La uniformidad no es sólo característica de los humanos, sino una propiedad general de la vida. Los biólogos han reflexionado durante mucho tiempo acerca de cómo se produce este rasgo en medio de la variabilidad genética y ambiental tan grande que acompaña a la humanidad.
Unos investigadores de la Universidad del Noroeste han identificado ahora un tipo de molécula que desempeña un papel específico en mantener la uniformidad: un microARN. Han descubierto que el microARN llamado miR-7 resulta crítico para la robustez de la red molecular que ayuda a regular la uniformidad.
Este hallazgo podría llevar a un mejor conocimiento sobre el funcionamiento de las células cancerosas, que no actúan de forma controlable ni uniforme.
La investigación, dirigida por Richard W. Carthew, profesor de biología molecular en esa universidad, se basa en una idea aparecida en la década de 1940: Las moléculas de las células del cuerpo trabajan juntas, en redes, cada molécula "interconectada" con las otras.
Cuando algo cambia, como la secuencia genética de una molécula o la temperatura del organismo, la red reacciona para compensar el cambio y mantener las cosas intactas. Este plan es similar al principio que usan los ingenieros para incluir mecanismos de seguridad en el diseño de sus productos.
Hay cientos de tipos diferentes de microARNs en los animales. Su función es mitigar o detener la producción de proteínas en el cuerpo. El grupo de Carthew encontró que uno de estos microARNs, el miR-7, refrena la producción de proteínas que trabajan en las mismas redes que él.
En un estudio sobre la Drosophila, cuando los investigadores eliminaron el miR-7, las redes quedaron intactas, pero sólo bajo condiciones ambientales uniformes. Cuando los investigadores perturbaron el ambiente mediante cambios de la temperatura, las redes dejaron de mantener estables las cosas, y los animales padecieron defectos del desarrollo. En cambio, si el microARN estaba presente las redes resistían la fluctuación de temperatura, y los animales resultaban normales y sanos.
Los MicroARNs, presentes en todos los animales y vegetales, podrían haber evolucionado como búferes diminutos dentro de los organismos pluricelulares para permitir la notable unidad de forma en un ambiente constantemente cambiante.
Fuente: Solo Ciencia
Fecha: 10/06/2009
Unos investigadores de la Universidad del Noroeste han identificado ahora un tipo de molécula que desempeña un papel específico en mantener la uniformidad: un microARN. Han descubierto que el microARN llamado miR-7 resulta crítico para la robustez de la red molecular que ayuda a regular la uniformidad.
Este hallazgo podría llevar a un mejor conocimiento sobre el funcionamiento de las células cancerosas, que no actúan de forma controlable ni uniforme.
La investigación, dirigida por Richard W. Carthew, profesor de biología molecular en esa universidad, se basa en una idea aparecida en la década de 1940: Las moléculas de las células del cuerpo trabajan juntas, en redes, cada molécula "interconectada" con las otras.
Cuando algo cambia, como la secuencia genética de una molécula o la temperatura del organismo, la red reacciona para compensar el cambio y mantener las cosas intactas. Este plan es similar al principio que usan los ingenieros para incluir mecanismos de seguridad en el diseño de sus productos.
Hay cientos de tipos diferentes de microARNs en los animales. Su función es mitigar o detener la producción de proteínas en el cuerpo. El grupo de Carthew encontró que uno de estos microARNs, el miR-7, refrena la producción de proteínas que trabajan en las mismas redes que él.
En un estudio sobre la Drosophila, cuando los investigadores eliminaron el miR-7, las redes quedaron intactas, pero sólo bajo condiciones ambientales uniformes. Cuando los investigadores perturbaron el ambiente mediante cambios de la temperatura, las redes dejaron de mantener estables las cosas, y los animales padecieron defectos del desarrollo. En cambio, si el microARN estaba presente las redes resistían la fluctuación de temperatura, y los animales resultaban normales y sanos.
Los MicroARNs, presentes en todos los animales y vegetales, podrían haber evolucionado como búferes diminutos dentro de los organismos pluricelulares para permitir la notable unidad de forma en un ambiente constantemente cambiante.
Fuente: Solo Ciencia
Fecha: 10/06/2009
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