Agentes de la Policía Autonómica velan cada día por la seguridad de los yacimientos, castillos y otros monumentos de alto valor patrimonial de Valencia
El sol comienza a castigar en Valencia. Son las 9.30 y una patrulla de la Policía Autonómica se prepara para inspeccionar el estado de varios bienes patrimoniales. Su primera parada es el yacimiento ibero del Tossal de Sant Miquel, en Llíria. Milímetro a milímetro, dos agentes provistos de GPS, prismáticos y cámara de fotos, reconocen las 15 hectáreas de superficie que ocupa el asentamiento histórico. No pueden obviar ningún detalle. "Las excavaciones arqueológicas son las más propensas a sufrir daños, sobre todo, expolios. La gente va a ver si puede conseguir fragmentos de cerámica para luego venderlos en los rastrillos", apunta Jesús Merenciano, jefe del grupo especial de patrimonio de la Policía de la Generalitat.
Los agentes comprueban el perímetro y se percatan de que dos partes de la valla que delimita el vestigio están forzadas. "Alguien ha abierto la verja con una cizalla y se ha colado", alerta el oficial encargado de la vigilancia. El siguiente paso es averiguar si han escarbado en busca de algún resto, aunque muchos de ellos afloran sin necesidad de remover la tierra. Todo está en orden. Y es que las sustracciones en el Tossal de Sant Miquel se han reducido un 90% gracias a la presión policial.
Hace algún tiempo era muy diferente. Decenas de personas accedían al recinto. Algunas hasta se llevaban detectores para robar puntas de lanza o piezas de vasijas. Muchos vecinos fabricaron falsos techos para esconder en ellos un botín hecho de historia. "Entonces hubo varias detenciones", recuerda uno de los policías mientras continúa la inspección, que se salda con un informe sobre los daños a la verja y unas pintadas en un cartel informativo.
En lo que va de año, la unidad ha efectuado 70 investigaciones relacionadas con robo, expolio y daños al patrimonio en toda la Comunitat, según datos de la Conselleria de Gobernación. En la provincia de Valencia, el grupo está formado por nueve agentes que también se dedican a labores medioambientales.
El siguiente destino es Moncada. Allí se encuentra la excavación íbera del Tos Pelat. También hay signos de intrusismo. El candado está roto y una zona de la valla, levantada. Los policías comienzan a indagar. "Hay pisadas de persona y de perro. Además hay madrigueras de conejos. Estas pistas nos hacen pensar que alguien ha venido a cazarlos", asegura el oficial del grupo de patrimonio de Valencia mientras señala las huellas.
Desde enero hasta abril de este año, la Policía de la Generalitat ha realizado 686 servicios de vigilancia del patrimonio en toda la Comunitat supervisando fuentes, ermitas, castillos, murallas o arcos de época romana. Esta cifra supone un 57% más que durante el mismo periodo del año pasado.
Obras de arte
Entre las funciones de esta unidad también está la de custodiar traslados de obras de arte. "Hace unos años realizamos un transporte de unos cuadros de Valencia a Alemania en un tráiler acondicionado para ello. En estos casos las medidas de seguridad "son extraordinarias y hay que estar perfectamente coordinados con otros cuerpos de policía que también participan en la actuación", explica Merenciano. Durante el trayecto tuvieron que superar algunas dificultades "como pasar por las fronteras las armas que portan".
El año pasado también tuvieron que desempeñar otra misión importante: el traslado desde Barcelona del Llibre del Repartiment. "Venía protegido por los Mossos d'Esquadra pero al llegar a la Comunitat, tomó el relevo el GIES (Grupo de Intervención de Emergencias), que se encargó de llevarlo hasta el Monasterio de San Miguel de los Reyes, donde iba a ser expuesto", recuerda Merenciano.
Fuente: http://www.lasprovincias.es
Fecha: 02/06/2009
El sol comienza a castigar en Valencia. Son las 9.30 y una patrulla de la Policía Autonómica se prepara para inspeccionar el estado de varios bienes patrimoniales. Su primera parada es el yacimiento ibero del Tossal de Sant Miquel, en Llíria. Milímetro a milímetro, dos agentes provistos de GPS, prismáticos y cámara de fotos, reconocen las 15 hectáreas de superficie que ocupa el asentamiento histórico. No pueden obviar ningún detalle. "Las excavaciones arqueológicas son las más propensas a sufrir daños, sobre todo, expolios. La gente va a ver si puede conseguir fragmentos de cerámica para luego venderlos en los rastrillos", apunta Jesús Merenciano, jefe del grupo especial de patrimonio de la Policía de la Generalitat.
Los agentes comprueban el perímetro y se percatan de que dos partes de la valla que delimita el vestigio están forzadas. "Alguien ha abierto la verja con una cizalla y se ha colado", alerta el oficial encargado de la vigilancia. El siguiente paso es averiguar si han escarbado en busca de algún resto, aunque muchos de ellos afloran sin necesidad de remover la tierra. Todo está en orden. Y es que las sustracciones en el Tossal de Sant Miquel se han reducido un 90% gracias a la presión policial.
Hace algún tiempo era muy diferente. Decenas de personas accedían al recinto. Algunas hasta se llevaban detectores para robar puntas de lanza o piezas de vasijas. Muchos vecinos fabricaron falsos techos para esconder en ellos un botín hecho de historia. "Entonces hubo varias detenciones", recuerda uno de los policías mientras continúa la inspección, que se salda con un informe sobre los daños a la verja y unas pintadas en un cartel informativo.
En lo que va de año, la unidad ha efectuado 70 investigaciones relacionadas con robo, expolio y daños al patrimonio en toda la Comunitat, según datos de la Conselleria de Gobernación. En la provincia de Valencia, el grupo está formado por nueve agentes que también se dedican a labores medioambientales.
El siguiente destino es Moncada. Allí se encuentra la excavación íbera del Tos Pelat. También hay signos de intrusismo. El candado está roto y una zona de la valla, levantada. Los policías comienzan a indagar. "Hay pisadas de persona y de perro. Además hay madrigueras de conejos. Estas pistas nos hacen pensar que alguien ha venido a cazarlos", asegura el oficial del grupo de patrimonio de Valencia mientras señala las huellas.
Desde enero hasta abril de este año, la Policía de la Generalitat ha realizado 686 servicios de vigilancia del patrimonio en toda la Comunitat supervisando fuentes, ermitas, castillos, murallas o arcos de época romana. Esta cifra supone un 57% más que durante el mismo periodo del año pasado.
Obras de arte
Entre las funciones de esta unidad también está la de custodiar traslados de obras de arte. "Hace unos años realizamos un transporte de unos cuadros de Valencia a Alemania en un tráiler acondicionado para ello. En estos casos las medidas de seguridad "son extraordinarias y hay que estar perfectamente coordinados con otros cuerpos de policía que también participan en la actuación", explica Merenciano. Durante el trayecto tuvieron que superar algunas dificultades "como pasar por las fronteras las armas que portan".
El año pasado también tuvieron que desempeñar otra misión importante: el traslado desde Barcelona del Llibre del Repartiment. "Venía protegido por los Mossos d'Esquadra pero al llegar a la Comunitat, tomó el relevo el GIES (Grupo de Intervención de Emergencias), que se encargó de llevarlo hasta el Monasterio de San Miguel de los Reyes, donde iba a ser expuesto", recuerda Merenciano.
Fuente: http://www.lasprovincias.es
Fecha: 02/06/2009
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