lunes, 21 de septiembre de 2009

Tras la huella de los primeros moradores (Cova Eirós, Lugo)

El yacimiento paleolítico de Cova Eirós, en Triacastela (Lugo), el único del noroeste peninsular donde se han encontrado restos de ocupaciones de Neandertales y Homo Sapiens, podría completar el mapa del poblamiento Paleolítico en esta zona, según los primeros análisis realizados por el grupo de trabajo que dirige Ramón Fábregas, catedrático del Área de Prehistoria de la Universidad de Santiago (USC).

Los arqueólogos han descubierto un nuevo nivel del Paleolítico Superior, justo por encima del datado en 32.000 años, que, según los investigadores, es más moderno –calculan que su antigüedad es de entre 30.000 y 17.000–. De confirmase esto a través de nuevas dataciones absolutas, el yacimiento de Cova Eirós arrojaría la primera luz sobre la etapa intermedia del Paleolítico Superior, de la que no se tienen evidencias en la zona noroeste penínsular, y conocer mejor las costumbres del "hombre moderno", así como la fauna y la flora, y las condiciones mediambientales de esta etapa prehistórica.

"Tenemos ocupaciones de los inicios del Paleolítico Superior y del final, pero quizá este nuevo nivel corresponda a un periodo intermedio, por lo que sería el primero correspondiente a esa edad encontrado en Galicia y en todo el noroeste", explica Fábregas.

En este nuevo nivel, el grupo de investigadores –compuesto por el Grupo de Estudios para la Prehistoria del Noroeste del Depatamento de Historia 1 de la USC y un equipo del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social de Tarragona– ha hallado un resto tan pequeño como relevante para datar definitivamente este asentamiento: un canino que presenta un raspado y un perforado, probablemente de un colgante, y que se suma a los encontrados en las excavaciones de Valdavara y Férvedes II, también en Lugo, datados en 17.000 años, aunque los expertos calculan que el de Triacastela es aún más antiguo.

"Tal vez éste se vaya a los 20.000 años de antigüedad", apunta el resposable del grupo de trabajo, aunque matiza que habrá que esperar a los análisis absolutos. A espera de los resultados absolutos, este hallazgo es uno de los más importantes de la segunda campaña arqueológica en el yacimiento de Cova Eirós, en el que se continuará trabajando el verano próximo con la esperanza de encontrar nuevas pistas sobre los primeros moradores de Galicia.

"De momento, tenemos dos ocupaciones. La primera, de 80.000 años de antigüedad, correspondiente al hombre de Neandertal (Paleolítico Medio), y la segunda, datada en poco más de 30.000 años, correspondiente al "hombre moderno". Este año hemos descubierto, justo por encima de esta última, este nuevo nivel de ocupación, del que aún no sabemos la antigüedad exacta, pero que podría cubrir el hueco entre el Paleolítico Superior inicial y el final", insite Fábregas.

Eirós, la cueva superestrella del Paleolítico en suelo gallego
La cueva de Eirós, localizada en el municipio lucense de Triacastela, es una especie de joya de la corona, por los restos hallados en su interior, para el estudio del Paleolítico en Galicia.

Esta caverna saltó a la fama, meses atrás, por ser el único yacimiento del noroeste peninsular donde se encuentran restos de ocupación de Neandertales y Cromañones u Homo sapiens. Los trabajos realizados por un equipo de investigación de la Universidade de Santiago, que comenzaron el pasado año, permiten, según explica el arqueólogo Arturo de Lombera, coodirector de la excavación, "dar cuenta de los modos de vida, herramientas y alimentación, así como del simbolismo de los primeros humanos modernos que poblaron el mapa de Galicia".

Lombera explica que una de las grandes novedades de la última campaña de excavaciones radica "en el descubrimiento de un nuevo nivel arqueológico del Paleolítico Superior, que se encuentra justo por encima del nivel ya datado en la cueva de 32.000 años de antigüedad"."Este estrato más reciente, creemos que podría pertenecer a la franja que va de los 30.000 a los 17.000 años de antigüedad, con lo que, de confirmarse esta hipótesis con las nuevas técnicas e datación absoluta, podría completarse el mapa del poblamiento paleolítico del noroeste aportando datos sobre nuevos períodos", subraya.

La importancia de este nuevo nivel arqueológico en la caverna de Eirós estriba en la inexistencia de yacimientos prehistóricos comprendidos entre los 30.000 y los 17.000 años, de ahí la singularidad del hallazgo, que abre una nueva puerta al estudio y comprensión del Paleolítico gallego.

Colgante de adorno
Al margen del nuevo nivel arqueológico localizado en Eirós, Arturo de Lombera destaca que uno de los hallazgos recientes más importantes corresponde a un pequeño colgante "realizado sobre un diente de carnívoro, que presenta un raspado en su superficie y una perforación en la parte de la raíz para poder colgarlo", comenta. Este colgante se suma a los encontrados en las cuevas de Valdevara y Férvedes II, con una antigüedad de 17.000 años, aunque los arqueólogos consideran que el de Triacastela "podría ser mucho más antiguo".Esta singular pieza ayudará a interpretar las creencias y posibles ideales estéticos de los primeros humanos, nuestros ancestros, que poblaron el suelo gallego.

Eirós es el único yacimiento del Paleolítico Medio de Galicia, un referente en la Península Ibérica debido a la secuencia de ocupación, con testimonios de la presencia de Neandertales y Cromañones, nuestros antecesores. Aquí, al lado de las herramientas de piedra, se hallaron restos de los animales que cazaban y comían, lo que permite estudiar en profundidadel modo de vida del Neandertal y reconstruir paisaje y fauna de hace 80.000 años.

El diente hallado en Eirós, un canino de un animal carnívoro con una perforación, indica que podría haberse utilizado como colgante de adorno, sería la "bisutería" de los cromañones, que ya tendrían un sentido estético o algún tipo de creencia, según aventura el equipo de la USC que investiga la cueva de Triacastela.

Fuente:
Faro de Vigo / El Correo Gallego
Fecha: 18/09/2009

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