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Mejores condiciones Altamira, declarada patrimonio de la Humanidad en 1985 y considerada por los expertos como la obra maestra del arte rupestre paleolítico, junto a Lascaux (Francia), permanece cerrada al público desde 2002, tras haberse detectado en su interior una serie de microorganismos que estaban deteriorando las pinturas. Durante los años cincuenta y sesenta, la cueva sufrió el impacto de las obras que se hicieron para hacerla visitable, cuyo efecto se vio multiplicado por una afluencia masiva de personas a su interior (en los años setenta llegaron a entrar 175.000 turistas al año).
Tras un primer cierre, la cueva se reabrió al público en 1982 con un régimen fijo y limitado de visitantes (entre 10 y 40 diarios, según la época del año) que se mantuvo hasta 2002, fecha en la que la lista de espera para poder contemplar su famoso techo de los bisontes era de meses e incluso de años, en determinados casos.
El informe científico, según el extracto que se publica hoy, es taxativo respecto al daño que causan las visitas, que elevan la temperatura y los niveles de vapor en el interior de la cueva. «La entrada de visitantes provoca perturbaciones microambientales en la cavidad perjudiciales para la conservación de la misma y en particular para la sala de los polícromos», advierten los científicos, que, de hecho, constatan que las condiciones de la cueva han mejorado en estos nueve años de cierre al público.
Partidarios de la aperturaNo obstante, el informe admite implícitamente la posibilidad de que la cueva se reabra, una opción por la que han abogado en los últimos años el Gobierno de Cantabria y el propio director del Museo de Altamira, José Antonio Lasheras, quien ha se declarado públicamente partidario de permitir un régimen restringido de visitas si es compatible con la conservación de las pinturas.
Sin entrar en detalles concretos ni en cupos de visitantes, los científicos advierten de que, si se «cambia de estrategia» y se decide permitir que el público acceda a Altamira, «la monitorización debe ser exhaustiva para detectar de forma temprana la probable expansión de microorganismos hacia zonas internas de la cueva».
El Gobierno de Cantabria -que forma parte del Patronato de Altamira, junto con el Ministerio de Cultura y la Fundación Marcelino Botín, entre otras entidades- ya había anunciado esta misma semana que abogaría por la reapertura de la cueva si el informe científico «dejaba el mínimo resquicio» para ello.
Fuente: EFE
Fecha: 30/01/2010
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