Físicos del Laboratorio Nacional de Energía de Brookhaven Nueva York han conseguido crear una especie de «sopa» de materia 250.000 veces más caliente que el centro de nuestro Sol y que reúne condiciones similares a las que se produjeron justo después del Big Bang, la gran explosión que dio origen al Universo. En 2005, los científicos sospechaban que habían alcanzado este estado de la materia, pero es la primera vez que pueden confirmar estas temperaturas infernales.
«Es la materia más caliente nunca creada en laboratorio», ha asegurado Steven Vigdor, director del laboratorio asociado de física nuclear y de partículas en el Departamento de Energía de EE.UU. La temperatura es tan caliente que puede «derretir los protones y los neutrones». El experimento se logró haciendo chocar el núcleo de partículas de oro a velocidades super rápidas, de forma que se derrían los protones. Dos chorros de núcleos de oro se aceleraron en direcciones opuestas a lo largo de la pista circular de un acelerador de partículas llamado Relativistic Heavy Ion Collider (RHIC), un hermano pequeño del europeo LHC.
A lo largo de los 3,9 kilómetros del circuito, los núcleos de oro alcanzaron una velocidad cercana a la de la luz. Cuando dos de esas partículas chocan, sus colisiones producen tanta cantidad de energía que la materia se calienta a 4 billones de grados Celsius. Estas condiciones son suficientes para para derretir los protones y neutrones hasta que sólo quedan partículas elementales llamadas quarks y gluones, según ha explicado el investigador Steven Vigdor, en una conferencia impartida en la Sociedad Americana de Física, en Washington. Los científicos creen que esta sopa de quarks y gluones llenó el Universo unos microsegundos después del Big Bang, hace casi 14.000 millones de años. Después, la materia se enfrió y condensó, formando los protones y neutrones que la forman hoy día.
Unos milisegundos.
Esta sopa de partículas fundamentales duró tan sólo unos milisegundos. Ni un suspiro. Pero el tiempo fue suficiente para que los físicos pudieron medir sus propiedades y temperatura. De forma sorprendiente, descubrieron que este estado primitivo de la materia se comporta como un líquido, aunque los expertos esperaban encontrarse con un gas.
Los físicos tendrán la oportunidad de estudiar un estado aún más caliente de la materia cuando el Gran Colisionador de Hadrones de Ginebra, que se pondrá en funcionamiento de nuevo a finales de mes, consiga funcionar a gran velocidad. La «máquina de Dios» producirá temperaturas dos o tres veces más calientes que las conseguidas por el Relativistic Heavy. Los físicos quieren entender por qué la materia se formó en sus primeros estadio. También esperan encontrar aplicaciones prácticas, como los spintronics, que tienen el objetivo de hacer más rápidos, pequeños y poderosos los dispositivos electrónicos.
Fuente: ABC
Fecha: 16/02/2010
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