junto al camino y se les fusilaba. Los cuerpos se enterrarían allí mismo, no iban a buscar una zona muy lejana para hacerlo", añadió Gallo.
Las fuertes nevadas caídas estos días han dificultado y retrasado el trabajo. Tenían previsto terminarlo mañana. Después lo prorrogaron al martes. Ahora seguirán excavando hasta el 30 de diciembre. Si no hay suerte, no habrá más intentos. "No vamos a hacer experimentos con dinero público. Éste es el lugar en el que debía estar la fosa. La documentación presentada por los historiadores al respecto era demoledora", explicó Gallo.
En principio, los expertos descansarán entre el 23 y el 27 de diciembre. El 29 podrían cerrar la excavación y el 30, comunicar los hallazgos.
Hasta ahora, en más de mes y medio de trabajo, el equipo multidisciplinar designado por la Junta de Andalucía para abordar la excavación sólo había encontrado una gran roca en las cinco posibles localizaciones exploradas. Ahora se sabe que en ninguna de ellas se enterró nunca un cuerpo y que, por tanto, tampoco se desenterraron los cadáveres, como apuntan algunas teorías. Si fueron señaladas por el georradar fue porque había anomalías en el terreno. Sólo se trataba de rocas u oquedades.
Sólo la familia del banderillero Francisco Galadí, que se cree que fue fusilado y enterrado con el poeta, ha reclamado los restos. Nieves García Catalán, acogida a los tres días de nacer por el hijo de otra de las víctimas que acompañó a Lorca en su último paseo, el maestro Dióscoro Galindo, sigue con inquietud la recta final de su lucha. Su ADN no serviría para identificar sus restos en caso de que aparezcan, y la hermanastra se opuso en un principio a hacerlo. "Pero he avanzado en este sentido con ella. En el caso de que aparezcan restos humanos cederán el ADN para tratar de identificar a mi abuelo", declaró Nieves García.
En la fosa también se busca al banderillero Joaquín Arcollas, al inspector de tributos Fermín Roldán y al restaurador de muebles Miguel Cobo. El primero murió sin descendientes y por eso la división andaluza de la CGT y la Unión Nacional de Banderilleros solicitaron a la Junta ser sus representantes. El Defensor del Pueblo Andaluz acaba de admitir a trámite la queja presentada por Cecilio Gordillo, coordinador del Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria Histórica de Andalucía, de la CGT, contra la Junta por no haber sido informado de la evolución de los trabajos en la fosa de Alfacar. Gordillo lo solicitó por escrito en el plazo de alegaciones abierto por la Junta antes de iniciar la excavación. Su asociación quería actuar como "familia ideológica" de Joaquín Arcollas. Pero el Gobierno andaluz, asegura, nunca contestó a su petición.
"Al no tener familia conocida, la suerte de sus restos quedaría en una situación de incertidumbre y los objetivos de la recuperación de la memoria de las víctimas de la represión franquista diluidos o incumplidos", explica Gordillo en el escrito enviado al Defensor del Pueblo Andaluz. En su queja solicita que la Consejería de Justicia responda a su petición y les mantenga informados de los hallazgos.
En el caso de Roldán y Cobo, no existe razonamiento histórico que indique que pueden estar en esta fosa más allá de la petición de sus familiares.
Autor: El País
Fuente: F. Valverde / N. Junquera
Fecha: 17/12/2009
Todavía hay esperanza. Cuando cundía el desánimo, las posibilidades de encontrar los restos de García Lorca se multiplican. Los arqueólogos que trabajan en el interior del parque han descubierto impactos de bala en una gran roca que se encuentra a pocos metros de Z-6, la zona marcada por el georradar en la que se trabajaba ayer sin descanso.
"La roca tiene varios impactos de bala inequívocos que han sido documentados en un informe pericial. No puede descartarse que se realice algún hallazgo en estos últimos días de excavaciones", explicó Juan Gallo, comisario de la Memoria Histórica de Andalucía. Está en la zona más próxima al monolito y a la carretera. "Si hay disparos de bala en la roca es que hubo fusilamientos. El procedimiento era siempre el mismo. Pasaban la noche en Las Colonias, eran trasladados hasta un lugar junto al camino y se les fusilaba. Los cuerpos se enterrarían allí mismo, no iban a buscar una zona muy lejana para hacerlo", añadió Gallo.
Las fuertes nevadas caídas estos días han dificultado y retrasado el trabajo. Tenían previsto terminarlo mañana. Después lo prorrogaron al martes. Ahora seguirán excavando hasta el 30 de diciembre. Si no hay suerte, no habrá más intentos. "No vamos a hacer experimentos con dinero público. Éste es el lugar en el que debía estar la fosa. La documentación presentada por los historiadores al respecto era demoledora", explicó Gallo.
En principio, los expertos descansarán entre el 23 y el 27 de diciembre. El 29 podrían cerrar la excavación y el 30, comunicar los hallazgos.
Hasta ahora, en más de mes y medio de trabajo, el equipo multidisciplinar designado por la Junta de Andalucía para abordar la excavación sólo había encontrado una gran roca en las cinco posibles localizaciones exploradas. Ahora se sabe que en ninguna de ellas se enterró nunca un cuerpo y que, por tanto, tampoco se desenterraron los cadáveres, como apuntan algunas teorías. Si fueron señaladas por el georradar fue porque había anomalías en el terreno. Sólo se trataba de rocas u oquedades.
Sólo la familia del banderillero Francisco Galadí, que se cree que fue fusilado y enterrado con el poeta, ha reclamado los restos. Nieves García Catalán, acogida a los tres días de nacer por el hijo de otra de las víctimas que acompañó a Lorca en su último paseo, el maestro Dióscoro Galindo, sigue con inquietud la recta final de su lucha. Su ADN no serviría para identificar sus restos en caso de que aparezcan, y la hermanastra se opuso en un principio a hacerlo. "Pero he avanzado en este sentido con ella. En el caso de que aparezcan restos humanos cederán el ADN para tratar de identificar a mi abuelo", declaró Nieves García.
En la fosa también se busca al banderillero Joaquín Arcollas, al inspector de tributos Fermín Roldán y al restaurador de muebles Miguel Cobo. El primero murió sin descendientes y por eso la división andaluza de la CGT y la Unión Nacional de Banderilleros solicitaron a la Junta ser sus representantes. El Defensor del Pueblo Andaluz acaba de admitir a trámite la queja presentada por Cecilio Gordillo, coordinador del Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria Histórica de Andalucía, de la CGT, contra la Junta por no haber sido informado de la evolución de los trabajos en la fosa de Alfacar. Gordillo lo solicitó por escrito en el plazo de alegaciones abierto por la Junta antes de iniciar la excavación. Su asociación quería actuar como "familia ideológica" de Joaquín Arcollas. Pero el Gobierno andaluz, asegura, nunca contestó a su petición.
"Al no tener familia conocida, la suerte de sus restos quedaría en una situación de incertidumbre y los objetivos de la recuperación de la memoria de las víctimas de la represión franquista diluidos o incumplidos", explica Gordillo en el escrito enviado al Defensor del Pueblo Andaluz. En su queja solicita que la Consejería de Justicia responda a su petición y les mantenga informados de los hallazgos.
En el caso de Roldán y Cobo, no existe razonamiento histórico que indique que pueden estar en esta fosa más allá de la petición de sus familiares.
Autor: El País
Fuente: F. Valverde / N. Junquera
Fecha: 17/12/2009
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