En el año 2009 se hizo público el descubrimiento de un dantesco yacimiento que comprendía 51 cadáveres humanos. La "escena del crimen" se ubica en Ridgeway Hill, cerca de Weymouth, en el condado de Dorset, en el Sur de Inglaterra, en las obras que se están realizando para acondicionar la calzada olímpica del 2012. Lo más llamativo de los cadáveres es que aparecieron separados de sus cabezas, que se amontonaban a escasos centímetros. Esto llevo a los investigadores a pensar que se trataba de un lugar de ejecución, con una justicia rápida y sin contemplaciones.
Los análisis forenses de los isótopos de las piezas dentales, llevados a cabo por el Nerc Isotope Geosciences Laboratory de Nottingham, han confirmado recientemente que los individuos no eran oriundos de las Islas Británicas, sino más bien escandinavos de entre los siglos X y principios del XI, como ya sospechaba el equipo de Oxford dirigido por David Score, aunque uno de ellos parece haber vivido en las cercanías del Ártico. Los estudios han revelado además indicios de sus dietas y sus edades -parece que muy pocos superaban los treinta años- lo que añade valor al descubrimiento. Es de suponer que los extranjeros fueron apresados por los britanos, por aquel entonces una mezcla de sajones, anglos, jutos y britanorromanos y fueron ajusticiados de semejante manera. Dado que los escandinavos llegaron a Groenlandia -Green Land o "Tierra Verde"-, lo que podría explicar al individuo del Círculo Ártico, la posibilidad se vuelve muy sólida.
La "era vikinga"
Todo esto se insertaría dentro de una dinámica ya conocida por los habitantes de Albión en esos días. La llamada "Era vikinga" suele fechar su inicio en el año 793, cuando los monjes de la isla costera de Lindisfarne, en la zona norte de la costa atlántica de Inglaterra, vieron llegar unas extrañas embarcaciones. Comenzó entonces un tiempo de pillaje y razzias que duró hasta el siglo XI y que concluyó con el asentamiento de las poblaciones de hombres del norte -normandos- venidos de Escandinavia directamente y también de Normandía.
Los reinos célticos y sajones debían pagar costosos tributos a los vikingos o "piratas" si no querían ver sus tierras saqueadas sin piedad o hasta ocupadas como la zona oriental de la isla -fijada por la "Línea de Londres"- que quedaron bajo la Danelaw o "Ley danesa". Un ejemplo de su presencia lo tenemos en tesoros como el de Cuerdale (Lancashire, Reino Unido) en 1840, el de Hallogate (North Yorkshire) en el año 2007 o el de Hammerwich (Stafforshire) en el 2009, todos con una enorme cantidad de plata y algo de oro conseguida de las gentes de Britania. Otros yacimientos como el célebre de Sutton Hoo (Suffolk), los de Repton e Ingleby (Derbyshire), York –que ellos llamaron Jórvik-, Oxford y London Bridge subrayan el impacto escandinavo en las tierras británicas. Estos guerreros paganos pronto adquirieron elementos de seres diabólicos, que no respetaban ni las posesiones de la Iglesia.
"De la furia de los Hombres del Norte líbranos, señor"
Así rezaban los que veían acercarse a los invasores. Quizá por ello, además de por las reconstrucciones pictóricas, se les retrató con unos característicos cascos con cuernos que jamás llevaron. Por su carácter de anatema para una civilización fundamentada en la religión cristiana, sería perfectamente comprensible una ejecución tan sumaria como la de Weymouth, dónde los cuerpos no fueron enterrados por los ritos normales.
Fuente: El Reservado
Fecha: 07/05/2010
Los análisis forenses de los isótopos de las piezas dentales, llevados a cabo por el Nerc Isotope Geosciences Laboratory de Nottingham, han confirmado recientemente que los individuos no eran oriundos de las Islas Británicas, sino más bien escandinavos de entre los siglos X y principios del XI, como ya sospechaba el equipo de Oxford dirigido por David Score, aunque uno de ellos parece haber vivido en las cercanías del Ártico. Los estudios han revelado además indicios de sus dietas y sus edades -parece que muy pocos superaban los treinta años- lo que añade valor al descubrimiento. Es de suponer que los extranjeros fueron apresados por los britanos, por aquel entonces una mezcla de sajones, anglos, jutos y britanorromanos y fueron ajusticiados de semejante manera. Dado que los escandinavos llegaron a Groenlandia -Green Land o "Tierra Verde"-, lo que podría explicar al individuo del Círculo Ártico, la posibilidad se vuelve muy sólida.
La "era vikinga"
Todo esto se insertaría dentro de una dinámica ya conocida por los habitantes de Albión en esos días. La llamada "Era vikinga" suele fechar su inicio en el año 793, cuando los monjes de la isla costera de Lindisfarne, en la zona norte de la costa atlántica de Inglaterra, vieron llegar unas extrañas embarcaciones. Comenzó entonces un tiempo de pillaje y razzias que duró hasta el siglo XI y que concluyó con el asentamiento de las poblaciones de hombres del norte -normandos- venidos de Escandinavia directamente y también de Normandía.
Los reinos célticos y sajones debían pagar costosos tributos a los vikingos o "piratas" si no querían ver sus tierras saqueadas sin piedad o hasta ocupadas como la zona oriental de la isla -fijada por la "Línea de Londres"- que quedaron bajo la Danelaw o "Ley danesa". Un ejemplo de su presencia lo tenemos en tesoros como el de Cuerdale (Lancashire, Reino Unido) en 1840, el de Hallogate (North Yorkshire) en el año 2007 o el de Hammerwich (Stafforshire) en el 2009, todos con una enorme cantidad de plata y algo de oro conseguida de las gentes de Britania. Otros yacimientos como el célebre de Sutton Hoo (Suffolk), los de Repton e Ingleby (Derbyshire), York –que ellos llamaron Jórvik-, Oxford y London Bridge subrayan el impacto escandinavo en las tierras británicas. Estos guerreros paganos pronto adquirieron elementos de seres diabólicos, que no respetaban ni las posesiones de la Iglesia.
"De la furia de los Hombres del Norte líbranos, señor"
Así rezaban los que veían acercarse a los invasores. Quizá por ello, además de por las reconstrucciones pictóricas, se les retrató con unos característicos cascos con cuernos que jamás llevaron. Por su carácter de anatema para una civilización fundamentada en la religión cristiana, sería perfectamente comprensible una ejecución tan sumaria como la de Weymouth, dónde los cuerpos no fueron enterrados por los ritos normales.
Fuente: El Reservado
Fecha: 07/05/2010
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