La necrópolis medieval de Sieteiglesias está situada en una zona de afloramientos graníticos, alrededor de la iglesia de San Pedro Apóstol, y en ella se han localizado, hasta el momento, 85 tumbas con una morfología muy variada, desde sepulturas excavadas en roca, de fosa simple ovalada tipo "bañera" u "olerdolana", o con cabeza marcada, de tipo "antropomorfo", hasta otras más complejas construidas con lajas de piedra, de tipo cista.
Aunque en origen los primeros cristianos comenzaron enterrándose en el interior de las iglesias, poco a poco se van formando espacios exteriores a éstas como áreas cementeriales. En el caso presente, y como fue habitual durante la Alta y la Plena Edad Media, se aprovechó un gran roquedal para practicar directamente en él las sepulturas estableciendo su orientación sin modificar esencialmente la costumbre cristiana de señalar la cabecera de la tumba hacia el oeste.
Este tipo de necrópolis recibe el nombre de "rupestre" y abarca cronológicamente varios siglos, pudiéndose situar desde los siglos VIII-IX hasta la plena Edad Media. En conjunto, se trata de los vestigios más antiguos que se conocen del poblamiento del municipio. La utilización de la necrópolis se relaciona con el periodo de la repoblación, cuando poblaciones cristianas de carácter ganadero procedentes de Sepúlveda (Segovia) comienzan a situarse en las tierras de Buitrago tras la conquista de Toledo en el año 1.085.
Fuente: D.G. de Patrimonio Histórico
Más información: tríptico sobre el yacimiento
Aunque en origen los primeros cristianos comenzaron enterrándose en el interior de las iglesias, poco a poco se van formando espacios exteriores a éstas como áreas cementeriales. En el caso presente, y como fue habitual durante la Alta y la Plena Edad Media, se aprovechó un gran roquedal para practicar directamente en él las sepulturas estableciendo su orientación sin modificar esencialmente la costumbre cristiana de señalar la cabecera de la tumba hacia el oeste.
Este tipo de necrópolis recibe el nombre de "rupestre" y abarca cronológicamente varios siglos, pudiéndose situar desde los siglos VIII-IX hasta la plena Edad Media. En conjunto, se trata de los vestigios más antiguos que se conocen del poblamiento del municipio. La utilización de la necrópolis se relaciona con el periodo de la repoblación, cuando poblaciones cristianas de carácter ganadero procedentes de Sepúlveda (Segovia) comienzan a situarse en las tierras de Buitrago tras la conquista de Toledo en el año 1.085.
Fuente: D.G. de Patrimonio Histórico
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